En el actual período de transformaciones, se vislumbra una ventana de oportunidad para que la bicicleta eléctrica aumente su popularidad y se consolide como un medio de transporte común en nuestras rutinas diarias. La bicicleta eléctrica nos ofrece la posibilidad de equilibrar el ejercicio con la utilidad de convertirse en nuestro medio de transporte preferido.
Uno de los obstáculos más notorios en estas circunstancias es la posibilidad de llegar a nuestro destino sin sudar, y ahí es donde el impulso eléctrico se destaca como su gran ventaja, al minimizar nuestros esfuerzos.
No obstante, no es el único ámbito en el que estas bicicletas están experimentando un aumento en su popularidad. En un mundo en el que los vehículos eléctricos están ganando terreno, las bicicletas eléctricas están ocupando un espacio relevante, ya sea como vehículos de carga o, en particular, en entornos deportivos.
Está claro que han llegado para quedarse. Un ejemplo ilustrativo es lo que sucede en naciones con una rica tradición ciclista, como Bélgica, donde en 2019 se vendieron más bicicletas eléctricas que las convencionales.
Las bicicletas eléctricas
Las cifras revelan el entusiasta recibimiento que han tenido las bicicletas eléctricas, proyectando un impresionante aumento en sus ventas durante los próximos cinco años. En España, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) ha identificado a las bicicletas eléctricas como un verdadero salvavidas para la industria.
Estas bicicletas han democratizado la práctica del ciclismo deportivo, eliminando la necesidad de estar en una condición física óptima para unirse a amigos en una aventura montañera o embarcarse en una larga travesía que, de otra manera, resultaría inalcanzable.
En cuanto a las preferencias de los consumidores, las bicicletas eléctricas de montaña y trekking lideran las ventas, superando a las bicicletas urbanas. En 2018, en Francia, se comercializaron 65,000 unidades de bicicletas de montaña y 63,000 de trekking, lo que representa un impresionante 13% del total de ventas en el país.
La legislación de las bicis eléctricas
El marco legal para las bicicletas eléctricas abarca una serie de consideraciones esenciales que equiparan su regulación con la de las bicicletas convencionales. En áreas urbanas, no se exige el uso del casco, al igual que sucede con las bicicletas tradicionales. Sin embargo, en carreteras interurbanas, el uso del casco se convierte en una obligación.
La circulación por aceras solo está permitida si existen señalizaciones específicas que lo indiquen, y, en general, deben transitar por la calzada, compartiendo el espacio con otros vehículos. En un giro significativo, la posibilidad de reducir los límites de velocidad a 30 km/h en calles de un solo sentido, promovida por la DGT, podría impulsar aún más el uso de la bicicleta como medio de transporte en entornos urbanos.
El debate en torno a la obligatoriedad de un seguro para bicicletas eléctricas parece haberse zanjado tras la votación en contra en el Parlamento Europeo. No se requiere una licencia de conducir para operar una e-bike, a diferencia de un ciclomotor.
No obstante, es esencial poseer un conocimiento adecuado del código de circulación y respetar las señales viales, al igual que cualquier otro vehículo. Además, se debe cumplir con los requisitos de iluminación: una luz delantera blanca y una luz trasera roja son necesarias en condiciones de poca visibilidad o durante la noche. En un esfuerzo por mejorar la identificación de las bicicletas, la DGT ha permitido que la luz trasera parpadee en los últimos años.
No se impone la obligación de contar con un seguro. En 2019, el Parlamento Europeo votó a favor de excluir a las bicicletas eléctricas de esta exigencia, siempre que el motor no supere los 25 km/h en asistencia y no tenga una potencia superior a 250 W.
Cuando se supera esta velocidad, el motor eléctrico debe desconectarse. Además, estas bicicletas están exentas del impuesto de circulación para vehículos de tracción mecánica, ya que no se consideran homologables de la misma manera. No obstante, en caso de un accidente, aquellos que no cuenten con un seguro deberán asumir personalmente los costos de los daños causados a vehículos o peatones, según corresponda
La asistencia al pedaleo
Hasta este punto, las regulaciones son bastante estándar para cualquier tipo de bicicleta. Sin embargo, en el caso de las bicicletas eléctricas, se deben incorporar normativas específicas relacionadas con su motor eléctrico y las restricciones que rigen la asistencia al pedaleo.
Aquí están los detalles clave:
- Características de las bicicletas con pedaleo asistido: Las bicicletas de pedaleo asistido están equipadas con un motor eléctrico auxiliar que tiene una potencia nominal continua máxima de 0,25 kilovatios. Este motor debe reducir gradualmente su potencia y detenerse automáticamente cuando la velocidad del vehículo alcanza los 25 km/h, o antes si el ciclista deja de pedalear.
- Homologación obligatoria: Todas las bicicletas eléctricas de este tipo deben ser homologadas por el Ministerio de Industria, siguiendo las regulaciones establecidas en la norma UNE-EN 15194:2009.
- Clasificación como ciclomotores en ciertos casos: Si una bicicleta eléctrica tiene un acelerador similar al de una moto, permitiendo que el vehículo arranque sin necesidad de pedalear, se considerará un ciclomotor. Lo mismo ocurre si el motor de la bicicleta supera los 250 vatios o si la asistencia al pedaleo no se detiene al alcanzar los 25 km/h. En tales casos, se requerirá la matriculación del vehículo, una licencia de conducción correspondiente, y un seguro.
- Consecuencias de la manipulación por parte del usuario: Es importante destacar que si un usuario modifica una bicicleta eléctrica de pedaleo asistido de manera que ya no cumpla con las regulaciones establecidas, pierde su estatus de «Electronically Power Assisted Cycle» (EPAC). En consecuencia, el usuario puede enfrentar sanciones administrativas o incluso penales. Estas sanciones pueden incluir circular sin matrícula, seguro, permiso de conducir o casco de ciclomotor. Además, el usuario perderá la garantía del fabricante y el derecho a reclamar por posibles defectos en los materiales.
Es importante señalar que en Francia, ya se han establecido regulaciones al respecto, con sanciones que pueden alcanzar hasta 30.000 euros y la suspensión del permiso de conducir por tres años.
Tipos de baterías de la bicicleta eléctrica y autonomía
Cuando se trata de bicicletas eléctricas, las baterías desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones. En primer lugar, debemos considerar si preferimos una bicicleta con baterías extraíbles o aquellas que están integradas en el cuadro.
La ventaja principal de las baterías extraíbles es que ofrecen una mayor conveniencia, ya que podemos llevarlas con nosotros cuando aparcamos la bicicleta en la calle y recargarlas en el trabajo o en casa, evitando la molestia de llevar la bicicleta a nuestro domicilio. En este caso, la autonomía no es tan crítica, lo que nos permite optar por bicicletas más ligeras con baterías de menor capacidad.
Si optamos por las baterías integradas en el cuadro, disfrutaremos de un aspecto más discreto y estético. Esta elección se asemeja más a una bicicleta convencional, independientemente de si es una bicicleta plegable, urbana o de montaña. La diferencia en la apariencia es prácticamente imperceptible, a excepción de un ligero aumento de peso y la presencia del selector de asistencia que determina el nivel de apoyo deseado.
Al tomar la decisión, es esencial prestar atención a los ciclos de recarga que la batería puede soportar y a la facilidad de reemplazo en el futuro. Esto es especialmente relevante si planeamos recorrer largas distancias con la bicicleta, como en un trayecto diario al trabajo. Cuantos más ciclos de recarga pueda soportar la batería, mejor será su durabilidad.
En caso de quedarnos sin batería, siempre podemos pedalear sin asistencia, aunque la facilidad para hacerlo también depende del peso de la bicicleta. No es un factor determinante, pero una bicicleta muy pesada puede dificultar su maniobrabilidad.
Por último, la autonomía está directamente relacionada con la capacidad de almacenamiento de energía de la batería. En general, las baterías de iones de litio son las más eficientes, mientras que las de plomo, más económicas pero también más pesadas, han caído en desuso. A mayor capacidad de almacenamiento, mayor será la distancia que podremos recorrer con un nivel de asistencia al pedaleo similar.
Sin embargo, la autonomía también se ve influenciada por el peso del ciclista y el terreno por el que circula. Un ciclista que pesa 90 kilos y enfrenta pendientes no obtendrá el mismo rendimiento que uno que pesa 75 kilos y recorre terrenos planos. Lo mismo se aplica a la bicicleta. Por lo general, se espera que una bicicleta eléctrica ofrezca un rango de autonomía de entre 50 y 60 kilómetros con asistencia al pedaleo sin mayores complicaciones.
Además, el nivel de asistencia elegido afectará la autonomía, ya que las bicicletas eléctricas permiten ajustar cuánta potencia proporciona el motor eléctrico. Por último, la presión de las ruedas también desempeña un papel importante, ya que una presión alta reduce la resistencia y mejora el deslizamiento de la rueda, aunque puede hacer que la conducción sea más incómoda en superficies irregulares sin suspensión.
¿Dónde se sitúa el motor?
A la hora de seleccionar un modelo, es importante tener en cuenta la ubicación del motor, ya que generalmente existen dos enfoques principales: el motor en el eje o en la rueda. Esta elección influye tanto en la eficiencia como en la experiencia de conducción.
Cuando el motor se encuentra en el eje, la sensación al andar en la bicicleta es muy similar al pedaleo tradicional. Este enfoque es ideal para aquellos que desean utilizar la bicicleta para hacer deporte, ya sea en terrenos de montaña (MTB) o en carretera.
Además, al contar con un sensor de torque en el propio eje, el motor eléctrico se activa al presionar el pedal, proporcionando una aceleración instantánea. Sin embargo, es importante destacar que la potencia de aceleración puede variar según el fabricante y la configuración específica del motor.
La sensación de montar en una bicicleta eléctrica con el motor en el eje es similar a pedalear cuesta abajo, lo que brinda una experiencia emocionante.
Por otro lado, los motores en la rueda incorporan un sensor de movimiento que requiere aproximadamente media o tres cuartos de vuelta del pedal para activarse. Este enfoque es más común en bicicletas eléctricas urbanas y suele ubicarse en la rueda trasera.
No obstante, algunos modelos optan por colocar el motor en la rueda delantera para lograr tracción en ambas ruedas, utilizando el motor para la rueda delantera y los pedales para la trasera. La elección entre motor en el eje o en la rueda depende de tus preferencias personales y del tipo de uso que planees darle a la bicicleta eléctrica.
¿Qué modelo de bicicleta eléctrica elegir?
Ahora que hemos aclarado algunos conceptos sobre bicicletas eléctricas, es hora de tomar una decisión sobre el modelo que mejor se adapte a nuestras necesidades. Los factores de decisión no difieren mucho de los que consideraríamos al elegir cualquier otra bicicleta. Es importante plantearse algunas preguntas clave:
- Uso habitual: ¿Dónde planeas usar la bicicleta con más frecuencia? ¿Será principalmente para desplazarte en entornos urbanos, para el ciclismo de montaña, carretera, o necesitas una bicicleta versátil que pueda llevar carga?
- Almacenamiento: ¿Dónde planeas guardar la bicicleta? ¿Necesitas que sea plegable para ahorrar espacio?
- Recarga de batería: ¿Dónde cargarás las baterías? Si la batería no es extraíble, deberás subir la bicicleta a tu casa o guardarla en un lugar donde puedas acceder a una toma de corriente para recargarla.
- Presupuesto: ¿Cuál es tu rango de precio? Como en cualquier producto, las bicicletas eléctricas varían en gamas, desde modelos económicos hasta opciones de gama media y alta que se reflejan en el precio.
Modelos de bicis recomendadas
Ahora, analicemos algunos modelos de bicicletas eléctricas en diferentes categorías:
- Bicicletas eléctricas urbanas
- SmartGyro: Una bicicleta plegable de nivel básico con un motor de 250W en la rueda trasera y una batería extraíble de 36V y 4400mAh. Ideal para desplazamientos urbanos y con un precio de 588,99 euros.
- Sunray 200: Una bicicleta urbana clásica de gama baja con una batería de litio extraíble de 36V y frenos de disco. Pesa 28 kilos y tiene un precio de 699 euros.
- Xiaomi Qicycle Electric Folding Bike: Un modelo urbano y plegable de Xiaomi, ligero y compacto, con un motor de 250W y baterías extraíbles fabricadas por Panasonic. Precio: 869 euros.
- Spinta Strada: Una bicicleta urbana con un diseño discreto y un motor de 250W en la rueda trasera. La batería está integrada en el cuadro, y es una de las bicicletas más ligeras del mercado. Precio: 1189 euros.
- Ortler Bricktown Zehus: Una bicicleta urbana de alta calidad con un motor Zehus y una batería integrada en el cuadro. Ofrece una autonomía de 30 a 60 kilómetros y un diseño atractivo. Precio: 1.469 euros.
- Brompton Electric: El modelo eléctrico de la icónica bicicleta plegable Brompton, con un motor de 250W y una batería de ion-litio. Precio: 2.995 euros.
- Riese & Muller Packster 40 vario: Una bicicleta de carga con un motor Bosch de 250W y una capacidad de batería de 500Wh. Ideal para transportar cargas con facilidad. Precio: 5.343 euros.
- Bicicletas eléctricas de montaña
- Conor E-MTB Java: Una bicicleta de montaña de gama de entrada con un motor Bafang en la rueda trasera y una batería de Silion-Rockets en el cuadro. Precio: 1.490 euros.
- Merida E Big Seven 300: Una bicicleta de montaña con suspensión delantera, motor Shimano E7000 y una batería Shimano E8010. Precio: 2.550 euros.
- Giant STANCE E+2 Power: Una bicicleta de montaña con motor Giant SyncDrive Sport, batería de 500Wh y una carga rápida del 60% en una hora. Precio: 3.299 euros.
- Specialized Turbo Levo: Una bicicleta de montaña eMTB ligera con un motor Specialized 1.1, batería de 320Wh y un sistema de control a través de una aplicación. Precio: 5.999 euros.
- Haibike XDURO AllMtn 8.0: Una bicicleta de montaña premiada con un motor Flyon, HPR120S, y una batería de 630Wh. Precio: 6.999 euros.
- Bicicletas eléctricas de carretera
- Cube Agree Hybrid C:62: Una bicicleta eléctrica de carretera con un motor Fazua Evation 1.0 Drive Pack y una batería extraíble de 7.000 mAh. Precio: 3.999 euros.
- Orbea Gain M20: Una bicicleta de carretera con batería integrada en el cuadro, motor de 250W y una autonomía de 75 km. Precio: 4.699 euros.
- Trek Domane+ LT: Una bicicleta de carretera de carbono con sistema de asistencia pensado para actuar cuando se necesita. Precio: 5499 euros.
Estos son solo algunos ejemplos de modelos de bicicletas eléctricas en diferentes categorías. Al considerar qué modelo elegir, ten en cuenta tus necesidades personales, tu presupuesto y la calidad de los componentes que buscas en tu bicicleta eléctrica.