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La República de Argentina es rica por sus numerosas cuencas hidrológicas y el Río Suquía es parte de ellas; se le conoce también como río Primero. El Río Suquía es una modesta fuente de agua dulce, pues tiene una extensión de 200 km.; que se origina de la confluencia de algunos riachos y quebradas existentes al norte del territorio, en las Sierras Chicas.

Río Suquía

Nacimiento del Río Suquía

El Río Suquía es un pequeño afluente acuífero que se desprende de una cuenca sin salida al mar ubicada en Córdoba, centro de Argentina, siendo uno de los afluentes más significativos de dicha entidad. Emerge del empalme de algunos riachos y arroyos que fluyen por la región y que surten el dique de Cruz del Eje. Su cuenca proviene de las  Sierras Chicas, con su longitud de 200 km. discurre la  jurisdicción con orientación de oeste a este del territorio cordobés.

El Río Suquía, al igual que otros afluentes menores, presenta un máximo caudal en verano, pero pueden experimentar avenidas violentas e inusitadas en el invierno.

Al final de su perpetuo recorrido el Río Suquin, drena su caudal en el Mar Chiquita, esta es una enorme  laguna, referido también como mar de Ansenuza, de origen endorreico, que se formó en la era del Pleistoceno Superior​ de elevada salinidad, está al noroeste de Córdoba, en el centro-norte de Argentina. Como la mayoría de la cuencas que fluyen por grandes ciudades, se halla bajo la amenaza del flagelo de la contaminación.

Por ser una fuente acuífera urbana, el Río Suquía discurre por el casco de la urbe de Córdoba, en Argentina, en cuyo centro de su geografía, toma por su costa meridional la cuenca del arroyo La Cañada. De la misma manera, cerca de 2 km., al este también en Córdoba, se halla la pequeña Isla de los Patos. Una vez que el Río Suquía sale de la ciudad, se comporta como una cuenca propia de llanura. (Ver también: Río Tigre).

https://www.youtube.com/watch?v=7ofaFN2Cdug

El Río Suquía, también llamado Segundo, en conjunto con el río Xanaes o Segundo, son donantes de una fuente acuífera endorreica, para llegar a conformar a la gran laguna salada de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza. Ambas cuencas sumadas al río Dulce, constituyen los tributarios primarios y superficiales que alimentan la referida gran laguna.

Sobre los datos físicos del Río Suquía, se reitera que el mismo posee una altura con relación al mar de 643 mts., y una extensión próxima a los 200 km, considerando el origen de su caudal a partir de la presa de San Roque; cuenta de igual forma, con una anchura promedio en su cuenca de 200 mts.

Del mismo modo, el caudal actual del Río Suquía, oscila entre los 10m³/s, con algunos mínimos de 1,5 m³/s, y una máximo de 24; es un caudal bastante bajo, debido a sobre la explotación de sus aguas para el riego, uso doméstico e industrial, así como por la deforestación en sus vertientes.

La formación hidrográfica del Río Suquía, se origina luego la unión de cuantiosos ríos que drenan al río Grande de Punilla, que a su vez se une a la altura de Cosquín, descendiendo desde el noroeste y se une al río Yuspe, que nace en Los Gigantes, ambos cuerpos acuíferos forman el río Cosquín, quien se junta con los arroyos Las Mojarras y Los Chorrillos al oeste de Los Gigantes.

Río Suquía

Finalmente, el Río Suquía se empalma a estos, siendo el principal tributario, el río San Antonio, que proviene del oeste en las Altas Cumbres, todas estas cuencas desaguan en el Dique San Roque, formando el dique del mismo nombre, dando origen al Río Suquía, siendo desde este punto que se referencia su dimensión total y recorrido.

Mapa del Río Suquía

La cuenca del Río Suquía o primero, pertenece geográficamente se encuentra en la jurisdicción de cordobesa, en la República de Argentina, ubicando su fuente hidrográfica de forma plena en el centro-norte de dicha localidad, bajo los siguientes datos cartográficos: entre los 30º 45’ y 32º de Lat. Sur y los 61º 50’ y 65º Longitud Oeste, aproximadamente. (Ver también: Río Itata).

Llega a ocupar sólo un pequeño sector del centro-oeste de la entidad limítrofe de Santa Fe; y conformando uno de los sistemas endorreicos del país, Sistema Laguna Mar Chiquita. La ubicación geográfica del Río Suquía dentro de la ciudad de Córdoba, responde a las coordenadas, 31°24′05″S 64°12′14″O.

De tal modo que según se observa en el mapa, su cuenca llega a abarcar un importante parte de su geografía urbana, pero también lo coloca en un inminente peligro, pues ya que de forma muchas veces furtiva, se vierten agentes tóxicos en su caudal, poniendo la salud de su cuenca bajo amenaza, lo cual se cierne sobre él desde mediados de siglo XX, por contaminación por factores antrópicos.

Río Suquia

Recorrido del Río Suquía

Como bien se ha señalado anteriormente, el Río Suquía debe su formación acuífera y cierta independencia hidrológica, gracias al empalme de algunos ríos y arroyos de la región. Por tanto, su cuenca emerge en la región de las montañas Pampeanas al norte de Córdoba, principalmente en el valle de Punilla. El río San Francisco, referido como río Grande de Punilla, con desplazamiento de Norte a Sur, se junta en la ciudad de Cosquín, con el río Yuspe, que proviene del Noroeste, en Los Gigantes.

Ambos afluentes dan origen al río Cosquín, que más adelante se empalma con el arroyo Las Mojarras y el Los Chorrillos, los cuales también provienen de Los Gigantes. Finalmente en la región sur del valle de Punilla, empalma a estos afluentes, el río San Antonio que emerge de las Altas Cumbres o Montañas Grandes.

Todas estas masas de aguas que provienen de estos sistemas montañosos, se vierten en el dique San Roque, para formar la laguna de embalse homónimo, en el murallón del dique ubicado a lo alto y al oeste del zanjón de Bamba, de donde emana el Río Suquía. (Ver también: Río Santa Cruz).

Río Suquia

De esta manera, el Río Suquía una vez que brota de la citada quebrada de Bamba, al Oeste-Este, se despide de las sierras Pampeanas, para penetrar en la penillanura cordobesa, convirtiéndose desde entonces en un río urbano de la mayor parte de la ciudad de Córdoba, la cual atraviesa. Su discurrir por esa localidad lo coloca en el casco central de esa metrópolis, y donde ya toma a la derecha el riacho La Cañada.

Por todo su descenso en la urbe cordobesa, el Río Suquía es surcado por numerosos puentes, valiendo el seudónimo a la ciudad de Córdoba, la ciudad de los puentes. Igualmente, aún inmerso en la metrópolis, cerca de unos 2 km., al este está una pequeña isla denominada isla de los Patos.

El caudal del Río Suquía cuando discurre en medio del caso de la urbanidad de Córdoba, su caudal se hace más pequeño, por lo deja tras de sí un enorme lecho acuífero cubierto por hierbas, pero esta condición cambia en las temporadas de lluvia, cuando su caudal se muestra bravío.




Ya fuera de la región cordobesa, ingresa a la planicie, en medio de la magistral planicie pampeana, en compañía del río Xanaes o Segundo, quien también es donador de la depresión endorreica que supone la cuantiosa laguna salada de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, donde finalmente drena su caudal el Río Suquía. Ambos ríos, más el Dulce o Petri, o Mishqui Mayu, son los principales aportes hidrológicos de tipo superficiales de la referida gran laguna, pues el resto son subterráneos.

Orígen de su Nombre

De acuerdo a los datos disponibles sobre el origen del nombre del Río Suquía, se tiene que el apelativo de Suquía, tiene su raíz  de las antiguas etnias establecidas en la región, compuesta por los sanavirones, anterior a la ocupación de España en la región, en el Siglo XVI. En este sentido se tiene que los colonizadores españoles, procedentes del norte del hoy jurisdicción territorial de Córdoba, cambiaron el nombre del Río Suquía con el nombre de río Primero.

Sin embargo, el término de Suquía es de origen guaraní o aborigen comechingón, cuya traducción es Aguas Cantoras o Cantos de los Brujos, como algunos locales lo refieren al Río Suquía, que atraviesa la ciudad de Córdoba. Río Salado).




Tal denominación como Río Suquía o río Primero, obedece al orden en que fueron encontrando e identificando los afluentes durante su travesía por la región, y esta cuenca fue la primera que hallaron y con mayor caudal a su paso. Por tanto desde ese momento se le denominó por ese nombre, referido así incluso, en los libros de texto hasta 1980, al finalizar la dictadura militar.

De esta forma los colonizadores continuaron renombrando los ríos a medida que los encontraban en su trayecto de Norte a Sur; llamándolos por un orden secuencial, tales como: Segundo al afluente del río Xanaes, Tercero al río Ctalamochita, Ctalamochita o Calamuchita, Cuarto al río Chocancharava), y Quinto a la cuenca del río Popopis. Mientras que las demás cuencas primarias de la región de Córdoba, discurren casi paralelos al Río Suquía o Primero, con dirección predominante Oeste-Este.

Es decir, que los españoles además de desplazar a los pueblos originarios para asentar sus poblaciones, se dieron a la tarea de modificar los nombres milenarios que poseían los ríos, cuyos nombres responden a la visión y observación del comportamiento de las fuentes de aguas en sus regiones y  presenciaron durante generaciones. Tal como el Río Suquía, que se llama aguas cantoras, posiblemente debido  un determinado sonido que emiten su aguas mientras van descendiendo.

No obstante ello, y por las iniciativas y gestiones de grupos ecologistas y medioambientalistas, en 1984 se logró nombrar por sus nombres originarios a todos los ríos que discurren en el territorio, quedando por tanto bajo denominación oficial los afluentes acuíferos de la región, retomando desde entonces, los nombres originarios por parte de sus pobladores.

Además de ser nombrada como reservorio protegido de aves de transición, debido a que su cauce es la ruta de viaje a la laguna Mar Chiquita, de especies autóctonas, muchos de ellos en peligro de extinción para llegar.

Cuenca hidrográfica

En el curso superior del Río Suquía, como afluente tributario efectivo, se encuentra a su paso con cuantiosos ríos y arroyos, como el río Yuste, Icho Cruz, Carneiro, del Cajón, San Antonio, con sus cabeceras en la región serrana occidental, como es la Sierra Chica, Cumbre de Perchel, Sierra Grande y Pampa de San Luis.

Río Suquia

Dichas cuencas donadoras del curso alto, llegan a formar las 2 cauces importantes, y que tributan a la cuenca del Río Suquía, como es el Cosquín y San Roque, que forman el lago artificial San Roque, donde actualmente se origina este. (Ver también: Río Suchiate).

En esta laguna el Río Suquía se desplaza con dirección suroeste-noroeste, hasta su drenaje en la laguna Mar Chiquita, el cual posee un régimen transitorio, que responde al nombre de Brazo de la Para, tomando como únicos tributarios al río Ceballos y a la Cañada. Mientras que los cursos que desaguan en el área de aporte, poseen un régimen intermitente, con máximos caudales en verano, durante la época lluviosa, pudiéndose producir fuertes torrentes.

En tanto que, en temporadas de sequía sus caudales merman considerablemente; situación esta que conlleva a la construcción, entre otros, del dique San Roque, el cual tiene como propósito administrar las aguas del Río Suquía y suministrar el vital líquido en forma potable a la ciudad de Córdoba. Con un caudal medio anual promedio de 9,66 m3/s, habiéndose registrado un caudal medio diario máximo de 556, y un mínimo del 10 m3/s, aproximadamente.

El Río Suquía limita al oeste por una franja divisoria orientada al norte-sur que desde la cumbre de Perchel prosigue por los cerros Ensenada y Blanco, pampa de San Luis, Los Gigantes, siguiendo hacia el sur por la cumbre de la sierra Grande hasta La Posta, en la Pampa de Achala. Por el norte y este, define el límite una línea que saliendo de El Perchel, pasa a unos 2 km, al sur de La Cumbre hasta dar frente a Santa Rosa, con la cumbre de la sierra Chica.

Por esta cima, el Río Suquía se enrumba al sur hasta el cerro El Cuadrado, desde donde gira hacia el este siguiendo la ruta de La Falda a Salsipuedes, pasando al norte de esta población para continuar por la estación General Paz, Santa Teresa, Punta del Agua
estación La Puerta y terminar en la laguna Mar Chiquita.

Con dirección sur, la zona linda con una franja imaginaria que partiendo de La Posta, pasa por El Cóndor, Copina, El Observatorio y,  desde este punto discurre por las estaciones Bouwer, Toledo, Cañada de Machado, Santiago Temple, Buey Muerto y La Para, para finalmente arribar a la laguna de Mar Chiquita donde deposita su caudal.

Río Suquia

Ciudades que afecta su cuenca

En principio el Río Suquía, afecta la propia  ciudad de Córdoba, capital de la provincia homónima, pues es esta región donde se ubica su cuenca hidrográfica. De igual forma su caudal afecta de forma directa o indirecta las siguientes jurisdicciones: (Ver también: Río Mina Clavero).

  • Cosquín.
  • Jesús María.
  • Alta Gracia.
  • San Agustín.
  • Va. del Rosario.
  • Sta. Rosa.
  • San Francisco.
  • Va. Carlos Paz.
  • Río Primero
  • La Falda.
  • La Cumbre.
  • Valle Hermoso.

La urbe de Córdoba, algunas veces referida como Docta, como metrópolis es la que se sirve fundamentalmente de las corrientes del Río Suquía, por ubicarse en el casco central del país, en medio de las dos riberas del Río Suquía. Se compone como la segunda capital con mayor densidad poblacional de la Argentina, luego de Buenos Aires y territorialmente es la más extensa. Se constituye por tanto como un importante centro cultural, económico, educativo, financiero y de turismo de la región.

En este punto de descenso en plena Capital, el Río Suquía prosigue su rumbo orientado al este hasta la región de Río Primero donde, inició un viraje en su trayecto al oeste con alternadas aberturas y estrecheces en su cauce, luego de lo cual divide en ramales recubiertos de espesura vegetal corta.

Ya casi finalizando, forma una especie de arroyo escarpado y se prepara para verter su líquido elemento en la laguna El Plata, y prontamente arriba al Mar Chiquita, en un área anegada de nombre  Boca de los Algarrobos. Justo donde culmina su incansable recorrido inmerso en el dique San Roque y la Mar Chiquita, donde el  Río Suquía abarca una longitud aproximada de 200 km.

Represas y embalses

Producto de las temporadas de verano o sequías ocurridas en la la región, el Río Suquía al igual que muchas cuencas hidrográficas de Córdoba, obligaron a la autoridades a construir numerosas presas o diques a fin de asegurar y disponer del líquido elemento para los requerimientos de los pobladores que se sirven de sus fuentes. En tal sentido, la provincia de Córdoba posee cuantiosas represas y embalses, siendo los más relevantes por su capacidad de almacenaje o por su espejo de agua, están:

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  • El Lago San Roque, es el más antiguo de los embalses más modernos construido en Latinoamérica.
  • El Dique Los Molinos.
  • La Viña.
  • Las Piedras Moras.
  • El Embalse Río Tercero, es el mayor de la Provincia y con más valor acuífero.
  • Cruz del Eje.

Tales diques poseen fines diversos, pues fungen como reservorios de agua dulce, surten de electricidad, administran los caudales hídricos, aportan aguas para la agricultura, a la práctica piscicultura y la pesca. Pudiendo la pesca configurar de tipo industrial o deportiva, pese a que los paisajes serranos en los que suelen encontrarse, estos embalses, poseen un alto valor económico para el turismo, fungiendo como balnearios y deportes náuticos.

Además de su protagonismo como reservorios naturales silvestres de gran belleza. En el noreste de la entidad se halla el enorme lago de Mar Chiquita, lugar donde drena el Río Suquía, esta posee una representativa población de flamencos. En el sur, el Chocancharava previo a la confluencia con el río Calamuchita, también forma un importante pantano, que se llama Bañados del Saladillo.

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Ahora, en el casco sur de la entidad se erige el Reservorio Provincial de flora y fauna Laguna La Felipa, en las periferias de Ucacha, más curiosa es la situación del río Popopis, ya que en el sur de la provincia de Córdoba forma una amplia y muy variable área de humedales y lagunas conocida como Bañados de la Amarga, anterior Laguna Amarga.

En algunas temporadas este río Popopis pasa a formar parte de los propios bañados, y en otras, cuando se incrementan los caudales, las aguas superan los Bañados de la Amarga y, sin un cauce predeterminado o existente previamente, y llega a unirse con el río Salado.

Historia

Luego de la exploraciones colonizadoras el actual territorio argentino, constituida por el Norte proveniente del Perú; por el Este, donde se accede por el Río de la Plata y la del Oeste que se ingresa por Chile. Tales corrientes acuíferas atrajeron la atención por presumir que en estas regiones abundaban los metales preciosos. (Ver también: Río Vaupés).

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Ya desde épocas muy antiguas, los comechingones hacían vida en las montañas cordobesas; donde data la gruta de Candonga en los tiempos iniciales de nuestra era; pero estos anteceden aún a los nativos de las vetas de Ongamira y Observatorio. Según los vestigios arqueológicos encontrados en diversos lugares de las sierras, tendrían una antigüedad de 5 milenios. Las tribus originarias habitaban la faja serrana compartido por las provincias de Córdoba y San Luis.

Estos grupos sociales se componían de pequeñas comarcas autónomas, regidas por caciques. Estos comechingones eran guerreristas, usaban el término comechingón como grito de guerra que invitaba a matar, y fue a causa de este rasgo que se bautizaron como los españoles. Muy eficaces en el manejo del arco y la flecha, así como bastones de madera dura y ocasionalmente, se valían del fuego para incendiar el refugio de sus enemigos.

Para la guerra usaban collares de cuero, y coloreaban la mitad del rostro de rojo y la otra de negro. Los anteriores pobladores se comunicaban entre ellos mayormente con el idioma sanavirona, pese a que también conviven con otras lenguas propias como el henia y camiare. Usaban ropajes largos y otras características poco comunes en la población indígena, que llamaron poderosamente la atención de los españoles, tales como la barba completa que ostentaban y la figura alta y espigada de sus integrantes.

Río Suquia

Los Comechingones es uno de los pueblos originarios de mayor riqueza pictográfica de la Argentina. Dejaron grabados y dibujos en el interior de infinidad de cuevas y cavernas. Se cuentan más de 1000 obras de arte rupestre que llegados hasta hoy día. Vivían en chozas semi subterráneas, construidas sobre pozos al ras del suelo y en las riberas de los ríos, como el Río Suquía. Subsistían de la agricultura, la recolección de frutos, la ganadería y la caza.

La conquista

La ocupación española de la comarca de los comechingones, estuvo a cargo de Francisco de Aguirre, por los años de 1556 hasta 1573, donde Lorenzo Suárez de Figueroa, le dejó a Jerónimo Luis de Cabrera, la narración sobre su expedición llevada a cabo por el territorio de la actual entidad, habiendo transitado por Salinas Grandes y Quilino hacia el sur y rebasó los valles de las Sierras Chicas.

El propósito de la expedición conquistadora del Alto Perú, era conseguir una vía para ingresar al Río de la Plata, naciendo así la ciudad, hoy urbe de Córdoba y tenedora del noble Río Suquía.

Se creó así, a orillas del Río Suquía en 1573 por Jerónimo Luis de Cabrera. Después de su creación Córdoba se adjuntó a la Gobernanza del Tucumán, adjunta al inicio a Chile y luego  al Virreinato del Perú; pero posteriormente, de la necesidad de dividir el Virreinato del Río de la Plata y su importancia estratégica, llevó a convertirla en intendencia en 1783, siendo capital, Córdoba, con unos linderos hasta las regiones de San Juan, San Luis, Mendoza y La Rioja.

Los españoles introdujeron a los jesuitas, que crearon numerosas estancias en el entorno de la ciudad y en las rutas de comunicación, asegurando una abundante producción pecuaria y afianzando las rutas del comercio. De esta forma arriban al siglo XVI, por primera vez, los religiosos jesuitas quienes, después erigiría en la Compañía de Jesús, que inició su edificación en 1650. Siendo el templo más antiguo en la ciudad, declarado monumento nacional en 1940 y Patrimonio de la Humanidad en el 2000.

Los Jesuitas en 1608, crearon el Colegio Máximo, fundamento la hoy Universidad  en 1613, y que constituye la segunda en Hispanoamérica. En calles y avenidas de esta moderna ciudad, se encuentran testimonios de la arquitectura colonial y del paso de los Jesuitas por la región de suma importancia en su desarrollo.

Estos religiosos no se ocuparon en estudiar el dialecto de los nativos cordobeses, pero si intentaron imponer en ellos el quichua, jerga está que ellos y muchos otros colonizadores conocían; esos esfuerzos, según registros de los siglos XVI y XVII, tuvieron algunos resultados, pero con la pérdida del dialecto autóctono, se extinguió también la de los comechingones.

Río Suquia

A inicios del siglo XIX, Córdoba al lado de su Río Suquía, comenzó a vivir los esplendores de la independencia, convirtiéndose progresivamente en terreno fértil de los esfuerzos que en ese sentido habrían de manifestarse en la Revolución de 1810. Encabezando las consignas autonomistas de las provincias del interior, Córdoba protagonizó un papel preponderante en el intento de conformar el sistema federal.

Dicho auge, se interrumpió en la guerra de la Independencia, y las luchas civiles posteriores. Retomando este crecimiento a mediados del siglo XIX, el incremento poblacional a causa de la inmigración foránea propició la llegada y la ramificación de los ferrocarriles y la colonización de ambas márgenes de las vías férreas y de otras tierras destinadas a tal fin.

Ya en el siglo XX, Córdoba albergó además de las aguas del Río Suquía, algunos eventos políticos trascendente, como la conmoción estudiantil de 1918 y su producto, la Reforma Universitaria y el Cordobazo de 1969. En 1927, con la creación de la Fábrica Militar de aeronaves, se dio inicio a una nueva era, la industrial, consolidándose así 30 años después al ritmo de la instalación de grandes complejos automotrices y numerosos establecimientos fabriles.

Río Suquia

Contaminación del Río Suquía

El Río Suquía originario del Valle de Punilla, mana de las cuencas acuíferas de Cosquín, San Antonio y las quebradas Los Chorrillos y Las Mojarras, donde se mezclan sus corrientes en el dique de San Roque. Lamentablemente el mismo está afectado por la polución desde hace algún tiempo, para el 2013 algunos datos mostraron una alta tasa de bacterias de origen fecal en el caudal de este noble río.

Estos lamentables resultados lo dieron a conocer luego de 3 años de investigaciones, que se efectuaron en diversas zonas de la cuenca, para luego confirmar la altísima presencia de agentes altamente tóxicos en el curso de agua.

Dicha investigación contó con algunos métodos innovadores, donde se extrajeron muestras del agua, de partículas, del lecho y del aire todo ello relacionado con el Río Suquía. Esto con el propósito de disponer de una evaluación integral sobre el estado de salud integral de su cauce. La intoxicación del agua del Río Suquía afecta notablemente otras áreas del ecosistema,  sobre todo a los peces, el lecho acuático y los sedimentos, perjudicados por bacterias y metales pesados.

Dentro de los agentes tóxicos hallados en el aire del cauce medio y bajo del Río Suquía, son de origen industrial y de vehículos, además del dióxido de azufre, proveniente de la combustión, plomo aunado a los residuos sólidos vertidos en sus costas. Infección fecal producto de las recurrentes vertientes de líquidos cloacales sin tratamiento adecuado.

En el cauce del Río Suquía se vienen realizando algunas obras, no obstante, estas reparaciones suponen canalizaciones en concreto, pero esta resulta perjudicial para el saneamiento del río, pues no permite la proliferación vegetal que coadyuva en la eliminación de agentes contaminantes en su cuenca.

En junio de 2018, igualmente se emitieron alertas sobre el Río Suquía, cuyas conclusiones señalaban que esta cuenca es el más infectado de toda Córdoba, esto debido a la ausencia de medidas de saneamiento, desde las Sierras hasta Mar Chiquita, donde ya se perciben algunos impactos nocivos para la región. Según este informa de 1,6 millones de habitantes, sólo el 37% posee sistema cloacal.

El Río Suquía, tiene décadas de descomposición aglomerada, no tiene importantes afectaciones de origen industriales, mayormente son producto de vertientes cloacales, por ausencia de medidas de tratamiento de residuos de aguas negras de más de 24 pueblos y urbes existente a lo largo de su recorrido, incluyendo su Capital como fuente principal. Transformándose en este sentido, en el desagüe cloacal, desde su cabecera en las sierras de Punilla hasta su final en la laguna Mar Chiquita.




Su lamentable estado de salud tendría solución, si durante años se hicieran las obras de saneamiento en sus 200 km. de recorrido. En este sentido, según fuentes noticiosas, se propinó un avance de los indicios del impacto de la contaminación del Río Suquía sobre la Mar Chiquita. Pese a que faltan otros estudios complementarios.

No obstante, estos avances señalan que en la Laguna del Plata, el estuario donde desagua el Río Suquía, ya da muestras de su degradación. Pues en ese punto, una porción, aún pequeña la enorme laguna, se detectó una alta presencia de cianobacterias o algas, lo cual es señal inequívoca de la presencia de fósforo y nitrógeno debido, sobre todo, los líquidos cloacales. Donde dicha porción del estuario ya tiene un parecido con el dique San Roque.

También en agosto del 2018, otro estudio determinó la ausencia de peces en el Río Suquía río abajo de la urbe cordobesa, donde se afirmaba que este caudal estaba en vía de transformarse en un río muerto. La contaminación generada por la propia ciudad, sobre todo por la Estación Tratadora de Aguas Residuales de Bajo Grande, la presencia de agroquímicos, y cloacas, no permiten que prospere ningún pez en su caudal.

Algunos entes estatales, centros de educación superior y Conicet, han estudiado varios sectores del Río Suquía durante años, sobre todo el Bajo Grande. Para lo cual requieren capturar peces con redes, este seguimiento data del período 1998 y 2002, donde se realizó un trabajo en toda la cuenca del Río Suquía, y esos años también se sentía la contaminación aguas abajo de Bajo Grande, pero la abundancia y diversidad de peces era mayor, había orilleros, mojarras, mojarras, bagrecitos, limpiafondos y viejas del agua.

Había también la especie de Gambusia affinis, el pez mosquito, que se caracteriza  por su alta capacidad de resistencia a diferentes condiciones nocivas ambientales, incluida como una de las 100 especies invasoras más dañinas. No obstante, en las últimas jornadas de capturas en el Río Suquía en 2018, no se capturó ni un solo ejemplar de este resistente pez mosquito.

Ya el Río Suquía no hay peces, es decir, no sólo no hay presencia del tipo de peces de interés científico de preservación, sino que no hay pez alguno en la cuenca de Bajo Grande, solo hay un lodo putrefacto en el lecho acuífero del río. Existen 3 tipos de peces orilleros que hacían vida habitual en los ríos a pesar de su polución, el primero de ellos que ya desapareció, es el Jenynsia multidentata, seguido del Gambusia affinis y el último el Cnesterodon decemmaculatus.

Es decir, se está ante una extinción local de especies de peces de la cuenca del Río Suquía, no hay muertes masiva como suele ocurrir cuando tienen lugar volcamientos de agentes tóxicos, donde las especies que habitan las aguas y sobrevivientes, inician su migración progresivamente con los años para aislarse de los sectores más afectados. En este caso no es así, se extinguieron del cauce.

Las noticias más recientes, en septiembre de 2019, son sombrías con relación a la salud del Río Suquía, pues los calificativos al respecto son de desastre ecológico, debido a la infestación existente en el Río Suquía. Hecho que alarma a las poblaciones dispuestas a lo largo de su trayecto, desde Córdoba hasta su drenaje en la Laguna Mar Chiquita.

Los estudios efectuados en La Para se inició por el exámen de un pez mosquito, y que luego derivó en un análisis mucho más amplio y profundo, tomando muestras del estado en el que llega el agua a Laguna del Plata.

De tal manera que se dio a conocer que la polución existente en Río Suquía supone una catástrofe, debido el cauce del río se transformó en el drenaje cloacal de la ciudad de Córdoba y zonas periféricas, lo que ha generado consecuencias  ya no solo al afluente del río, sino además en la desembocadura, de donde se extrajo la muestra para el análisis.

Dentro del conjunto de elementos tóxicos hallados, están la reiterados microbios coliformes, es decir, bacilos de origen fecal, donde 5 laboratorios distintos llevaron a cabo las pruebas y una caracterización por ADN de los residuos de parásitos que llegan hasta el drenaje del Río Suquía, es decir, hasta laguna Mar Chiquita, y la infección resultó tremenda.

Ante tales resultados, además de activarse las alarmas y medidas respectivas, se instó a la población y prohibiendo bañarse en el Río Suquía, ni consumir ningún elemento que se pesque en la zona. Hasta tanto, continúan los monitoreos sobre la cuenca del río. De igual forma hasta que no se culmine la planta planta de tratamiento de Bajo Grande en 2020, todas las poblaciones debajo, sufrirán las consecuencias.

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Pesca en el Río Suquía

Las aguas del Río Suquía anteriormente eran una rica fuente de peces, ideales para los asiduos y apasionados pescadores, no obstante según publican los propios pescadores por las redes sociales a diario se observan peces muertos en las riberas del río, los pocos ejemplares que se hallan son de escaso peso, peces de gran resistencia, o peor aún, no se consigue ni un solo ejemplar de ninguno. Otrora, en la cuenca del río abundaban:

  • Los orilleros.
  • Las carpas.
  • Las tarabitas.
  • Las mojarras.
  • Las anguilas.
  • Los bagres.
  • Las mojarritas.
  • Los bagrecitos.
  • Los limpiafondos.
  • Las viejas del agua, similares a los bagres.
  • Entre otros.

pese a ello, recientemente a inicios del 2019, a pesar de frío en la zona algunos amantes de pesca en el sector de la costanera, en Intendente Ramón Bautista Mestre, resultó ser un tramo del Río Suquía donde se podía pescar viejas del agua, abundando las mismas, aunque de menor tamaño a lo habitual, debiendo agregar además, que es un tipo de pez autóctono de esos ríos y arroyos.

Pertenecen a la la familia de los bagres, por lo que resultan muy resistentes a la contaminación, estos llegan a la ciudad por las crecidas, y en esta temporada fría del año se desplazan aguas arriba, contra de la corriente en busca de mejores opciones de alimento y reproducción.




Crecidas del Río Suquía 

Otra de las desventajas de las grandes ciudades que son atravesadas por cuencas hidrográficas, en este caso el Río Suquía, que surca la metrópolis de la Argentina, sin duda son las avenidas de estos ríos en sus calles. Este modesto cuerpo acuífero desde siempre ha sufrido de crecidas en las localidades por las cuales discurre su caudal.

En el caso particular de Córdoba, las crecidas constituyen un problema cíclico que conlleva cuantiosos daños materiales y humanos, al que en ocasiones no se presta la correspondiente atención, ya que estas se les considera como algo excepcional e impredecible. Concientizar a las poblaciones sobre sus causales y dinámica es el primer paso para su efectivo control y en la mitigación de sus efectos.

En este sentido, es menester mencionar las crecidas del Río Suquía en diciembre de 1966, donde se precipitaron sobre la región más de 250 milímetros de agua en 3 horas, con un lamentable saldo de 14 fallecidos sumado a las pérdidas materiales y destrozos de infraestructuras y viviendas; otro tanto aconteció en el año de 1988, en marzo del año 2000, con 150 mm de lluvia en una hora, dejando a su paso 3 lamentables muertes.




Igual registros están disponibles de las crecidas ocurridas durante los años 2014, 2015, etc, en muchos de estos casos, los eventos ocurrieron por eventos extraordinarios originados por tormentas, lluvias inusuales, entre otros. Siendo que tales acontecimientos continuarán a lo largo del tiempo, debido a el cauce del Río Suquía, se desplaza en pleno casco central cordobés.

Por todo ello, dicho escenario se ha repetido con menor o mayor intensidad a lo largo de los años, generando movilizaciones, evacuaciones y alertas por días, producto de las intensos temporales, que afectan la vida cotidiana de las personas, cultivos, casas, calles, etc. Por referir los temporales más recientes que afectaron la cuenca del Río Suquía, se registraron en enero de 2018, y más recientemente en mayo de 2019.

Ambos eventos llevaron a las autoridades locales a cerrar vías terrestres de manera preventiva, pues el Río Suquía, pese a su aparente dimensión, en épocas de lluvia o por eventos climáticos atípicos sus aguas se salen de su cauce y afectan la cotidianidad de la población. Y  muchas veces las viviendas se localizan muy cerca de su curso o costas, por tanto, están sobre expuestas a estos sucesos catastróficos.

¿Qué hacer? 

Lo ideal en estos casos extraordinarios, es respetar el cauce natural de los ríos, sobre todo como el Río Suquía que afecta ineludiblemente la ciudad, al tiempo que esta afecta su cuenca, torpedeando su curso natural arrojando desechos sólidos que llegan a acumularse en determinados recodos y produciendo desbordes cuando caen abundantes lluvias.

Otra medida preventiva, o que eventualmente pudiera mitigar los impactos nocivos de las avenidas del Río Suquía, es adoptar planes de las obras de control de forma racional y dimensionarlas de acuerdo al sistema donde se ubiquen.

De tal manera que contar con indicadores para el ordenamiento del territorio, constituyen herramientas claves en la prevención del riesgo de las crecidas y eventuales inundaciones del Río Suquía. Contar con programaciones urbanas para las actividades de las personas, así como la ubicación de las infraestructuras, al igual que prever en aquellos sectores críticos que requieren especial atención es obligado en cualquier estrategia de gestión del riesgo.

Finalmente, entre otras consideraciones, la generación de conciencia colectiva en el respeto y uso sustentable de los recursos naturales disponibles, teniendo presente que en el caso de los ríos, estos suelen buscar sus cursos naturales en algún momento. En el caso de Córdoba que posee el Río Suquía sobre su geografía, debe identificar las amenazas, hacerlas saber a los ciudadanos, generar conciencia sustentable a fin de prevenir los daños derivados de la ocurrencia de este tipo de eventos sobre su región.

Clima 

La atmósfera climática que envuelve la cuenca del Río Suquía curso superior, inferior o inferior, presenta dos ambientes o variantes  del relieve. En la zona de planicie, el clima, es de subhúmedo a húmedo y de subhúmedo a seco, atendiendo a la disminución de las
lluvias de este a oeste en un rango que va de los 900 a los 500 mm, con el correspondiente incremento de la estacionalidad.

En la zona serrana, debido a la dispersión geográfica de los cordones, el clima se presta para una gran variedad de atmósferas, con presencia de abundantes lluvias orográficas en las laderas orientales; que junto a la variedad de temperaturas por altura, origina el clima serrano, tipificada por islas húmedas en un entorno semiárido. Tales condiciones climáticas favorecen sin duda la generación de una rica y variada de vida animal y vegetal en la región.

Flora

En el área de influencia de la Laguna Mar Chiquita, donde drena el Río Suquía, se encuentran suelos salinos y alcalinos, particularmente en las zonas bajas, exhibiendo eflorescencias de sales, a veces de gran extensión, caracterizados por su baja permeabilidad, alto porcentaje de arcilla y elevado contenido de sales de sodio, sin vegetación o con vegetación natural adaptada a esas condiciones.

Mientras que en las partes más elevadas de estos humedales de inundación, las limitantes mencionadas son menos severas, y admiten la expansión de una vegetación natural propia de estas regiones.

La cuenca del Río Suquía está constituida por una diversa vegetación, donde predomina el bosque serrano xerófilo de tipo caducifolio, por tratarse zonas de transición entre las planicies subtropicales del Chaco y las templadas de la Pampa. La comunidad clímax es muy difícil de describir por su intensa transformación desde hace muchos años en un agrosistema. Algunas de las especies vegetales dispuestas en la región destacan:

  • Horco o quebracho.
  • Molle de beber.
  • Espinillo o acacia caven.
  • Tintitaco.
  • Tala.
  • Algarrobos blanco y negro.
  • Mistol.
  • Itín.
  • Talas.
  • Chañar.
  • Calden.
  • Tusca.
  • Brea.
  • Incienso.
  • Chañar.
  • Jume.
  • Cachiyuyo.
  • Sauces.
  • Entre otros.

Fauna

En cuanto a la fauna que puede avistarse en la región en torno al Río Suquía, se debe acotar que debido a su cauce de tipo urbano, no hay fauna es sus costas, salvo algunas aves, pese a ello, hacia el Mar Chiquita, donde desagua su caudal es, sin lugar a dudas, el más importante centro de concentración y reproducción de aves acuáticas de la provincia, y uno de los más relevantes del país. La Laguna propiamente dicha no es tan rica en aves, ya que la salinidad del agua limita su subsistencia.

Pero en la zona de drenaje de los ríos de agua dulce, como el Río Suquía entre otros, conviven cuantiosos tipos de aves acuáticas, en especial las que migran del norte, resaltando en ellas significativas colonias de estas. Mientras que en los islotes con vegetación sirven de hábitats a un amplio número de mamíferos, siendo sus pieles muy valoradas comercialmente, determinando su volumen numérico en los sectores más accesibles, como representantes faunísticos están:

  • Los flamencos.
  • Las martinetas.
  • Los chorlos.
  • Las gaviotas.
  • Los teros.
  • Las garzas.
  • Los patos.
  • Las cigüeñas.
  • Las gallaretas.
  • El halcón peregrino.
  • El loro barranquero.
  • El burrito overo.
  • La gaviota cangrejera.
  • Los conejos.
  • Las liebres.
  • El gato montés.
  • Los zorros.
  • Las comadrejas.
  • Abundantes serpientes y varias especies de sapos y ranas.
  • Gran densidad ictícola, que complementan la riqueza biótica de la región.
  • Las nutrias.
  • Entre otros.

Reservas naturales

Reservas de Bañados del Río Dulce y Laguna de Mar Chiquita este es la asignación acordada mediante el acuerdo de Ramsar a uno de los pantanos con significado universal, debidamente refrendado por el país argentino. Este complejo bio natural, lo componen los Bañados del río Dulce y la Laguna de Mar Chiquita, donde drena el modesto Río Suquía.

Esta reserva se ubica al noreste de la localidad de Córdoba, en el sector este de las jurisdicciones de río Seco y Tulumba, el norte de la entidad del Río Suquía y el centro norte de San Justo. Linda al norte con la jurisdicción de Santiago del Estero, cerca de las localidades de Morteros, Brinkmann y La Paquita.

Importancia

La ganadería tiene una gran importancia regional, ya que ofrece forraje y agua en un vasto sector que carece de agua freática utilizable; en este sentido en la región existen propiedades de unas 5.000 ha, pero sus propietarios no las habitan, por lo que son albergue de unas 21.000 cabezas de ganado vacuno.

Río Suquia

Es pertinente destacar asimismo, que los pobladores de la zona tiene tradición trashumante, con movimientos de rebaños desde Villa Candelaria, Puesto de Castro, La Rinconada, Pozo de la Olla, Rosario del Saladillo, Las Saladas y otras áreas, hacia los Bañados al comienzo del invierno y de regreso cuando inician las lluvias.

Por otra parte, está el potencial para la producción de pastizales inundables, que se basa en el efecto de los aportes de agua y sedimentos del río Dulce. Los valores de producción calculados a partir de cortes y recolección de la vegetación propician volúmenes de 43 a 52 kg/ha de forraje vegetal seco y por día bajo pastoreo continuo.

En el borde oeste de la reserva supone una fuerte presión de la frontera agrícola, con avance de los cultivos de soja, actualmente en los bañados habitan poblaciones permanente de una 300 familias. Son productores de rubros de sustento, y comercian bovinos y rumiantes menores y aves de corral.

Asimismo, en la región usan la nutria para la venta del cuero, y también pescan en los brazos del río, incluyendo el Río Suquía, usan la quema de espartillares para aprovechar el rebrote para el ganado, la cual es una práctica cultural de arraigo.

Otra importancia que reviste la reserva para la región cordobesa, pero esta vez en el mar es la pesca con fines comerciales del pejerrey en la Laguna Mar Chiquita, es una actividad que resalta por su importancia social y económica, al tiempo de ser compatible con su mantenimiento a largo plazo, de no mediar cambios importantes en los aportes hídricos a la laguna.

En este sentido, emplazadas en la Reserva se lleva a cabo la práctica de pesca comercial por unas 119 emprendimientos familiares, compuestas por cerca de 749 individuos afectados a la práctica. Mientras que en la costa sur está el turismo y la recreación al aire libre son actividades comunes en la laguna, que se han mantenido aún con los cambios en los motivos principales de visita, como son: los baños en aguas hipersalinas y barros con propiedades terapéuticas.

Actualmente en la región, existen una predisposición hacia los atractivos que brinda el paisaje de la zona, así como la vida silvestre, la pesca como deporte, la navegación, fotografía y la observación de aves, que abundan en la región. El potencial del área para llevar a cabo el ecoturismo no se limita a la localidad de Miramar y en las corrientes bajas del Río Suquía, pues alcanza otras zonas también de gran belleza.

Es también prominente la actividad vinculada al aprovechamiento de la nutria, que por tradición ha sido domesticada a partir de poblaciones silvestres habidas en los Bañados del Dulce y del Río Suquía, que al mismo tiempo fundamente una importante actividad de cría en cautiverio, selección y fijación de caracteres de pelaje, manufactura y exportación del subproducto de este animal.

Su carne también posee un ciclo para el comercio formal permitido, con buena demanda nacional. En el año 2001 la cosecha alcanzó los 32.000 pieles en 25 criaderos. Las poblaciones salvajes también aportarían cuantiosos ingresos económicos con la caza artesanal de nutrias en la zona de bañados perteneciente a la localidad de Córdoba, estimándose que la extracción podría ser de 40.000 ejemplares por año, esta actividad aún no está reglamentada, siendo una propuesta a concretar en un futuro.

El Mar Chiquita, donde drena el Río Suquía y otros afluentes también revisten importancia antropológica de gran valor. Pues muchos de los cursos acuíferos de la zona, fueron otrora vías naturales para el tránsito humano desde tiempos remotos. En la zona se han rescatado restos humanos de tipos raciales más arcaicos que los que poblaban la zona serrana de Córdoba en el momento de la conquista europea.

En la región destaca un depósito relacionado con una civilización agro-alfarera de Santiago del Estero, el cual todavía no se ha investigado. Asimismo, en la misma laguna vivió un asentamiento nativo, los quelonios, cuya cultura fue exclusivamente palustre, incluso, vivían sólo en las islas.

En la costa este y sur del Mar Chiquita, se despliegan significativos depósitos arqueológicos de la civilización sanavirona, donde se evidencias materiales líticos, urnas funerarias, abalorios, estatuillas y una gran cantidad de restos de alfarería cestería, además de restos antropológicos.

Puentes sobre el Río Suquía

Las riberas urbanas del Río Suquía poseen un esplendor particular, al tiempo de embellece y aporta valor paisajístico a la ciudad, por ello en Córdoba abundan los puentes, en primera instancia estos permiten establecer la comunicación entre los distintos pueblos y regiones de la localidad; pero además le aportan encanto y ornamentan las ciudades.

Río Suquia

A lo largo de la fundación de Córdoba como ciudad, se establecieron algunos puentes sobre el Río Suquía, pero este tipo de arquitecturas se pretendió modernizar a mitad del siglo XX, mediante un plan de urbanismo sobre el Río Suquía, para ello se diseñaron algunas obras adicionales a los puentes Avellaneda y Centenario, pero fue en los años 80, cuando se cambió la imagen empobrecida de su cauce.

En 1983 se dio inicio a la modernización del Río Suquía y se transformaron algunas de sus riberas urbanas en un parque lineo. Se dispusieron calzadas en ambas márgenes, paseos peatonales, ciclovías y dársenas de estacionamiento, entre otras mejoras. Pero sin el mantenimiento adecuado, en década del siglo 21 ya estaban en estado de descuido, y en el marco de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo se emprendió otra puesta en valor.

Se renovó de igual manera, la Isla de los Patos, y se revitalizó el tramo entre los puentes Santa Fe y Centenario. Sus riberas se acondicionaron, con pintura, luminarias, y se reparó el canal de concreto por el cauce del Río Suquía. Este mismo evento, impulsó otras construcciones de puentes como el puente en el extremo de la Av. General Paz, en sustitución del viejo Juárez Celman.

Centenario: es obra de los ingenieros Roqué y Granillo Barros, el puente es muy similar a un puente que cruza el río Sena, en París. Este descansa sobre 6 arcos con rebajas y posee 10 pequeñas terrazas como una especie de observatorios, y los escalones decorativos permiten el acceso al Río Suquía, además de contar con llamativas columnas iluminadas, que le aportan belleza y modernismo.

Antártida Argentina:  se ubica en el cruce de la calle Jujuy sobre el Río Suquía y une el Centro con barrio Alta Córdoba desde 1950. Lo edificó Roggio y el mismo posee 3 amplios arcos rebajados con revestimiento en ladrillos a la vista. Para el puente se adquirió la mundialmente conocida escultura del Oso Polar que, luego de deambular por distintos emplazamientos céntricos, hoy se encuentra en la puerta del Museo Emilio Caraffa.

Avellaneda: se levantó en 2  etapas, y el actual puente es producto de la unión de dos puentes sobre el Río Suquía. El sector derecho es el más antiguo (1889/ 1890) y tiene 8 arcos en mampostería de ladrillos. Entre 1968 y 1971 se hizo el lado izquierdo que continúa la serie de ocho arcadas, en concreto, unidas a las más antiguas.

Santa Fe: data de 1956 el que hoy día permanece sobre el Río Suquía, mientras que el original se construyó en 1890, tiene estilo moderno, en concreto armado. Fue el primero en ser refrescado mediante el plan de Puente, arte y espacio público, que consistió en la creación de murales en cinco puentes con el objetivo de recuperar los espacios públicos y renovar su imagen.




Córdoba tiene el privilegio de observar, desde la ciudad hacia el noroeste, la trencilla serrana y la amplia vista que proyecta el Río Suquía, como un dadivoso marco panorámico que enseña las estribaciones iniciales. De allí los cordobeses se apropiaron del área para caminar con sus mascotas, hacer cicloturismo, realizar energizantes prácticas físicas o sencillamente para compartir tardes de mates con amigos.

Recientemente a finales del 2018, se dio apertura a otro puente sobre el Río Suquía, que se suma a los muchos otros de la zona; es de metal, al lado del que está en la calle San Cayetano, para ingresar a Los Carolinos, al noroeste de la ciudad. Posee similitudes al que está aún sobre el río, que une la Recta Martinoli de La Carolina y la Costanera sur del Río  Suquía, optimizando el tránsito vehicular, pues cada uno tendrá un sentido de circulación distinto.

Este novedoso y moderno puente, ofrece una extensión superior a los 50 mts. x 4 mts. de ancho en la vía. Los contrafuertes cerrados son de concreto armado se apoyan en pilotes. Sumado a esto, posee un paso para el paso para peatones. Existe otro conjunto de puentes a lo largo del Río Suquía, que solo se anunciarán mediante un listín más adelante, incluyendo los ya referidos, pues no se darán mayores detalles sobre estos.

Río Suquia

A mediados del 2018, se anunciaron las obras relacionadas con 9 viaductos sobre el Río Suquía, pues hacía mucho tiempo que no se hacían obras de este tipo en la región. La finalidad es comunicar el norte y el sur de la ciudad, que divide el Río Suquía, optimizar el paso vehicular. Pues el auge del parque automotor aunado al vertiginoso crecimiento de algunas localidades aledañas al Río Suquía, hacían necesarios establecer nuevos cruces en su cauce.

En este sentido, 7 de los nuevos elevados viales en el Río Suquía ya se anunciaron públicamente, y ahora se suman otros 2 más. Uno, a la altura de la vía a Catamarca, que comunicará la comarca de Pueyrredón con el Centro, abarcando una extensión de 150 mts. de la Costanera, bajo el viaducto Sarmiento. El otro, aún en etapa de proyecto, se ubicará al norte, sobre calle Pablo Buitrago, uniendo el sector de Villa Rivera Indarte y Argüello con la Costanera.

Estos elevados viales que cruzan el Río Suquía, que sumados a los ya existentes alcanzarían un total de 30 estructuras que atraviesan su cauce. Por algo se dice que Córdoba es una de las ciudades con el mayor número de puentes sobre un mismo río. Los 9 puentes nuevos son:

  • Puente Los Carolinos.
  • Puente Buitrago.
  • Puente del Kempes.
  • Puente de la Cañada.
  • Puente Catamarca.
  • Puente 25 de mayo.
  • Puente Letizia.
  • Puente Sargento Cabral.
  • Puente acceso Costanera.

Poema del Río Suquía

El Río Suquía ha sido objeto a lo largo de su historia objeto de inspiración para poetas y artistas en general. Uno de ellos a cargo de poeta Arturo Capdevila, que lleva como título: Romance del Suquía (Río Primero). Este se refiere al cambio que sufrió el Río Suquía cuando fuera hallado por los españoles.

La otra dedicatoria se infiere que está a cargo de la comarca de Alberdi, llamado Poema de Alberdi. Es una Oda a Alberdi y al Río Suquía. Pero además hay otro poema a cargo del Poeta Urbano Cordobes. Igualmente, se han escrito canciones, incluso existe un grupo musical que lleva su nombre. Seguidamente, se colocará el primer poema:

Romance del Suquía (Río Primero)

«Yo recibía el nombre original de Suquía; y resulta que me lo arrebataron. Que de nuevo me lo den, que así quiero ser amado. Suelo llorar en las tardes esta agua mía llevando. Entre lágrimas a veces, entre lágrimas resbaló. Y es que lloro el nombre mío; el nombre que me quitaron.

Rodeado de Sauces que mi ribera engalanan, en medio de rumorosos álamos, saben decir aun el nombre con que me llamó, no lo han olvidado, en la lengua de sus hojas, toda de murmullos claros.

Así, los enormes álamos, el cielo sobre mí; los sauces que me adornan, aguas abajo, dicen, gritan y se oye: Suquía… Suquía…Suquía el viento del campo. Dadme otra vez aquel nombre Fino, suave como la brisa, dulce como sus aguas y raro; y yo, amantes, os prometo, yo que sé de enamorados, rincones de tanta paz, a sombra de árboles plácidos, que nunca habrá habido amores que pasen con más regalo.

Pero devolvedme el nombre, el nombre que me arrebataron sin permiso: que quien porta un nombre necio no ha de hacer de pasiones milagros. Yo me llamaba Suquía, y ese nombre me robaron. Ahora coloco aquí mi petitorio entre vosotros, letrados de esta Córdoba tan docta, honor de universitarios. Aquí pongo acusación del nombre que me robaron. ¡Qué me lo hagáis devolver tantos jueces y abogados!»

Recreación

La afluencia turística relacionada con el Río Suquía, se relaciona más a paseos en botes, baños en pozones, recorridos por las costas, y la pesca, que abundaba su práctica en numerosos tramos de su cuenca. No obstante debido a las condiciones de contaminación que presenta actualmente su corriente, estas actividades están suspendidas.

Río Suquia

A pesar de que el sector del lago de Mar de Chiquita donde desagua justamente el Río Suquía, posiblemente se restrinja su uso momentáneo mientras se hacen los estudios pertinentes.

No obstante, esta zona de Laguna suele recibir al año unas 80.000 persona, sobre todo en épocas veraniegas. La modalidad con que se desarrollan las labores recreativas en la zona, obedecen al tipo tradicional, ocio y recreación, con prácticas relacionadas con la playa y náuticas, incluyendo excursiones y paseos.

Asimismo, la pesca deportiva atrae un gran volumen de turismo en los meses de verano, en las costas Este y Sur de la laguna en los Camping y Hotelería de los centros urbanos próximos a la misma. Esto sumado al turismo de salud, debido a las cualidades ¡ minerales del agua y el fango, e instalaciones apropiadas, anteriormente muy popular es actualmente poco significativo.

Se realizan safaris fotográficos, observación de flora y fauna, sobre de avifauna, ya que abundan las aves en la región, e interpretación ambiental. Aunque la magnitud de la afluencia turística no representa una amenaza de impacto negativo sobre el área, la modalidad deseable para la misma es el Ecoturismo, como herramienta de impulso y expansión sustentable. Existen además una serie de opciones que se pueden llevar a cabo en la región, solo se enuncian algunas de ellas:

El Sendero Comechingón: es un recorrido por toda el área que se hace bajo la sombra en medio de cuantiosos sauces, de allí el nombre homónimo de la localidad. Inicia en el Puente El Ojito y finaliza en el Arroyo Cufré, donde se puede la vasta extensión del paisaje, convirtiéndose en un escenario ideal para contactarse con la naturaleza.

El paseo transcurre envuelto en esa mágica vegetación que posee el sendero,  en compañía de algunas especies, sobre todo de aves que se pueden ver y oír, así como observar  los vestigios de la cultura Comechingón.

Ruta del Vino: esta ruta además de la gastronomía del lugar, lleva a descubrir los variados valles turísticos y a deleitarse con la vitivinicultura local. De notable calidad, los vinos cordobeses resaltan a nivel nacional, reconocidos y premiados a nivel internacional. Ellos debido a las condiciones agroecológicas y climáticas  variable de sus diversas regiones, el vino cordobés posee un sello distinto en las diversas regiones que lo ve crecer.

Cerro Champaqui: se erige en lo más alto de las Sierras Grandes, al este de este escarpado, está la hondonada de Calamuchita y al oeste se despliega en el Valle de Traslasierra. En las laderas de su cima está un pequeño lago que se congela desde abril hasta agosto. Está a 2789 mts. sobre el nivel del mar, es la altura máxima de Córdoba. La lagunilla de su cima ha dado origen al nombre del Cerro, que significa en comechingón Agua en la cabeza, es decir, Agua en la cumbre.

Es posible acceder a este hermoso paraje, desde el Cerro los Linderos, San Javier , Los Hornillos, La Cumbrecita y Villa Alpina. Se inicia la subida por Villa Alpina, que se halla en el Valle de Calamuchita, resulta apetecible para los amantes del Trekking grupales; los más atrevidos se desplazan por sendero de hasta 3 días, durmiendo en refugios dispuestos en la base del Champaquí.

Mientras que para aquellos que desean experimentar el vértigo y la adrenalina, otro atractivo es ascender a esta cima en un vehículo 4×4. Esta aventura se lleva a cabo en un solo día, combinando algunos senderos en 4×4, con caminatas, para disfrutar del paisaje.

Agua de los Palos: es ideal para recorrer por senderos entre montañas, quebradas y ríos, incluyendo al Río Suquía. Se propone una alternativa completa de turismo aventura a través de la montaña dentro de la estancia Las Gemelas, a unos 1350 msnm, que llega hasta el río Calabalumba, y el dique Los Alazanes.

Aerosillas los Cocos: conocida como balcón de Punilla, es fantástico por lo alto, es un recorrido flotando entre escenarios naturales y vistas panorámicas. Dicho complejo serrano dispone de las telesillas más altas de la localidad, subiendo desde los 1220 msnm hasta los 1140 metros. Así, el Complejo Aerosilla cuenta con un recorrido estupendo. Son 1000 metros, ida y vuelta y tres plataformas para disfrutar con amigos o en familia.

Como valor agregado a esta actividad, se ofrece el super deslizador, el primero instalado en Sudamérica con 420 mts. cargado de adrenalina y diversión, por medio de un zigzagueante trayecto. Se suma a esta opción, un aerotrén, para desafiar a los atrevidos, pero sumamente gratificante desde lo alto.

Cabalgatas a campo traviesa: estos días de campo y las cabalgatas guiadas, suponen algunos de los recorridos estratégicos que se llevan a cabo en medio del largos y anchos parajes naturales habidos en La Falda. Desde allí, se pueden emprender recorridos y travesías a caballo por paisajes memorables. Totalmente planificado para que el visitante disfrute de una verdadera experiencia de campo compartiendo este espacio con la naturaleza que le rodea.

Caminatas y paseos: ideal para recorrer en toda fecha y temporada del año, en Potrero de Garay se ofertan trayectos energizantes a través de caminos y rutas naturales en medio de la inmensidad silvestre; además de otros recorridos por extensiones vegetales y floridos, donde abunda el verdor y los sonidos de la naturaleza, con las fuentes del Río Suquía.

Pero además, también se puede recorrer toda la costa del lago, y disfrutar de la flora y fauna autóctona, ideal para conectarse con la madre tierra. En todos estos escenarios, se mezclan y conforman bellos senderos, mostrando las montañas y el espectacular espejo de agua, posee 2 1/2 km., para disfrutar del paseo, sin dejar de pasar por las riberas del Río Suquía y el puente Las Ranas, para ingresar nuevamente por la entrada de tierra.

Río Suquia

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