El río Júcar es uno de los más importantes ríos de España siendo el sexto más largo del país. Pertenece a la vertiente mediterránea y sus aguas que nacen en Castilla-La Mancha, fluyen por Valencia y desembocan en Albalat de la Ribera.
Características del Río Júcar
El Júcar es un río de España que recorre el este del territorio hispano. Con una extensión de 498 km, traspasa las regiones provinciales de Cuenca, Albacete y Valencia, y desagua en el mar Mediterráneo, en la población de Cullera (Valencia).
Nacimiento
Aflora a 1700 m sobre el nivel del mar, en el declive sureño del cerro de San Felipe (Montes Universales), en el sector denominado como los Ojos de Valdeminguete y próximo también al origen de los ríos Cuervo (cuenca del Tajo), Guadalaviar-Turia, Cabriel (cuenca del Júcar) y del propio Tajo, en la Serranía Hispana.
Se puede señalar que las mas importantes cordilleras de la zona fronteriza entre Cuenca y Teruel, en particular, los Montes Universales, conforman el primordial «divortium aquarum» o el principal confín de aguas entre los ríos de la pendiente atlántica y los que desaguan hacia el Mediterráneo. En se incluyen, evidentemente, a la cuenca del río Ebro con el afloramiento del río Jiloca en el subsuelo de las páramos de Pozondón (al norte de los Montes Universales). (Ver articulo Río Duero)
Toponimia del Río Júcar
En un investigación de Joan Carles Membrado Tena, de la Universidad de Valencia, denominado Toponimia sucronense en Valencia, hace referencia a la coexistencia de topónimos de origen pre-romano con otros propiamente de origen romano, árabe (muy numerosos, especialmente en el curso bajo, en la Comarca de La Ribera), catalán y castellano. Los romanos lo llamaban Sucro. En valenciano, glotónimo del catalán en el curso bajo del Júcar, es conocido como «Xúquer».
Ubicación
En el interior de España, en la región de Castilla-La Mancha se ubica el río Júcar dominado primordialmente por grandes planicies y extensos valles. No obstante, esta zona igualmente tiene ciertas áreas en verdad sorprendentes como el Cañón del río Júcar, en el noreste la provincia de Albacete, en un área conocida como La Manchuela.
Cuenca del Río Júcar
La cuenca hidrográfica del Júcar está conformada por la totalidad de las cuencas que desaguan al mar Mediterráneo, entre la orilla izquierda de la Gola del Segura, en su desagüe, y el delta del río Cenia, donde se agrega la cuenca endorreica de Pozohondo.
Aunque su cuenca es de 21.579 km2, el área total es de 42.988,6 km² y se expande por las provincias de Albacete, Alicante, Castellón, Cuenca, Valencia y Teruel, adicionalmente ocupa una pequeña región en la provincia de Tarragona.
Afluentes
Entre los más destacados afluentes del río Júcar tenemos que por la orilla derecha están:
- Cantabant.
- Escalona.
- Belmontejo.
- Sellent.
- Albaida.
Por otra lado, se encuentra bordeado por la los ríos siguientes:
- Por la derecha: Río Cabriel, río Magro, río Valdemembra.
- Por la izquierda: Río Huécar, río Moscas, río Valdemembra, río Abengibre, río Cabriel.
Clima
El clima descrito en la cuenca del Júcar es un clima típico mediterráneo con veranos calurosos y con inviernos ligeros. Se ubica dentro de los pisos bioclimáticos termomediterráneo y mesomediterráneo de ombroclimas secos. Los topes térmicos se reconocen en los meses de julio y agosto, concordando con la estación seca.
Las temperaturas promedio al año varían entre los 14 y los 16,5 ºC. La precipitación media anual es de unos 500 mm, sin embargo existe una gran variación espacial con medidas a 300 mm en las áreas más meridionales, al tanto que en otras zonas se consiguen medidas superiores a 750 mm.
Igualmente, a través de los meses de octubre y noviembre pueden generarse episodios de lluvias de gran intensidad y corta duración, distinguidos regularmente como “gota fría”. Gran parte del área del ámbito territorial del Júcar está recubierta por materiales muy permeables que facilitan la infiltración de las aguas superficiales de lluvia hacia estratos subterráneos.
Régimen Fluvial del río Júcar
Las variaciones del caudal del río en su curso alto es pluvio-nival con un tope primaveral y un volumen cuantioso. En su curso medio y bajo se ubica de acuerdo a las precipitaciones de la estación, logrando un tope otoñal concordando con la «gota fría» típica de las tierras valencianas. Como resultado de las precipitaciones torrenciales ha logrado los caudales más elevados de España, tras el Ebro. Las más importantes riadas de la historia en Alcira son:
- 4 de noviembre de 1864: 13.000 m³/s, conocida como Riada de San Carlos.
- 20 de octubre de 1982: 16.000 m³/s, conocida como Pantanada de Tous.
- 5 de noviembre de 1987: 5.200 m³/s
Recorrido del Río Júcar
El río Júcar en su extenso recorrido de 498 km pasa de elevados cursos en regiones montañosas hasta llevar su marcha a valles y planicies y vaciar sus aguas en el Mediterráneo. (Ver también Río Nilo)
Curso Superior
En su curso superior, el río Júcar transita por las tierras encumbradas de Cuenca con una rumbo norte-sur en una área de lluvias cuya promedio es superior a los 800 mm anuales por lo que logra un caudal total en Cuenca de 11,25 m³/s y un relativo de 11,43 l/s/k².
Esta sección de su recorrido es bastante pintoresca y podría determinarse como una verdadera muestra de formatos cársticas del relieve. En particular abundan los cañones y gargantas esculpidas por los mismos ríos, así como las cavernas, las torcas, dolinas, lenares y otros rarezas de erosión fluvial en rocas calizas.
Los modelos más notorios de estos formatos cársticas pueden hallarse en la Ciudad Encantada, en Las Majadas y en el mismo cauce del río Júcar y algunos de sus afluentes. Uno de ellos, el río Huécar en la mera ciudad de Cuenca, el cual conforma la Hoz del Huécar, donde se localizan las afamadas Casas Colgadas de Cuenca y en el amontonamiento de arcillas producto de la descalcificación de las margas en las zonas decaídas, dando forma a lo que conocemos como dolinas o mesetas arcillosas.
Antes de arribar al Ventano del Diablo recoge a su afluente, el río Uña, por su orilla derecha, el cual produce una laguna justamente antes de la convergencia, al contener sus aguas por el dique que se constituye en la costado derecho del Júcar.
Curso Medio
Ciertamente, no es nada sencillo exponer lo que podríamos detallar como curso medio al hablar del río Júcar. Si hablásemos de una pequeña corriente, en el que se pueden reconocer en el terreno las tres secciones en que se separa (zona de recepción, cauce de desagüe y cono de deposición) no se produciría este problema.
E igualmente no se presentaría si describiremos un río típico, en el que entre la sección de montaña de mayor inclinación y el curso bajo, con el menor desnivel, se reconoce una sección intermedia en la que la que la cuesta y el desgaste que generan son aún suficientemente fuertes (el Guadalquivir sería un paradigma en este sentido).
Para el caso del Júcar, la salida hacia la sabana aluvial que conforma la región valenciana de La Ribera proviene de una zona bastante escarpada, donde el río va muy incrustado y esa sabana aluvial es una zona sobradamente reducida. De tal manera que el Júcar se podría estimar como un río que sólo muestra, a grandes rasgos, dos segmentos: uno de montaña (o mejor dicho, mesetario) y uno de sabana.
Para resumir, el curso intermedio del Júcar podría valorarse localizado entre Villalba de la Sierra (próximo al Ventano del Diablo) y el pantano de Tous (84 msnm) en el inicio de La Ribera que ya conforma parte del curso inferior.
No obstante, esta prolongada sección media del Júcar no es totalmente uniforme, y muestra segmentos donde forma meandros libres y otras áreas de mayores desniveles, en los que se introduce profundamente, como es el sector de meandros incrustados donde se ubica la población de Alarcón.
Justamente, es en este lugar donde se halla la presa del mismo nombre que estanca las aguas del Júcar a lo extenso de más de 40 km de longitud, lo cual dice de la poca inclinación en este segmento. El hecho de que se incruste en el relieve en Alarcón evidencia el comienzo de un área de mayor cuesta en el punto donde se tuerce nuevamente hacia el sur, donde se inicia la gran curvatura hacia el este para dejar la región de La Mancha.
Previo a ello recibirá, mediante un cauce fabricado desde Albacete (municipio por el que corre el Júcar), el Canal de la Reina María Cristina, y a nivel de la población de Valdeganga, los sobrantes hídricos que brotan por los aliviaderos del acuífero de Los Llanos, alimentado esté al tanto por la cuenca endorreica del Río Jardín/Balazote que proviene desde la elevada Serranía de Alcaraz.
De esta manera, en La Mancha (específicamente, en La Manchuela), el Júcar delinea una curva de unos 90º y cambia su rumbo hacia el este, como producto de un añejo fenómeno de captura o apresamiento que sucedió hace un par de millones de años, y tras el codo de captura, se dirige hacia el este en busca del Mediterráneo.
Su trayectoria delinea copiosos meandros encajados (la Hoz del Júcar, con cortes de unos 150 m de elevación, entre Jorquera y Alcalá del Júcar), abiertos en una clase de relieve levemente doblado que conformaba inicialmente la división de aguas entre la pendiente atlántica y la mediterránea. Aquí su volumen total se reduce a causa del uso de sus aguas (antes ya se ha comenzado el trasvase Tajo-Segura) y la menor proporción de precipitaciones.
El pionero de la conservación Cosme Morillo nos detalla el fenómeno de captura y los efectos del mismo:
«En este mar interno (alude a La Manchuela cerca de 100 millones de años atrás, es decir, en el Terciario), que se prolongaba desde Cofrentes hasta La Roda y que poseía su profundidad más grande en Alcalá de Júcar, se asentaron las grandes mantos horizontales de sedimentos que hoy nos exhibe el gran cañón.
Previamente a que éste se abriera por la actividad erosiva del río, fue necesario que ocurriese un cambio relevante en la trayectoria de su cauce. Debido a que el Júcar no siempre ha marchado en busca del Mediterráneo y hubo una época en que sus aguas se destinaban al Atlántico, a donde arribaban tras desaguar en el Guadiana.
No se sabe que fue lo que definió el cambio de trayectoria, pero desde que ésta ocurrió, alrededor de unos par de millones de años atrás, el río ha excavado la magnífica secuencia de meandros encajados, que llegan hasta 150 m de profundidad, que se prolonga desde La Jorquera hasta el estanque de El Molinar.»
(Cosme Morillo, 2000)
Adicional a los meandros libres igualmente existen añejos meandros abandonados que son evidencia de un antiguo desplazamiento del cauce cuando la erosión retrógrada del río consiguió el recorrido actual del mismo, con lo que los meandros que ya existían, empezaron a profundizar e incrustarse en el relieve.
Algo después vuelve a incrustarse en la fosa tectónica de norte a sur por donde corre la carretera N-330 y en Cofrentes, donde se localiza una planta nuclear, obtiene al Cabriel (su afluente más relevante) y sus aguas son embalsadas en el estanque de Embarcaderos. Después de ello, retorna a incrustarse hondamente en el macizo del Caroig, a lo extenso de un cañón de unos 350 m de elevación, entre las mesetas de Cortes de Pallás y del Albéitar.
En esta región, incrustada entre estratos inclinándose hacia afuera del lecho, lo que señala posiblemente un antiguo anticlinal cortado en fallas y erosionado (valle anticlinal), el río se ha contenido en una serie de estanques escalonados hasta alcanzar al más nuevo e importante, el pantano de Tous. Este se ubica a unos 84 metros sobre el nivel del mar, y desde donde llegamos plenamente a la llanura aluvial de la Ribera. (Ver también Río Salado)
Curso Bajo
Tras cruzar el área de montañas del Caroche y dejar el embalse de Tous, logra su más alto volumen en Suma Cárcel, con 49,22 m³/s y 2,75 l/s/k². En este lugar, o para ser más exactos, en la Masía de Mompó (en el habitual sitio de aforo), el Júcar se expande en la llanura luego de haber traspuesto los cañones y gargantas donde se localiza el pantano de Tous, lugar en el cual sus niveles se aminoran a causa del intenso aprovechamiento para el cultivo en las Riberas Alta y Baja.
Los últimos segmentos del recorrido incrustado entre montañas favorecen la alimentación bajo tierra de ciertos manantiales artesianos («ojos» del río Verde, nacientes del añejo canal de la Reva) que se encuentran en la Ribera.
Igualmente el Canal Júcar-Turia sale de modo artificial subterráneamente desde el estanque de Tous para emerger un kilómetro al norte del nuevo poblado de Tous, desde el cual se enrumba hacia el noreste, para irrigar gran parte de la Ribera Alta y de la Huerta Sur de Valencia.
Esta región es su planicie aluvial, de gran relevancia económica, gracias a la agricultura, reconociéndose como el área de mayor densidad de población de su recorrido. La planicie está conformada por las contribuciones tanto del mismo Júcar como de sus tributarios Magro y Albaida. Aquí la corriente traza una trayectoria sinuosa con meandros y colocándose en cotas más elevadas que las tierras adyacentes, algunas de ellas reconocidos pantanos como la Albufera de Valencia.
En el recorrido bajo se ubican algunas ciudades relevantes, como es el caso de Carcagente, Alcira, localizada en un inicio en una curva del río que circundaba totalmente a la ciudad ( Alcira se traduce «isla» en árabe), Algemesí (cerca al río Magro próxima a su desagüe en el Júcar), Sueca y Cullera, ya en el mismo delta.
Desembocadura
Esta región es la de mayor riesgo de anegaciones al conformarse la planicie aluvial del río próxima a su desembocadura de 81 metros. Tras una trayectoria de 497,5 km desagua en Cullera (Valencia), sirviendo previamente de puerto deportivo para cientos de barcos, incluso de tamaño considerable, como puede observarse sin dificultad desde el castillo.
El recorrido bajo del Júcar es área de naranjos por excelencia (Vicente Blasco Ibáñez detalla muy bien la región en su afamada novela «Entre naranjos») e igualmente de cultivo de arroz, a pesar de que ya en la Ribera Baja, a lo extenso de las acequias que, proviniendo del mismo río, van a desaguar en la Albufera.
Canales y Acequias
- Canal de María Cristina: Albacete
- Acequia de La Teja: Tarazona de la Mancha
- Canal Júcar-Turia: Embalse de Tous
- Real Acequia Escalona: Suma Cárcel
- Acequia particular de Antella: Sumacarcer
- Acequia de Carcagente: Suma Cárcel
- Acequia Real del Júcar: Antella
- Acequia de la Campana: Riola
- Acequia Madre de Sueca: Riola
- Acequia de Cuatro Pueblos: Riola
- Acequia de Cullera margen derecha: Sueca
- Acequia Madre de Cullera margen izquierda: Sueca
Embalses
En su cuenca hay una serie de estanques destinados a la generación de energía hidroeléctrica, al control del caudal del río para prevenir anegaciones y la utilización para el cultivo y el consumo humano. La planta nuclear de Cofrentes emplea las aguas del Júcar para la refrigeración de ese complejo.
Adicionalmente, la energía restante en horas de menos consumo se utiliza para succionar agua hacia el embalse de La Muela localizado sobre la Muela de Cortes de Pallás, el cual ayuda a acrecentar la capacidad hidroeléctrica de las centrales en el lecho del propio Júcar (Central Hidroeléctrica de Cortes de Pallás).
Los embalses más destacados en la cuenca del Júcar son:
- el de La Toba, aguas arriba de la localidad de Uña y en la misma Cordillera de Cuenca;
- el embalse de Alarcón igualmente aguas arriba de la población de Alarcón;
- el embalse de El Picazo, ubicado próximo al anterior y cuya presa se sitúa bajo del puente de la autovía de Valencia (A-3);
- el embalse del Molinar (coordenadas 39.2076556, -1.2404233), cercano al límite de la provincia de Albacete con Valencia;
- el embalse de Embarcaderos, que recibe las aguas tanto del Júcar como de su afluente más relevante, el Cabriel;
- el de Cortes II;
- el embalse de El Naranjero;
- el de Cortes de Pallás y
- la Presa de Tous en la salida a la planicie de la comarca de la Ribera, en la provincia de Valencia.
En sus tributario sobresalen el embalse de Contreras en el Cabriel, el de Forata en el Magro, el Escalona en el río Escalona y el de Bellús en el río Albaida.
Otros Usos del Río Júcar
Los estanques y canales para irrigación, las presas para la generación de hidroelectricidad o para usos de la industria (los ejemplos de la central de Cofrentes, donde el torrente del Júcar se emplea para refrigerar la central termonuclear, y algunos otros) y el suministro de agua potable son varios de los empleos muy destacados de este río, el de mayor importancia y utilización por la Comunidad Valenciana.
Otros usos son la navegación por río (en los postreros km, en las acequias que desaguan hacia la Albufera, en la ruta para turismo fluvial entre Cofrentes y Cortes de Pallás), la pesca de río (pesca deportiva) y el turismo. Es uno de los primordiales ríos para la ejercitación del piragüismo recreativo en el sistema hispano, el cual incluye tanto segmentos de aguas impetuosas (Cortados de Villalba, Dos Aguas) como de aguas plácidas y de iniciación.
El uso de las aguas del Júcar en los segmentos finales del río (puerto de deportes y competencias de pesca) llega a completar la referencia del escritor Joan Fuster señalando el empleo tan intensivo y, por ende, al inmenso valor económico de este río. Es posible que esta corriente de agua sea, relativamente a su caudal, el más usado y el que mayor valoración económica tiene entre los ríos de España.
Pesca en el Río Júcar
El río Júcar, es uno de los mayor tamaño de España, es afamado en todo el mundo por su copiosa cantidad de peces. Miles de fanáticos y profesionales de la pesca gozan de sus vacaciones en España a lo extenso del Júcar para coger carpas, bagres, Zander y Blackbass. (Ver también Río Amazonas)
Otras variedades de peces que se pueden hallar son carpa crucian, cacho, barbo, anguila, salmonete, rudd y dice, por ejemplo. Las géneros de agua salada como la lubina, el pez azul y el palometón se pueden conseguir hasta Albacete.
El Júcar alto discurre inicialmente a través de gargantas rocosas en Cuenca, conformando un valle fluvial más amplio en su sección alta. La cota del agua del río Júcar está en su punto más elevado en primavera, al momento que otros ríos desaguan grandes cantidades de agua a través de la estación de deshielo de la nieve en los Pirineos.
El Júcar y la Literatura
Pocos escritores han ambientado sus escritos en la cuenca del río Júcar. La razón de este hecho puede corresponder a la segmentación obligada por la orografía de dicha cuenca, lo que limita una buena comunicación a lo extenso del río. De hecho el Júcar y sus tributarios son en gran parte cruzados por las grandes vías de comunicación a través de importantes obras de ingeniería
Entre los autores que hacen referencia a sitios localizados en la cuenca del río Júcar podemos nombrar, además de Vicente Blasco Ibáñez, ya citado, a Antonio José Cavanilles, Azorín y Joan Fuster, y demás.
Antonio José Cavanilles
A pesar de no ser un representante de la literatura de ficción, Cavanilles es meritorio de mención por el magnifico valor científico de su obra máxima sobre el Reino de Valencia (Cavanilles, 1797).
En su trabajo hace una minuciosa explicación sobre la cuenca baja del Júcar realzando los problemas de inundaciones que impusieron al abandono de algunas poblaciones localizadas en las zonas críticas durante las riadas (por ejemplo, el destrozo del lugar denominado Paixarella, en la convergencia del río Albaida con el Júcar por varias anegaciones en el siglo XVIII).
Se refiere igualmente a la agricultura de todas las localidades de La Ribera y, particularmente, a los efectos de la creciente siembra del arroz en suelos de dicha comarca. Su resistencia a la siembra del arroz se fundamentaba en el hecho de que daba una correlación cercana entre el cultivo del arroz y la gran mortalidad del área en relación a las áreas o municipios en los que no se sembraba este cereal:
«La experiencia originó aquella moraleja valenciana: Si vols viure poc y ferte ric, vesten a Alberíc; si en vols mes, a Masalavés. Como si dixera: si quieres lucrarte y después morir, vete a Alberíc a vivir; ó ve a Masalavés, donde tan cierto es»
(Antonio José Cavanilles)
Luis de Góngora y Azorín
Luis de Góngora y Argote redactó en 1603 una poesía titulada «En los pinares del Júcar», como parte de la colección «Poemas del alma» y allí se refiere al río Júcar, como marco de los bailes de unas serranas (en referencia a la Serranía de Cuenca).
José Martínez Ruiz, mejor referido por su apodo de Azorín, revive parte de dicha poesía en su novela «Don Juan» de 1922:
«Una moza va y viene por la casa y las tierras.
De nombre Virginia y es hija del cachicán.
En los pinares del Júcar
vi danzar a unas serranas,
al ritmo del agua en las piedras
y al ritmo del viento en las ramas…
¡Qué bien danzan las serranas,
qué bien danzan!»
(Azorín)
En relación a la copla inserta en esta última obra, Ángel Lacalle se refiere al origen popular y por ende, anónimo, de la misma:
«Acerca de un cantar popular ha escrito Azorín esta página en que nos relata las habilidades y virtudes de Virginia, la moza más alta y estilizada de Paracuellos que desde que llega la mañana hasta la noche no se agota de trajinar y que además es la moza que mejor danza en la Plaza»
(Ángel Lacalle)
Vicente Blasco Ibáñez
Como ya se ha indicado, Blasco Ibáñez adecua alguna de sus novelas a las cercanías del Júcar, en el curso inferior de este río, en particular, en la obra a la hemos hecho referencia, «Entre naranjos», obra que se desenvuelve en Alcira y en la que se detalla una riada del Júcar:
«La solitaria preocupación era si llovería simultáneamente en las montañas de Cuenca. Si descendía agua de allá, la anegación sería cosa seria. Y los curiosos se esforzaban de noche por adivinar el color de sus aguas, con temor a verlas negruzcas, señal verídica de que provenían de la otra provincia»
(Vicente Blasco Ibáñez).
Joan Fuster
El autor, poeta, filólogo, historiador y ensayista valenciano Joan Fuster, que nació en la ciudad de Sueca en 1922, es uno de los escritores que ha tenido preocupación por el estudio de la geografía e historia de la Comunidad Valenciana en general y de la comarca de La Ribera particularmente (Sueca, su ciudad nativa, es la capital de la comarca de la Ribera Baja).
En su trabajo «País valenciano» (Joan Fuster, 1962) hace una magnífica descripción geográfica e histórica de la cuenca baja del Júcar, destacando el progreso económico de la zona con la siembra del naranjo (comenzado en el siglo XVII en Carcagente y Alcira, como igualmente señaló Cavanilles) y del arroz, concentrado en la Ribera Baja:
«El Júcar sale a encontrarnos. En sus meandros terminales, y pese a la constante sangría que viene sufriendo a lo extenso de la Ribera, lo conseguimos más caudaloso que nunca, con fuerza aún para anegar los amplios términos de Cullera y Sueca.
Dos azudes, próximos a esta última ciudad, le extraen el agua necesaria al enorme arrozal y aún le queda mucha que, pausada y arcillosa, se renuncia en el mar»
(Joan Fuster, 1962).