En este Post referiremos la historia sobre La Rendición de Breda, conocerás el porqué de su reconocimiento como una Obra emblemática relacionada con la victoria más famosa de Ambrosio de Spínola y de España, al tiempo de que la misma ha contribuido como fuente de inspiración de innumerables obras artísticas.
Historia de La Rendición de Breda
Para poder comprender su origen y desarrollo sobre La Rendición de Breda, es necesario meterse en la propia historia de los acontecimientos ocurridos en esos aciagos años. Para esta época los Países Bajos se encontraban inmersos en la denominada Guerra de Flandes, también conocida como de los 80 años, contra España; en 1590 con Mauricio de Nassau al frente de los holandeses se hizo de la ciudad de Breda; luego de lo cual hubo una tregua por 12 años manteniendo al país en calma, esto ocurrió en el período de 1609 hasta 1621.
Esta calma culminó bajo el reinado de Felipe IV en 1621, comenzando nuevamente la guerra, ya que la intención del rey español fue recuperar la plaza perdida, por significar un símbolo de importancia para otras conquistas. Para ello el Rey nombra a Ambrosio de Spínola, quien era un noble genovés con reputación y fama de estratega militar, dotándolo de un fabuloso ejército de más de 40.000 hombres, con dirección de un importante número de generales también españoles.
Ahora bien, La Rendición de Breda, cuyo momento quedó plasmada e inmortalizada en la mano de Diego Velázquez donde refiere brillantemente la victoria que obtuvieron las tropas Españolas bajo el mando de Ambrosio de Spínola para la recuperación de la plaza conocida con el mismo nombre de Breda, que se encontraba en manos de los Holandeses desde 1590. Este hecho histórico tuvo lugar en agosto de 1624. (Ver también: Diego Velázquez)
Por su parte Spínola liderando la tropa española realizó el ataque contra el ejército holandés ocupante bajo el mando de Mauricio de Nassau; cuyo objetivo estratégico primario era cortar los suministros y provisiones, para doblegar a la resistencia, para ello ordenó la construcción de barricadas, trincheras, fuertes y túneles, no obstante, los defensores en contraposición construyeron túneles logrando interceptar y detener esta maniobra e inutilizado la mayor parte de dichas maniobras de ataque.
Esta actividad de ataque y resistencia se mantuvo cerca de un año, aun de forma muy marginal con las pocas reservas que le quedaban a los ocupantes. Ya para febrero de 1625, con una fuerza de 6000 ingleses al mando de Ernesto de Mansfeld y 2000 Daneses bajo las órdenes de Teslaje Vantec, no lograron detener la acción de las fuerzas españolas y los refuerzos provenientes de Bolduque, constituidos por infantes ligeros (300), piqueteros (158 ) y ballesteros (65).
Todo este cuerpo de guerreros y valientes hombres resistieron a los daneses en un montículo próximo al camino. Ya en este punto, acudieron las fuerzas inglesas en auxilio de los sitiados, pero tampoco pudieron romper el asedio español a la ciudad. Así pues que Justin de Nassau se rinde finalmente en Breda en junio de 1625, luego de un costoso y cruento asedio, que produjo como saldo para ambas tropas muertos y mutilados, entre ellos se encontraba Mauricio de Nassau, hermano de Justin, quien luego de enfermar en la campaña falleció finalmente.
Ubicación
Breda es una ciudad que se localiza entre los ríos Aa y Mark, provincia de Brabante para entonces era la ciudad principal de dicha zona. Estaba bien fortificada, rodeada por una trinchera profunda defensiva, alimentado por las aguas del río Mark y bajo el dominio español desde 1581, cuando los soldados españoles la habían tomado a los Neerlandeses.
En tanto, la infantería y caballería que conformaba la guarnición de la ciudad eran unos 600, también habían soldados italianos al servicio del entonces imperio español. Eduardo Lanzavecchia, era el gobernador de Breda y de Geertruidenberg, quien se encontraba en esta ciudad supervisando la construcción de los fuertes y trincheras.
El ataque a Breda
Para el mes de febrero de 1590, Lionel Vickars y Charles de Hera Sugiere, fueron los ingleses artífices del plan y estrategia para atacar la ciudad. Para dicho plan ingresan a Breda vestidos como simples pescadores y estudian y ven y la posibilidad real para su asalto. De igual forma, logran comunicarse con el Neerlandés Adrian Van der Berg quien por ser comerciante acostumbraba a ingresar y salir de Breda con un barco cargado de mercancía.
Camuflado en la carga de mercancía, introdujeron ocultos un pequeño número de soldados quienes serían los responsables de facilitar el paso de una cantidad importante de ejército proveniente de las Provincias Unidas. Esta magistral estrategia estaría bajo la autoría de Mauricio de Nassau, quien aprobó y ordenó materializar la operación sin ser descubierto.
En este sentido, Charles de Hera Sugiere acompañado de 68 soldados holandeses aguardaban en la desembocadura del río Mark la llegada del barco de Adrian Van Der Berg el 25 de febrero, conjuntamente con los capitanes Logier y Fervet, y el teniente Matthew Held. En esa misma fecha Mauricio de Nassau, Francis Vere y el conde Hohenlohe con 600 soldados ingleses, 800 holandeses y 300 de caballería, arribaron a 30 km de Breda, donde debían esperar el aviso de Hera Sugiere.
Fue así que el 26 del mismo mes, Her Sugiere y sus hombres embarcaron la nave de Van Der Berg, pero este no pudo llegar a la cita, enviando en su lugar a sus sobrinos para manejar el barco.
Debieron vencer las condiciones climáticas del invierno holandés que hacía muy difícil navegar, el viaje se retrasó llegando la tarde del sábado a Breda logrando burlar la vigilancia de los soldados y avisaron a Mauricio de Nassau, e iniciar la marcha con las tropas hacia la ciudad.
El Asalto
Los atacantes salieron del barco donde estaban escondidos la madrugada del 4 de marzo, dividiéndose en dos grupos: Her Sugiere atacó el puesto de guardia, mientras que Fervet intentaba apoderarse del armamento del fuerte. En una acción rápida que tomó por sorpresa a los soldados italianos, los holandeses acabaron con 40 defensores sin una sola baja en sus filas, los italianos se dispersaron sin ningún orden por las calles de la ciudad.
Antes del amanecer, el conde Hohenlohe arribó a las puertas de Breda con la caballería Neerlandesa y tras él Mauricio de Nassau al frente del numeroso ejército neerlandés, para entonces los 70 hombres de Hera Sugiere ya habían tomado el control de la ciudad.
Rendición y Acuerdos
Ya dispersa la guarnición italiana defensora, el joven Paolo Lanzavecchia negoció con los atacantes las condiciones de la rendición de la ciudad, que fue acordada según los siguientes términos:
- La ciudad se libraría de ser saqueada a cambio del desembolso de dos meses de paga a cada uno de los soldados participantes en el ataque.
- A los ciudadanos que quisieran dejar la ciudad se les respetaría la vida y propiedades
- Los que quisieran quedarse podrían conservar sus propiedades, y no serían molestados por motivos religiosos.
La toma de Breda, por parte de las tropas Anglo-Neerlandesas, fue una desagradable sorpresa para las autoridades españolas, con una ciudad que se suponía segura.
En tal sentido Alejandro Farnesio, ordenó el castigo de los 3 capitanes italianos responsables de la guarnición, para ello se decapitaron a los 3, otro fue expulsado y a Eduardo Lanzavecchia se le delegó del cargo como gobernador de Geertruidenberg.
Así fue que la ciudad permanece en manos Neerlandesas hasta 1625, fecha en la que los tercios españoles de Ambrosio Spinola conseguirían recapturar, conocido como La Rendición de Breda luego de un largo asedio. En 1637 Breda, después de otro asedio, volvería a manos Holandesas, esta vez ya para siempre.
Características
Dentro de las características de la historia sobre La Rendición de Breda, se deben contextualizar algunos de sus aspectos más resaltantes. Para ello necesariamente hay que referir su toma y la forma rotunda con la que se llevó a cabo esta operación; así entonces se tiene que dicha toma supuso un duro golpe para los antecedentes de prestigio de España en sus Paises Bajos de entonces; en tanto que para los holandeses constituyó una gran victoria debido entre otros aspectos, por el valor estratégico de la ciudad, y un argumento patriótico por el otro.
Para los años 1566 al 68 las provincias del norte de los Países Bajos estaban bajo el dominio español, estos dieron origen a una guerra contra la propia España que se llamó guerra de Flandes o guerra de los 80 años, donde estos territorios alzados lucharán por adquirir su independencia del entonces imperio español.
En 1579 dichas provincias se unieron conformando las Provincias Unidas de los Países Bajos, conocido también como Unión de Utrecht.
Este acuerdo que se firmó en la ciudad Neerlandesa de Utrecht el 23 de enero del referido año. Para 1581 declararon oficialmente su independencia de la corona española, tal como quedó en Acta de Abjuración, cuyo contenido fue rechazado por el rey Felipe II de España, como no podía ser distinto. (Ver también artículo: Museo Lázaro Galdiano)
En 1590 el Duque de Parma, Alejandro Farnesio para entonces gobernador de los Países Bajos Españoles se encontraba en Francia, combatiendo a Enrique IV, según órdenes de Felipe II.
Por su parte, Mauricio de Nassau fungía como estatúder de la Provincias Unidas y tenía bajo su mando al ejército Neerlandés y Johan Van Oldenbarnevelt ostentaba el cargo de Land Advocaat en los Países Bajos, este era el mayor cargo político de la época.
En tanto en Inglaterra, reinaba Isabel I quien se encontraba en guerra con España, y prestó su poderío militar a estas provincias para que lucharan contra dicho país, cuya base jurídica argumentada fue el tratado de Nonsuch de 1585.
Cabe señalar que dicho tratado se firmó en agosto de 1585 en Inglaterra y contenía el acuerdo militar entre Inglaterra y los Países Bajos bajo el compromiso de que Inglaterra suministrará tropas a estos en la guerra de los 80 años contra España. Este tratado se renovó en 1598.
Autor
Esta hermosa y representativa Obra de arte pintada en óleo sobre lienzo, denominada La Rendición de Breda, está a cargo del reconocido Artista Español Diego Velázquez, realizada por el artista entre los años 1634/1635.
Diego Velázquez nació en Sevilla en 1599, su padre fue de origen portugués y su madre española; murió en Madrid en 1660; se trasladó en 2 oportunidades a Italia, donde se codeó con grandes artistas de la época y aprendió mucho sobre los grandes maestros y sus obras.
Recibió el nombramiento por parte del rey Felipe IV como pintor de cámara o pintor oficial, lo que le originó una cómoda posición social y económica durante su vida, además de tener repetidos encargos para realizar los retratos de la familia real.
El estilo de Velázquez, fue de tendencia barroca, gustaba de la composición abigarrada, el naturalismo, para lo cual representaba tanto lo bonito, lo feo y macabro, pero con un tratamiento delicado, sus pinturas tenían unas posturas sinuosas y fuertes contrastes de color, luz y sombras.
Las curvas estaban siempre presente como se puede observar en sus obras, los pliegues de los vestidos, cabellos, sombreros, etc. Durante su vida realizó un conjunto de obras muy variadas, destacando:
- En la mitología: Marte, Venus del espejo, los Borrachos, la fragua de Vulcano, las Hilanderas
- En paisajes: Villa Médicis
- En retratos: Felipe IV, Mariana de Austria, Los bufones, Conde-Duque de Olivares, Inocencio X
- En lo religioso: Cristo crucificado, Adoración de los magos, la Túnica de José
- Costumbristas: Vieja friendo huevos, el aguador de Sevilla
- Bélicas: las Lanzas
¿Dónde se encuentra?
Esta importante obra sobre La Rendición de Breda o Las lanzas, realizado por Velázquez en 1634, fue pintada de manera magistral en Óleo sobre lienzo, tiene unas medidas de 307 cm × 367 cm, se encuentra bajo el resguardo del Museo de Prado de Madrid desde 1819. (Ver artículo: Museo de la Historia de Madrid).
El cuadro fue encargado para decorar el Salón de Reinos del madrileño Palacio del Buen Retiro, aunque hoy día este museo no existe, aun se puede contemplar sólo el Salón de Reinos y el Salón de Baile, que hoy se conoce como Casón del Buen Retiro.
Aspectos resaltantes sobre las Obras de Velázquez
En cuanto al estilo dispuesto en sus cuadros, estos se enmarcan en el estilo Barroco, mostrando una composición abigarrada y natural en cada una de las escenas dispuestas en la obra.
Las poses de los personajes se inspiran en la delicadeza, se observan contrastes entre luces y sombras y las formas redondeadas típicas de las escenas barrocas, también se muestran con la delicadeza y la maestría que sólo Velázquez sabía darle a sus obras.
De igual forma resalta los juegos de luces y sombras que hacen que resalte lo que le interesa al autor, tales como los rostros, manos, etc, tal contraste le proporciona vida y fuerza a la escena. Se utiliza la pincelada de mancha, es decir, la pincelada no sigue la línea precisa y delgada del tradicional del dibujo, sino que llena las formas de color creando imágenes a base de trazos espontáneos y libres, si bien en algunos puntos se combina dicha técnica con la técnica de detallismo, que se puede apreciar en las ropas de los personajes.
En relación a la profundidad, Velázquez destaca la lejanía usando varios procedimientos, como es el Punto de Vista Alto para mostrar todo el paisaje de atrás, lo difumina para darle aspecto de lejanía y utiliza tonos azulados, logrando un efecto de imprimación más ligera que la utilizada en su etapa sevillana, trabaja con colores fríos para dar impresión de distancia, grises, violetas, azules que crean aspecto de ligereza, clima y distancia.
Otros detalles de la obra
- Se puede observar en la esquina inferior derecha que el artista pintó una hoja de papel en blanco, donde pudiera apreciarse la firma del pintor, pero no, lo hizo como a manera de desafío.
- Otro aspecto a resaltar, es que Velázquez y el general Spínola se conocían, se conoce que eran buenos amigos. Un tiempo después del evento, viajan juntos a Italia, país de origen de este general. Se dice que allí, el artista los grandes se nutrió de los maestros de allí, donde su estilo realista y detallado se acentúa aún más.
- La Rendición de Breda, constituye una pintura que exalta las victorias españolas, es una obra propagandística, pero también es un tributo de Velázquez a su amigo Spínola. En el momento en que Velázquez pintaba la obra, Breda es recuperada por los holandeses.
- La Rendición de Breda es una de las escasas obras alusivas a un hecho histórico, para lo cual se cree que debido a la relación existente entre el artista y el general Spínola, este narró los acontecimientos de La Rendición de Breda a Velázquez con precisión y demás detalles de lo ocurrido, lo que hace de la pintura históricamente precisa y en extremo realista.
Análisis de La Rendición de Breda
Analizando la obra sobre La Rendición de Breda, se puede observar en el contenido del cuadro que Velázquez representa en el lienzo el episodio histórico ocurrido en la ciudad de Breda, Holanda en 1625, cuando el ejército español derrota a los holandeses y toman la citada localidad, cuyo acontecimiento incluye la guerra de los 30 años que acabaría con la derrota de España y la independencia de los Países Bajos.
Asimismo, se evidencia con un realismo destacado el paisaje con el humo de los restos de la batalla, se muestra a los españoles a la derecha y los holandeses a la izquierda. Los dos bandos con ropajes y armamento distintivos de ambos, se muestran a los españoles con las simbólicas lanzas y los holandeses con picas y fusiles.
El protagonismo de la escena sobre La Rendición de Breda se lo lleva sin duda el centro de la composición, mostrando a dos personajes, por un lado al español Ambrosio de Spínola recibiendo la llave de la ciudad de Breda le entrega el gobernador de forma humilde y a la izquierda está Justino de Nassau, en señal de rendición y sometimiento.
Otro elemento a destacar en esta fantástica obra, es la tranquilidad, el sosiego y el respeto por los personajes, tan típicos de las obras de Velázquez, que también se puede observar allí. Se muestra la dignidad del vencido, que se inclina sumisamente ante el vencedor, quien muestra su réplica una actitud cariñosa y tierna cuando le sonríe cortésmente y propina una leve palmada en la espalda.
De igual forma, en este cuadro Velázquez se aleja del convencionalismo y muestra el tema bélico de forma sensible y exquisita, como es la sangre, la muerte y la destrucción, quedando sólo insinuación por las humaredas del fondo; no muestra generales victoriosos soberbios y engreídos, todo lo contrario, el general español engalana una virtud excepcional, como es la clemencia y la compasión hacia el vencido, huyendo de toda humillación.
En tanto, la llave como objeto simbólico central del cuadro, queda destacado por su ubicación, sobre todo, por el contraste entre su color negro y el fondo de tonos claros que se coloca inmediatamente detrás.
Las lanzas de los españoles realzan la perspectiva del paisaje posterior, al tiempo que se observan algunas torcidas para dar mayor veracidad a la escena plasmada.
El sorprendente realismo que se muestra abarca la totalidad de la obra, cuando permite apreciar hasta las texturas de distintas telas, como lana, los bordados, la gasa, la seda, entre otros elementos existente.
Este autor logra recrear la realidad en la representación de sus personajes hasta en su psicología, convirtiendo La Rendición de Breda en particular en una galería de retratos.
Dicho realismo se puede observar en los españoles, quienes muestran una semblante de contento, no en vano son los victoriosos, llevando enormes patillas y gruesos bigotes, mientras que los holandeses por su parte no se ven tan contentos, en tanto, el paisaje del fondo es plano y brumoso como en efecto es esa zona, aunque se sabe que Velázquez nunca estuvo en Holanda.
https://www.youtube.com/watch?v=GWepZrENuAI
¿Qué representa La Rendición de Breda?
En primer lugar, Velázquez en esta obra muestra con increíble realismo un acontecimiento histórico ocurrido en la ciudad de Breda en Holanda en 1625, cuando las tropas españolas derrotan a sus contrarios holandeses y toman el control de dicha ciudad. Cuyo desencadenamiento abarca o incluye la guerra de los 30 años que finaliza con la derrota de España y la independencia definitiva de los llamados países Bajos.
Estos países bajos lo conformaban la República de 7 Países Bajos Unidos, constituido por Frisia, Güeldres, Holanda, Overijssel, Utrecht y Zelanda, quienes estaban agrupadas en la Unión de Utrecht desde 1579 hasta la ocupación francesa en 1795.
Por tanto, el lienzo fue pintado por Velázquez en un momento en que España necesitaba reavivar su reputación, que creía estaba manchada, pese a que seguía siendo una gran potencia, no obstante pasaba por un periodo de inmensas dificultades, debido según datos históricos a la revuelta de los Países Bajos. Por ello el mensaje que se pretendió mostrar es la valentía de los españoles, con una actitud de nobleza y magnanimidad ante la victoria en la recuperación de este vasto territorio.
De allí pues, que Velázquez inmortalizó en su lienzo la representación de este acontecimiento de una manera magistral, mostrando a vencido y vencedores de una manera atípica, ya que muestra el respeto, la humildad y serenidad de sus protagonistas. Esto se aprecia en sus dos personajes centrales del momento, cuando el español Ambrosio de Spínola a recibe la llave de la ciudad de Breda que hace entrega el gobernador, Justino de Nassau, en señal de rendición y aceptación de la derrota de que fuera objeto.
Otro aspecto que merece la pena resaltar es la maravillosa paz y apacibilidad que merece el respeto de sus protagonistas, aunque este aspecto es típico de las obras de Velázquez, pero él deja ese sello también esta obra sobre La Rendición de Breda. También se deja ver la dignidad del vencido, cuando sumisamente se inclina ante el vencedor. A pesar de ser un acontecimiento bélico ciertamente ocurrido en ese momento histórico, el autor plasma esta realidad con extrema sensibilidad.
Es así que en un hecho marcado por sangre, muerte y destrucción, sólo se sugieren las escenas del entorno, como es el humo, las tropas, las banderas y el humo provocado por el enfrentamiento y la desolación soslayada dejada entrever en el paisaje que enmarca el momento de la toma y rendición.
Para niños
La obra de Velázquez poseen técnicas de mucho interés e influencia para los artistas que cultivan la técnica del realismo, la cual posee principalmente consideradas muy valiosas y completas por los maestros de arte. Por ser tan completa es muy común y útil para transmitir el conocimiento y la técnica a los niños, dentro de tales elementos se tienen: la expresión, el ser humano, la naturaleza, el movimiento, el realismo y las curvas.
A los niños por lo general les llama sobremanera todos estos elementos, y a pesar del estilo Barroco presente en la obras de Velázquez, presente en la obra emblemática de La Rendición de Breda. Por ello este autor siempre se toma como referencia para impartir conocimientos a los niños, relacionados con la pintura para permitir desarrollar todos estos aspectos presentes en la obra de este autor. (Ver también: Francisco de Goya)
Dentro de todos los elementos presentes en la obra de Velázquez, predomina el realismo, presente principal y claramente en su amplia gama de texturas y elementos envueltos de naturalidad, aspecto este que los maestros procuran transmitir a los niños con interés en el arte, especialmente en la pintura. Aunque además se debe agregar, que La Rendición de Breda como obra inmortal de Velázquez, también ha llegado a los colegios en obras de teatro, lecturas, cuadernos sobre las técnicas de pintura, títeres, etc.
Comentarios
Diego Velázquez es considerado por los conocedores de la pintura, como uno de los máximos exponentes de este género de pintura española. Su estilo único y personal sirve de inspiración e influencia para muchos otros artistas, dentro de los cuales está el también famoso pintor Caravaggio, quien tenía un estilo tenebrista y naturalista. Este artista fue el Pintor oficial del rey Felipe IV. Su vida la dedicó a pintar a los miembros de la familia real y a sus mansiones.
Ahora, en cuanto a su obra magistral y punto central de este Post, tenemos la fabulosa obra de Velázquez sobre la Rendición de Breda o Las Lanzas, debiendo resaltar los principales aspectos de esta obra, para lo cual se tiene que esta representa el momento en que Justino de Nassau entrega la llave de la ciudad de Breda al general español Spínola, quien había asediado la ciudad holandesa por mucho tiempo. Dicha rendición se produjo durante el reinado de Felipe IV.
Se puede decir que sus protagonistas principales son Justino de Nassau , general defensor de la ciudad y Spínola, general español vencedor del asedio, perteneciente al bando español. El resto de los personajes se disponen a ambos lados de estos dos:
- Los españoles, del lado de Spínola
- Los holandeses, del lado de Justino de Nassau
- Los caballos complementan el escenario del primer plano, al igual que los protagonistas se disponen uno de cada lado
- Soldados desfilando, detrás de esta escena y visibles en la zona central del cuadro, en un plano más allá de la llave
- La ciudad de Breda, al fondo con edificios ardiendo y un lago
Dentro de los análisis y estudios que se han hecho a la obra sobre La Rendición de Breda, se ha establecido un parámetro evidente en cuanto a la hipótesis del autorretrato de Velázquez dentro del lienzo. Se cree que es el personaje que está situado a la derecha mirando al espectador.
Al respecto, muchos historiadores han intentado averiguar si se trataba del artista español. Tal es el caso de Angus Mayer quien abrió el debate sobre qué se trataba de un autorretrato, otros consideran que no es así, pero ciertamente se han tejido una serie de argumentos al debate. Dentro de los argumentos estaría el hecho de que la obra se realizó años después del acontecimiento histórico, por lo que el artista bien pudo incluirse en la escena.
Este emblemático cuadro que contenía dentro de sus múltiples aspectos resaltados anteriormente, también incluyó una amplia cantidad de lanzas españolas, en comparación con las armas de los Países Bajos, así como la acogida amable de los vencidos por parte de España, dichos detalles se introdujeron en la obra a petición de Olivares con el objeto de demostrar la fuerza y nobleza propias de los españoles, por orden de Felipe IV de España.