Lo que aún no sabe y necesita conocer del Río Achibueno

El Río Achibueno no es un caudal principal, ya que nace de una laguna y culmina en un río, no obstante, si se ha ganado un significativo protagonismo como afluente del Loncomilla, en Chile, en Villa San Ambrosio. Este escarpado y peligroso río en parte de su trayectoria, hace frontera entre dos poblados, como son Linares y Longaví. Es muy interesante, continua leyendo y entérate de más!!

Río Achibueno

Cuenca del Río Achibueno

Se iniciará este interesante post, refiriendo la cuenca del Río Achibueno, comenzando como se refirió en la introducción que pese a no ser un afluente principal, si tiene una marcada significación, pues ocupa cerca de los 1.024 km², desde que nace, como bien se dijo, en el lago llamado igual al propio río, es decir Achibueno, hasta que confluye con el afluente del río Ancoa.  Este cuenta con un régimen pluvial, con tenues influencias nivales en las temporadas secas.

Mientras que en temporadas o estaciones de mayor humedad, el caudal del Río Achibueno suele incrementarse, lo cual sucede en los meses desde mayo hasta julio, respectivamente, atendiendo a la estación de lluvias invernales. Mientras tanto, su caudal merma en entre enero a abril, debido a la temporada seca o verano. Es decir, el Río Achibueno posee un régimen pluvial con tendencia a las crecidas en la época de lluvias.

Como consecuencia de lo anterior, las cotas de la cuenca del Río Achibueno oscilan entre los 590 y los 2.600 mts. con relación al mar. según el caso. Ahora, en cuanto a la dirección que toma su cauce, principalmente este se dirige con vista al oriente a norte así como poniente, con una distancia un poco superior a los 77 km.

Asimismo, el Río Achibueno se concibe como una cuenca hidrográfica del río Maule, de quien es tributario mediante el  río Ancoa. Es un río que presenta un régimen mixto, con un componente pluvial y otro nival, cuyo cauce se divide en 2 tramos: (Ver También: Río Mundo).

Río Achibueno

  • Tramo Superior: es el tramo del río antes que este se junte con el río Ancoa. Este tramo se caracteriza por no presentar “interferencias por extracciones o aportes generados por canales de riego”. A lo largo de este tramo es que el Río Achibueno y su cuenca se encuentran en una condición de pureza inalterada, y donde es posible encontrar especies protegidas y hermosas vistas.
  • Tramo Inferior: este demarca el área de la cuenca luego del empalme del Río Achibueno y el Ancoa, donde toma los tributos del canal Roblería y “originando a una amplia red de riego”. A lo largo de este tramo se puede presenciar el mayor impacto antrópico, con plantaciones forestales de especies introducidas, cultivos agrícolas, y emplazamientos habitacionales rurales. Una incipiente actividad turística también es posible encontrar con su respectiva infraestructura.

Historia 

No existen registros que evidencien la población de la Cordillera Andina, en la periferias del Río Achibueno, ello posiblemente a que su relieve no resulta ideal para el desarrollo de asentamientos humanos. No obstante, si se conoce de algunos pueblos precolombinos nómades Chiquillanes y Pehuenches, transitaban por la precordillera de la zona central en sus constantes migraciones entre el oriente y el poniente de Los Andes.




En este sentido no hubo, o no se tiene registro, de una población sedentaria que haya ocupado esa zona como población constituida de forma permanente, lo que hace imposible conocer como fue la vida en estas vastas regiones de extraordinaria belleza, pero también inhóspitas. (Ver también: Río Misisipi).

Ahora, durante el período de ingreso de los españoles a estas zonas, penosamente pudieron crear simbólicos asentamientos en el valle central, algunos agrícolas, muchos otros militares, muy cerca de las márgenes del Río Achibueno. En La Colonia, entre el Siglo 17  y principios del

9, esta zona siguió despoblada, y solo recibió el paso de grupos trashumantes, como arrieros, pastores, vagabundos y bandidos. Es por ellos que La Montaña fue nombrada y traída al lenguaje.

Es también en esta pequeña congregación humana donde se halla la mayor cantidad de elementos alusivos religiosos, mitos y costumbres, es decir: cultura de la Montaña. Hoy, a un siglo y medio de distancia, los habitantes de la región han acudido por primera vez a la zona, ya no como arrieros ni bandidos, sino, como visitantes que ven en ese lugar una virtud que no encuentran valle abajo, es decir como turistas atraídos por la belleza de la zona.

Esta se compone de valles angostos o cajones formados por múltiples caudales abundantes que a su vez alimentan a otros mayores, o que drenan directo al océano pacífico. Los ríos históricamente suponen la vía de acceso desde el valle hasta la zona, a través de senderos que suben por los lechos rocosos. Estos cajones en casi todas la ocasiones llevan los nombres de los ríos, como es es caso del Maule y del Río Achibueno.

En tanto, el Valle del Achibueno, se ubica al oriente de la Ciudad de Linares, en la Séptima Región. Pudiendo entender entonces que La Montaña y en particular Achibueno, que nunca se habitó de manera sedentaria, se relaciona con cierta distancia, o bien como lugar de paso, con los procesos culturales y económicos del valle central.

Desde la presión que ejercieron los pueblos originario agrícolas del valle sobre los nómades de la cordillera, hasta el intercambio de productos agropecuarios durante la escalada colonial, en un triángulo formado pro la ciudad de Concepción, por el sur; la provincia de Cuyo, por el este; y la capital, Santiago, por el norte.

Dicho eje triangular demarca unos nuevos límites orientales y ubica a la montaña andina al altura de Teno y Chillán justo como un portal entre el origen del vino y el del ganado, y devela el misterio del porque de los límites dentro de los cuales la cordillera lleva ese nombre de La Montaña.

Río Achibueno

Y es que la ausencia de la Montaña en los procesos culturales transformadores del valle central, su relieve lleno de fabulosos pliegues y peligrosos escarpados, lo ha envuelto en un estado de secreto. Ello con relación a la ubicación con respecto al llano habitable, y por quedar fuera de cualquier ruta importante de transporte que lo mantienen en un eterno reposo.

Por tal motivo, y visto la poca probabilidad de tránsito habitual, la gente de la región constantemente lo visita, pero no como asentamiento perenne, sino a través de excursiones para la pesca, cabalgatas y paseos. Muchos tienen incorporado en sus recuerdos a los volcanes y bosques el sentido y la potencia de la Aventura.

No obstante, hoy día se reconoce como habitantes Originales a las personas que habitan a lo largo del Río Achibueno y que se dedican a realizar diferentes actividades económicas, toda vez que en ellos se almacena importante y valiosa información y sabiduría relacionada con la geografía que habitan, como es el caso de los senderos, su clima, la flora, la fauna, sus mitos y costumbres del lugar. Poseen por tanto una experiencia importante en la sostenibilidad de la permanecía en el lugar.

Su dependencia económica y de arraigo con el valle del Río Achibueno obliga a desarrollar proyectos que no atenten o que de algún modo puedan lesionar o resultar invasivos para este grupo grupo social, donde se sostiene además, la dimensión trascendental del lugar, convirtiéndolos en vigilantes y guardianes permanentes de su entorno natural del que se han apropiado por generaciones.

El Achibueno como Parque 

Debido a la poca probabilidad de plantar centros urbanos en estas vastas y ricas zonas de montaña y agua, toda la región descrita permanece fuera del alcance de los urbanismos, siendo por tanto un potencial turístico de envergadura nacional y mundial, por ser un reservorio natural de interés global, razón esta que ha llevado a declararlo como una zona protegida y parque natural, poseedor de las más puras aguas y biodiversidad del mundo.

No así ha ocurrido en la zona central de Chile, quien a recibido el impacto de 400 años de establecimiento humano, en la diferentes etapas de evolución del país, y agrupa a una población cercana a los 10 millones de habitantes. Siendo por tanto, el valle central quien recibe la mayor presión de los centros poblados, la industria y la infraestructura de transportes.

Mientras todo esto sucede en los márgenes de los ríos, incluyendo al Río Achibueno, la cordillera se ha mantenido despoblada a lo largo de los años, debido al duro clima y la imposibilidad de desarrollar la agricultura así como cualquier otro tipo de explotación con fines económicos tradicionales, debido al difícil acceso. (Ver también: Río Panaholma).

Razón esta que conlleva a que las ciudades se fueron fundando desde Santiago al sur, a distancias más o menos equidistantes, cercanas a los ríos principales. Río arrima, en la cordillera, cajones boscosos han acompañado siempre las ciudades chilenas, como unos grandes lugares semiocultos de estrechos senderos y farellones; el cajón del Maipo en Santiago, Los Queñes en Curicó, Vilches en Talca y Las Trancas en Chillán.

Características del Río Achibueno

En territorio Chileno yace el Río Achibueno, cuya naciente resulta algo atípica, pues se desprende del lago homónimo, el cual se halla dispuesto al oriente del Nevado de Longaví, y del cual más adelante toma su afluente. Mientras tanto, su trayecto superior discurre hacia el occidente del llamado cordón Melado, bajo la protección de las altísimas cordilleras andinas, hasta drenar su caudal en el río Loncomilla.




Es notable del Río Achibueno, que durante la primera etapa de su recorrido, por su margen derecha toma diversos afluentes que vienen discurriendo desde las montañas andinas, otros adicionales al del río Nevado de Longaví. Así pues, que literalmente este fabuloso río se inicia en la laguna del mismo nombre, es decir Achibueno, desde donde magistralmente desciende en forma de una potente cascada. Desde este mágico lugar, comienza su rumbo, desplazándose hacia la zona conocida como el Bajo de las Lástimas, aledaña al poblado de Pejerrey.

Debido a lo difícil que resulta llegar a estas zonas, toda vez que no hay vías para vehículos hacia la confluencia con el estero llamado Las Animas, esta área se mantiene casi virgen, razón esta que hace que este valle cobre mayor belleza, pues se percibe como todo un sendero que rodea al Río Achibueno, mostrando un paisaje único y espectacular de aguas cristalinas enmarcadas por bosques y montañas.

Mientras tanto, el Río Achibueno también alimenta su caudal en el occidente, de donde toma los aportes del río Ancoa, muy cerca cerca de la vía Panamericana, a poca distancia de la ciudad de Linares. Debiendo agregar además, que en las periferias de dicha zona se halla el imponente puente ferroviario, como es el Achibueno, por donde discurre el afluente más importante de la ribera derecha del Loncomilla.

Río Achibueno

De igual modo, otro aspecto relacionado con el Río Achibueno, que no debe pasar desapercibido, es el Cajón del Río Achibueno, el cual está hacia el sureste de la provincia de Linares, el cual por demás, brinda una belleza extraordinaria, pues preserva una espesa flora, así como deslizamientos por los rápidos pozones, al igual que remansos cristalinos. Tal es su majestuosidad y belleza, que se declaró como un Santuario Natural a mediados de 2015, predominando por su valor y atractivo turístico de la Región del Maule.

Geografía y Mapa del Río Achibueno

Como bien se ha referido el Río Achibueno uno de los que tributan su caudal al río Loncomilla, región de Linares, en Maule, Chile. El mismo en un tramo de su descenso llega a formar frontera natural entre las localidades de Linares y Longaví. Su caudal producto de las épocas de lluvia, presenta gran probabilidad de que sus aguas excedan la capacidad, razón esta que lo hace vulnerable a las crecidas, por tanto, a las crecidas.

Tal condición se debe a que el Río Achibueno posee un régimen hidrológico que tiene como particularidad principal el ser de tipo mixto. Cuya capacidad de contención particular es parecida a la del río Ancoa, solo difiere en que el componente pluvial es de menor magnitud variando desde 55 l/s/km2 en mayo hasta alcanzar unos 75 l/s/km2 en agosto. Posterior a lo cual disminución en septiembre y octubre; para elevarse nuevamente en noviembre con un máximo de relativo de 70/s/km2.

Siendo notorio que desde allí se produce una recesión, propia del deshielo, cuya producción particular anual es de 48l/s/km2. Así entonces que el Río Achibueno alcanza una longitud de 105 km, comprendidos desde su nacimiento hasta su confluencia al río Loncomilla, con una inclinación media del 1,59% y una temperatura también media en la
subcuenca de 13,3°C, abarca una extensión cercana a los 1.190,7 Km2.

Ahora bien, cartográfica y geográficamente el Río Achibueno en Chile se denota que este recorre la latitud del planeta abarcando los grados 17º; 30′  así como los 56º; 30′ de latitud sur, al igual que la ladera sur occidental de América. Por tanto su peculiar posición en la geografía planetaria, le proporciona a la región una amplia y rica zona de diversos y espectaculares paisajes naturales. (Ver también: Río Coco).

Mientras que en relación a la hidrografía, el territorio Chileno se despliega alrededor de siete diferenciadas áreas, cada una de las cuales está bien definida por un sistema hidrográfico en particular, tal como ocurre con el trayecto del Río Achiabueno de ese país. Visto lo cual el río en una parte de su desplazamiento, se puede observar como forma el límite entre las comunas de Linares y Longaví, situándose por tanto, en las coordenadas 35°52′43″S 71°38′05″O respectivamente.

Trayectoria del Río Achibueno

La historia que se puede rescatar relacionada con el Río Achibueno, está a cargo del autor Francisco Solano Asta Buruaga y Cienfuegos, quien escribiera en 1899 en su obra póstuma que aportará a Chile sobre el Río Achibueno, que se desprende del departamento de Linares.

Teniendo entonces que este llegó a tomar forma a partir de algunos desagües de la falda noroeste de las montañas nevadas de Longaví y de otros arroyos, que nacen a su vez de la cordillera secundaria de los Andes, hasta enlazarse con ese monte por el lado boreal.

Desde allí desciende hacia el noroeste, luego de unos 6 km. hacia el sur de Linares, hasta tomar la diestra del río Loncomilla, por las inmediaciones del cerro de Maika. Su desplazamiento moderado, discurre a 90 km. portando un caudal regular, pero que lo rompe en varias partes: sólo tiene puente, donde lo atraviesa el ferrocarril central al sur. Posee una orillas abiertas y planas, donde abunda el cultivo, desde su cuenca alta ubicadas en las últimas faldas de los Andes, hasta su drenaje.

El Río Achibueno tiene como tributario protagónico al riachuelo de Ancoa, cuyo significado es la alteración del término anchy, sol, y huenu, arriba. Cuenta con una hoya, estrecha en toda la parte de la cordillera, para luego ensancharse considerablemente, cuando desciende al valle central, constituyendo esto una de las razones porqué se ha permitió levantar un puente vial, que en 1912 reemplazó el ferrocarril por el hermoso puente de fierro de 8 tramos, en servicio actualmente.

A partir de su cabecera hasta el Peñasco, parte en que el  Río Achibueno atraviesa toda la región montañosa, recibe de los valles vecinos las aguas cristalinas de numerosos arroyos, como es el caso es el corno el de “La Gloria”, “Las Ánimas”, “Los Hualles”, “Pejerrey”, entre otros, los cuales en invierno, se transforman en abundantes torrentes que convierten el Achibueno en un río muy caudaloso.

Esta condición de abundancia, suelen ocasionar crecidas, muy frecuentes en la historia del Río Achibueno, llevándose consigo numerosas personas. Se sabe que en 1919, en una avenida, el Río Achibueno partió el puente del ferrocarril y por muchos días obligó a los pasajeros a hacer trasbordo mientras se construía el terraplén que el agua había destruido.

Cajón del Río Achibueno

Se conoce como cajón del Río Achibueno, al área protegida relacionada con el cauce y zona de inundación de los cuerpos de agua continentales y glaciares tributarios que son los principales afluentes naturales del Río Achibueno, constituido por de cerca de 3.327 hectáreas, al igual que las laderas adyacentes y algunas márgenes de origen privado de por lo menos unas 1.260 hectáreas, teniendo en conjunto una superficie cerca de las 4.589 hectáreas.

Así se tiene que el templo natural en torno al Río Achibueno, localizado en las regiones de Linares, Longaví y Colbún respectivamente, en Maule, próximo a los 20 km tomando hacia el sureste de Linares. Parte de dicha zona, se dispone en el lugar de mayor prioridad para la protección de la biodiversidad llamado Altos de Achibueno, según el llamado plan de la región para la vida diversa del Maule, suscrito en 2003.

Dicha área se prioriza como uno de los 5 lugares de la región de mayor significancia por su biodiversidad, debido a las formaciones de su rica vegetación existente en lugar, estos poseen peculiaridades propias de bosques primarios, es decir, de muy baja intervención antrópica y, por tanto, con un bajo nivel de degradación.

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Siendo el propósito de preservación de dicho sitio prioritario, la vegetación de Maulino, típico por la ubicación en el lugar de un conjunto de especies caducifolias pertenecientes al prototipo de Nothofagus con variedades de mayor presencia como el caso del Roble Maulino así como el Hualo.

El referido parque resalta a nivel mundial, por su singular y gran valor biológico, ya que halla en una región de transición entre los biomas de selva tropical lluviosa y el de matorral, ambos considerados como 2 de las 200 ecorregiones de mayor importancia para la conservación a nivel global de 1997. Esta área se encuentra además ubicada dentro de los 34 «hotspots» de biodiversidad reconocidos mundialmente como de importancia planetaria para la conservación de la biodiversidad.

De igual forma, el área suma propiedades singulares y representativas, a nivel de ecosistemas, de especies, bien cultural y paisajístico. Mientras que en lo ecológico, se ubica en el rango de región ecológica de agua dulce mediterránea, la cual presenta la mayor riqueza de especies y el mayor grado autóctonas de Chile. A la par de la calidad del agua, que es considerada como excepcional, además de ser aguas frías y altamente oxigenadas. No hay evidencias de contaminación alguna.

A lo anterior se debe adicionar, que se han especificado 6 especies de fauna íctica nativa, de las cuales 3 están en peligro, 2 vulnerables y 1 bajo amenaza. De igual forma, el área en cuestión y que sirve de asiento para el Río Achibueno, logra reunir poblaciones de bellota del sur, lleuque andina, la hierba Senecio linearensis y guindo santo, así como también de ecosistemas caducifolios y lenga, autóctonos de la región vegetacional de Linares.

De la misma manera, se hallan en las áreas adyacentes al Río Achibueno especies en su límite de distribución, como el caso del pudú y de 2 especies de fauna íctica con amenaza de extinguirse, así como variedades arbóreas como el Roble de Santiago y Mañío de hoja larga. (Ver también: Río Motagua).

No obstante, los citados ecosistemas muy pocos están tipificados o simbolizados en las zonas bajo protección del país. Por lo tanto, la medida proteccionista del área constituye per se un aporte a lo representativo de los pisos vegetales y Bosques caducifolio mediterráneo andino.

Ahora, bien desde el punto de vista de la integridad ecosistémica, el área del Cajón del Río Achibueno representa per se un hábitat diverso y variado, posibilitando por tanto, la persistencia de los procesos ecológicos y evolutivos, el intercambio de genes entre poblaciones de una misma especie, así como la preservación de las poblaciones que allí habitan.

Por último, se debe destacar la relevancia en conservar la totalidad ecosistémica de la región, pues esta resulta vital a fin de conservar las condiciones de las aguas de los cursos de toma, abarcando el sistema natural, de conexión de los entornos acuíferos, tanto  entre la cuenca arriba como de la de abajo del Río Achibueno y otros. Constituyendo por tanto, el primer Santuario de la Naturaleza en cubrir la totalidad de los cursos de agua de una cuenca hídrica del país como tal.

Biodiversidad

Se debe acotar que la flora y fauna de Chile no es tan diversa con relación a la de otros países. Pese a ello, resalta por su alto porcentaje de endemismo, lo cual quiere decir, que hay mayor cantidad de especies que habitan de forma exclusiva en el país. Lo que sin duda conlleva a que el ecosistema sea sumamente vulnerable a cualquier cambio o invasión, ya sea humana o animal, amenazando con la extinción a diversas especies.

En razón de lo cual, se han implementado medidas preventivas y de control sobre las amenazas que puedan sobrevenir, tal es el caso de la red de parques y parques naturales que se han implementado, para justamente proteger las zonas representativas de los diferentes ecosistemas que existen a lo largo del país. Todas estas áreas están a cargo de la llamada Corporación Nacional Forestal (CONAF), que las administra y trabajar para potenciar su desarrollo.

Mientras que en el valle del curso superior del Río Achibueno al igual que en sus pares, crecen selvas autóctonas con alta diversidad de especies, donde hay muy baja densidad de población humana, caracterizada por una gran variedad de ambientes con aguas profundas, zonas de rápidos y planicies litorales. La zona es apreciada por los linarenses como una área importante para la conservación de la biodiversidad del centro-sur de Chile.

La Flora

Ya se aportó un abreboca en torno a la envergadura que tiene la biodiversidad dispuesta a lo largo de la cuenca del Río Achibueno, observadas principalmente en la provincia de Linares, en la Región del Maule, el cual constituye una zona de prioridad para su preservación, declarado recientemente como Parque Natural de Interés. En la zona se ubica un rica y variada flora vascular dentro de la cuenca.

Gracias a lo diverso de la geografía y clima, la flora en las margenes del Río Achibueno ofrece una amplia diversidad, como en caso del norte, hacia la costa, donde la vegetación es casi inexistente, salvo por una gran variedad de cactus. Mientras que hacia el norte chico y central, la vegetación va aumentando a medida que el clima se hace más húmedo, siendo la mayor parte de las especies arbustos y árboles de hojas duras.

Ahora, más con dirección al sur, predomina árboles de mayor tamaño que paulatinamente se vuelven parte indispensable del paisaje. Gran parte de diversa flora sobresale porque se ubican sólo entre los límites del territorio. Es por ello que los árboles, arbustos y enredaderas obedecen a los tipos más representativos y características de la flora nacional.

Muchas de las especies están bajo amenaza de desaparecer, pues debido a fabulosa calidad de la madera de algunos tipos de árboles autóctonos, como el caso del alerce y la araucaria, sumado al lento desarrollo, hacen que la tala de ejemplares sin control, han logrado la casi erradicación de bosques milenarios. Y el proceso de destrucción, llamado progreso por algunos, no se detiene.

De tal manera que toda la flora nativa vascular de la cuenca del Río Achibueno, se despliega en la zona una amplia variedad de especies vegetativas, con más de 250 especies de plantas nativas, muchas de las cuales son autóctonas de Chile. Las más numerosas se concentran en herbáceas, con más de 130, arbustos, una 60, así 38 especies de árboles, entre otra amplia gama de arbustos, trepadoras, orquídeas, helechos y otras herbáceas, como es el caso de:

 Río Achibueno

  • El Roble.
  • El Hualo o huala.
  • El Roble de Santiago.
  • El Raulí.
  • Orquídeas.
  • La Ñirre.
  • Ciprés.
  • El Belloto del Sur.
  • El Guindo Santo.
  • El Naranjillo.
  • Helechos diversos.
  • La Lenga.
  • El Coihue.
  • El Litre.
  • El Lun.
  • El Guayacán.
  • El Peumo.
  • El Coigüe.
  • El Avellano.
  • El Canelo.
  • El Araucaria.
  • El Alerce.
  • La Orquídea.
  • Entre otras.

La Fauna

Esta se dispone a lo largo y ancho de la geografía chilena, representado por 2 sistemas muy diferenciados. Por un lado, el área más desértica hay gran variedad de especies propias del lugar. No obstante, sobre los 3.500 mts. de altura, la influencia del clima tropical, produce un ambiente caracterizado por fuertes lluvias en verano y gran riqueza de vida vegetal de baja altura. 

Tales condiciones propician las condiciones para que vivan un conjunto de animales, como el caso de la reserva natural de Lauca, que se halla en la región primaria del país, y hábitat de una cantidad considerable de todas las variedades de aves dominantes en Chile. Poseedora de mucha riqueza animal que puede ubicarse en el centro, obviamente debido a las condiciones climáticas que son más favorables y las temperaturas difícilmente bajan de los 0ºC. 

Una representativa variedad de los ejemplares que se refieren a continuación y que forman parte de la fauna, son silvestres y/o salvajes, por lo que pueden apreciarse en las orillas del Río Achibueno y sus pares, evidenciándose una coexistencia variada de vida silvestre, como las aves, reptiles, mamíferos, entre muchos otros que conviven y enriquecen la región, destacando entre ellos:




  • Los Búhos nocturnos, se hallan 6 especies de estas aves rapaces, la mayoría de ellos en la cuenca del Río Achibueno.
  • El Concón.
  • El Nuco.
  • El chuncho.
  • El Tucúquere.
  • La Lechuza blanca.
  • El Pequén.
  • El Pudú.
  • La Yaca.
  • Truchas arcoíris.
  • Farios.
  • Patos.
  • La Chiricoca.
  • La Turca.
  • El Chorlito cordillerano.
  • La Dormilona de frente negra o el churrete chico.
  • Los Flamencos andinos, los más grandes de las tres especies que viven en el norte.
  • Los Ratones.
  • Los Zorros y otras especies pequeñas.
  • Los Pumas aún se hallan en distintos parques naturales.
  • El pequeño Ciervo pudú.
  • El Huemul.
  • Los guanacos.
  • Los Zorros.
  • Los ñandúes.
  • Entre muchos otros animales que conviven en este santuario natural y salvaje.

Principales Atractivos 

Todo el paisaje en torno al Río Achibueno, ofrece excelentes espacios y tramos naturales majestuosos, propio de postales y pinturas de interés paisajístico, en especial la cuenca alta del mismo, donde ofrece excelentes oportunidades para la práctica salvaje del canotaje o kayak, así como para el rafting. También es ideal para el descenso colectivo en balsas por rápidos por sus fuertes desniveles con corrientes de aguas bravas.

Otras opciones son el montañismo, el senderismo, la observación a lo largo de toda periferia del Río Achibueno, así como la pesca deportiva, cabalgatas y trekking, natación, entre otras actividades que propicia la zona. A continuación se describe más al detalles todas las posibilidades de recreación y aventura que se pueden llevar a cabo en sus cuencas:

Pozones del Río Achibueno: un área muy bella y el atractiva que destaca por sus aguas de vistosos y exuberantes tonos verdosos y azuladas, con abundancia de las demandadas truchas arcoíris, farios y patos cortacorrientes.

Bosque de Hualos: un rico recorrido en el Cajón del Río Achibueno, cuyo tramo del sendero lleva al parque natural, también supone uno de los sectores con mayor concentración de flora. Ofrece bosques tupidos de los típicos hualos, cipreses, bellotos y guindos santos. Reconocido en el mundo por su singularidad y valor biológico, se constituye como el área de transición entre el paisaje templado lluvioso valdiviano y matorral esclerófilo chileno.

Laguna de Achibueno: es la espectacular laguna de la naciente del Río Achibueno, que desciende por el cajón del mismo nombre y recorre los faldeos del volcán Nevado de Longaví. Se puede llegar a ésta por el único sendero que tiene el santuario, y es el hito más lejano del Cajón del Río Achibueno. Es ideal la observación, pues es uno de los paisajes más fotografiables de la ruta y se encuentra cerca a la Laguna Añintunes, donde también es posible acampar.

El Cajón del Río Achibueno: cuenta con trayectos poco concurridos, que permiten darse el lujo de nadar en aguas nítidas y agradables, además de la pesca autorizada, desde noviembre mayo. En el área se dispone de campamentos para alojarse, comidas y actividades recreativas para el disfrute familiar.

Arte rupestre: adicional a los atractivos naturales, en lo alto de las montañas, se puede observar en el recorrido,  el arte rupestre denominado “Guaiquivilo”, correspondiente a grabados que conforman un arte abstracto con gran cantidad de signos geométricos y ornamentales, que datan de hace 700 años por la cultura de los Chiquillanes, pueblo nómada que habitó en la cordillera desde Santiago hasta Chillán.

Trekking: ofrece la oportunidad de realizar largas y  revitalizantes caminatas por caminos y montañas en el propósito de disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión por rutas de diferentes dificultades y camping alrededor de lagos y esteros.

Cabalgatas: resultan toda una aventura a caballo a través de la Cordillera de Linares, donde se puede interactuar con auténticos arrieros y experimentar la fantasía de cabalgar estos prístinos paisajes ancestrales que brinda esta majestuosa  zona.

Río Achibueno

Bellotas y Ríos: también llamada Patagonia de la zona central, ideal para recorrer tramos de gran extensión de 4.556 hectáreas, encontrando cauces de agua, glaciares tributarios, bosques, laderas adyacentes y predios particulares privados que voluntariamente prestan su disposición a declarar santuario a sus propiedades.

Observación: otro atractivo bastante demandado en los albores del Río Achibueno, es la observación de la vida silvestre de la región; la cual se puede desarrollar a la flora o la fauna del lugar. En virtud de la amplia biodiversidad dispuesta en el parque, es una práctica muy habitual y altamente valorada.

Cabañas y campamentos: estos se ubican muy cerca de los parajes montañosos de las zonas de interés turístico, desde los cuales se puede partir a los paseos, bien sea por agua en canoas, o por tierra en largas caminatas, así como disfrutar de la rica gastronomía autóctona y vistas espectaculares.

Río Chiabueno

Es importante acotar, que para cualquiera de los destinos turísticos, se debe considerar el clima de la región, siendo entre octubre a mayo, la época de invierno en la cual es posible realizar algunas actividades, sobre todo al final de la temporada que se cuenta con menores cantidades de nieve. Mientras que es más favorable en verano, entre septiembre y octubre.

Poema sobre el Río Achibueno

Esta bella reflexión introductoria está a cargo del poeta y diseñador Manuel Sanfuentes, quien refirió al Río Achibueno: “Por el primer tramo del Río Achibueno, de Monteoscuro se despliega de forma su natural e impecable entre el nacimiento de las aguas y la estricta geografía de un lugar reconocido y consagrado a la más pura relación entre el hombre, el animal y la naturaleza.

Jamás sin compañía y sin aparejos, en la época veraniega, resulta el tiempo propicio para llevar los animales hacia el plácido remanso donde nutren sus barrigas pasos exquisitos. Las Veranadas del Río Achibueno, además de ser una expansión de sabiduría trashumante, nómade y temporal, son el reino del arriero y el caballo una suerte de dupla marital que hace de esta tradición un acto capital para el mundo de la tierra.




Y como en el campo toda labor a un santo se encomienda del buen hombre está puesta en manos del cordal San Sebastián que entre flechas, sangre y juventud, vela el recorrido al que pasa en tal retiro. Las Veranadas, además de  ser un actividad humana de suya necesaria, tiene un valor crucial, puesto que sin Dios sería todo pasajero y
sin sentido”.

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