Cuidar la piel a los 40 años no implica seguir los mismos rituales que a los 30 o, mucho menos, que a los 20. Mantener un cutis saludable y radiante es alcanzable cuando adoptamos hábitos de belleza meticulosos y constantes. Sin embargo, es fundamental comprender que estos hábitos no deben ser inamovibles con el paso del tiempo.
Con el envejecimiento, ciertas moléculas como las citoquinas y quimiocinas, así como la actividad hormonal, experimentan una marcada disminución. Esto puede llevar a una piel más propensa a imperfecciones y cambios no deseados.
Por esta razón, estamos comprometidos a brindarte orientación sobre los cuidados esenciales para cada etapa de la vida, y en esta ocasión, compartiremos consejos infalibles para conservar la salud de tu piel una vez alcanzada la edad de 40 años.
¿Cómo cuidar la piel a partir de los cuarenta?
Nuestra rutina diaria de cuidado de la piel es un recurso invaluable para preservar la apariencia de nuestro rostro y lucir radiantes, sin importar nuestra edad. La constancia en este hábito desempeña un papel esencial en la prevención de manchas, el mantenimiento de la firmeza y la ralentización del surgimiento de arrugas y líneas de expresión.
Por lo tanto, cuando alcanzamos los 40 años, debemos concentrarnos en los aliados indiscutibles para nuestra piel, que incluyen productos como contornos de ojos y labios, mascarillas reafirmantes y cremas con diversos principios activos.
¿Qué tratamientos seguir?
Según los consejos de la cosmiatra Patricia Kluz, antes de acostarte, es fundamental llevar a cabo una rutina de cuidado nocturno. Inicia aplicando una crema de limpieza y luego utiliza un tónico de hierbas o camomila para eliminar los restos de la emulsión de limpieza y cualquier suciedad acumulada. La aplicación de una crema de noche es opcional en este punto; puedes alternar su uso, aplicándola una noche sí y otra no.
Por la mañana, repite el proceso y seca suavemente tu rostro con una toalla, dejando la piel ligeramente húmeda, lo que facilitará el siguiente paso. A continuación, emplea un producto con ingredientes activos, como la vitamina C, preferiblemente en formato de suero para evitar la oxidación al contacto con el aire. Concluye tu rutina con la aplicación de contorno de ojos y labios.
En lo que respecta a productos que contienen los mismos ingredientes activos, ya sean células madre o antioxidantes, es importante no utilizarlos de forma prolongada. Es recomendable alternar estos ingredientes activos para estimular continuamente la producción de colágeno de la piel.
Es vital destacar que a partir de los 45 o 50 años, la piel disminuye su producción de aceites naturales, volviéndose más susceptible a los factores ambientales. En este punto, es esencial incorporar cremas nutritivas en tu rutina, alternando con las humectantes. Además, no olvides la importancia de usar protector solar en todo momento y considerar tratamientos como peeling o microdermoabrasión para eliminar células muertas.
Sin embargo, es crucial recordar que ningún régimen de cuidado de la piel dará resultados óptimos sin una alimentación rica en antioxidantes, como la vitamina A, E, C, coenzima Q10 y ácido alfa lipoico, que se encuentran en abundancia en frutas, verduras crudas y aguacate. Además, mantener una rutina de ejercicio que involucre actividad física al menos dos o tres veces por semana será un complemento perfecto para mantener una piel saludable.
Si mantener una rutina de belleza constante a los 30 años requería compromiso, a los 40 años necesitarás un compromiso aún mayor y un estilo de vida notoriamente saludable para mantener la salud y vitalidad de tu piel.
¿Cómo mantener tu piel vibrante?
Nuestra piel, al igual que otras partes de nuestro cuerpo, atraviesa un proceso de evolución con el paso del tiempo. A partir de los 40 años, experimenta cambios notables en su textura, tono y elasticidad. Estos cambios son visibles y requieren cuidados especiales para preservar su salud y belleza durante más tiempo.
En ese sentido, hemos reunido consejos esenciales para enfrentar de la mejor manera esta nueva década.
- Rutina diaria, una necesidad: A medida que envejecemos, la producción de colágeno y elastina disminuye, lo que conlleva la pérdida de firmeza, elasticidad y la aparición de arrugas y líneas finas en la piel. Para combatir estos signos de envejecimiento, es crucial establecer una rutina de cuidado personalizada. Esto implica una limpieza diaria con productos suaves pero efectivos que no irriten ni resequen la piel. Luego, aplicar sueros y cremas hidratantes que contengan ingredientes activos como retinol, vitamina C, ácido hialurónico y péptidos. Estos ingredientes estimulan la producción de colágeno, mejoran la luminosidad y ayudan a mantener la hidratación de la piel.
- Siempre protección solar y tratamientos específicos: La protección contra los daños causados por los rayos UV es esencial. Debes utilizar protector solar con un FPS de al menos 30, incluso en días nublados o en invierno. Además, considera la inclusión de tratamientos específicos como exfoliantes suaves y mascarillas faciales, adaptados a las necesidades individuales de tu piel, ya sea hidratación profunda, firmeza o luminosidad.
- Dieta e hidratación: cuidado desde adentro y afuera: El cuidado de la piel va más allá de los productos tópicos. Mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es fundamental para una piel saludable y radiante. Alimentos como frutas, verduras, pescado, nueces y semillas pueden contribuir a mejorar la apariencia de la piel desde dentro. Además, la hidratación adecuada, en forma de ingesta de agua a lo largo del día, es esencial.
- Complementos fenomenales: ejercicio y hábitos saludables: El ejercicio regular y los hábitos de vida saludables desempeñan un papel crucial en el cuidado de la piel a partir de los 40 años. El aumento en la circulación sanguínea que proporciona la actividad física suministra a la piel los nutrientes esenciales y ayuda a eliminar toxinas a través del sudor. Además, otros hábitos como un sueño adecuado, la gestión positiva del estrés y evitar el tabaco y el exceso de alcohol son factores clave para mantener una piel saludable y radiante en esta etapa de la vida.