En esta ocasión deseamos presentarles una de las obras más influyentes del siglo XVIII, Crimen y Castigo, resumen, autor, argumento y mucho más sobre el gran trabajo de Fiódor Dostoievski. Continua leyendo y aprende todo sobre aquel libro que permitió que Sr. Dostoievski se destacara como un gran escritor en Rusia.
Libro Crimen y Castigo
Conocida primeramente bajo el nombre «Преступле́ние и наказа́ние», Crimen y Castigo nos muestra una impresionante novela que inserta características de psicología, una verdadera obra de arte de «Fiódor Dostoievski».
Escrita alrededor del 1860, fue publicada en el año 1866 utilizando como principal medio publicitario un periódico bastante conocido en Rusia por aquellos años. Dicho periódico se encargó de presentar la historia en 12 fragmentos, pudiendo acceder al contenido a un bajo precio. Posteriormente Fiódor Dostoievski recibiría la oportunidad de transportar su escrito al mundo literario, creando una versión novelada y con mayor lujo de detalles.
Sin duda la historia de Crimen y Castigo representó un gran avance en el mundo de la literatura Rusa y de gran parte de Europa, pues no por nada es considerada (en conjunto con la novela «Guerra y Paz») como aquella novela que revolucionó los estándares literarios de la época. Una trama brillante, narrativa muy pulida y personajes con personalidades totalmente distintas, es solo un poco de los que ofrece Crimen y Castigo.
Otro dato fue el revuelo que causaron algunos fragmentos del libro en grandes escritores reconocidos en el futuro, siendo el ejemplo más conocido «Stefan Zweig». El señor Zweig afirmó en una entrevista que la obra de Dostoievski era escritura del más alto nivel y que los diálogos que ocurren entre el protagonista y la policía demuestran un estilo desconocido en su momento, la cima de la literatura en los años de 1800.
Argumento
El libro nos cuenta acerca del estilo de vida que posee «Rodión Raskólnikov», un joven que ha pasado la mayor parte de su vida como un estudiante en la capital de «Rusia», «San Petersburgo», poseyendo un particular deseo de ayudar a su familia.
Lamentablemente la situación del joven Rodión no es la mejor del mundo, padeciendo una gran cantidad de problemas económicos que lo obligan a dar por termino sus estudios. Aquel chico había conseguido unas impresionantes calificaciones en la preparatoria y ahora que por fin había entrado a una buena universidad para estudiar la carrera de su vida, tendría que dejarlo todo debido a la pobreza.
Tanto su madre y hermana intentan en varias ocasiones ayudarle económicamente para que este continúe estudiando, pero todos los esfuerzos parecen inútiles debido a los altos costos de la carrera de derechos. Finalmente su hermana Dunia sacrifica su propio bienestar al casarse con un hombre muy rico, pero con mala fama, de forma que pueda ayudar a su hermano a no dejar los estudios.
Rodión nunca fue una persona que le gustase que los demás se lastimaran por él, un principio que le impide ver con buenos ojos la acción de su hermana y negándose a aceptar esa boda. Luego de idear diferentes estrategias para solucionar sus problemas y los de sus familiares, decide que la única solución será asesinar y robar a una de las ancianas más ricas de las cercanías.
Moralidad del lector
Fiodor Dostoievski siempre fue un amante de la psicología y en su libro Crimen y Castigo decide que jugar con la moralidad del podría ser algo interesante. En la historia nos encontramos a un muchacho algo impulsivo pero de buen corazón, quien debido a las situaciones comete el error de su vida al realizar un gran crimen. Quedará de parte del lector decidir si sus actos son justificable o es meramente un criminal que debe pagar por sus propios delitos.
Es impresionante como la historia te obliga a compadecerte incluso de personajes que son indiscutiblemente negativos, ya que no hay nadie que sea realmente malvado, todos son víctimas y victimario de las situaciones que viven. Ahora queda de su parte escoger que se encuentra bien y mal, comparando hasta que punto sería capaz de dañar a otros con tal de obtener aquello que deseas.
Análisis
Cada característica del libro escrito por Fiódor Dostoievski es impecable, diseñando una obra maestra en el mundo de la literatura, especialmente la dramática y el suspenso. Si tuviera que escogerse un punto fuerte entre todas las inmensas virtudes de la historia, destacarían los personajes, sobre todo él protagonista con el cual puedes llegar a identificarte.
Todo comenzará a distorsionarse dentro de la mente de «Rodión Raskolnikov», creando el conjunto perfecto para llevarlo a realizar acciones que en otros momento le habrían parecido imposibles. Analizando a fondo sus pensamientos, notaremos que es una persona que afronta diversos problemas mentales y psicológicos, los cuales desembocan en aquel crimen que marcaría su vida para siempre.
Autor Sr. Dostoyevski
El señor Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (escrito en ruso de la siguiente forma: Фёдор Миха́йлович Достое́вский) nació en la ciudad de «Moscú», en «Rusia Imperial» el día 11 de noviembre del año 1821 – quien fallecería a la edad de 60 años en la Capital de «Rusia», San Petersburgo» el día 9 de febrero de 1881. Destaca por ser uno de los mayores escritores del siglo XVIII y XIX, poseyendo un estilo particular donde combina la literatura junto a la psicología, una característica que lo llevaría a ser de los mejores de sus tiempos.
También es conocido que llegó a investigar y escribir sobre diversos temas, especializándose en lo político, espiritual y social, géneros que eran bastante controversiales en la Rusia Zarista del siglo XIX. Si tenemos en cuenta las restricciones que ponía el gobierno que se encontraba en el poder por aquellos años, sin duda Fiódor se arriesgaba bastante al escribir algunas de sus obras, ya que no tenía miedo a expresar la miseria que padecían los pobres y las clases bajas de Rusia.
Después de su muerte y con el pasar de sus años los libros de este autor Ruso comenzaron a tener cada vez más relevancia, especialmente en la parte Occidental de Europa. Cada vez que aparecía un nuevo escritor de renombre (especialmente de origen ruso) citaban la vida Fiódor como una de sus inspiraciones, pues sin duda cada historia escrita por él parecía mejor que la anterior. Un ejemplo perfecto de esto sería el autor «José Ortega y Gasset», quien dijo lo siguiente:
«En tanto que otros grandes declinan, arrastrados hacia el ocaso por la misteriosa resaca de los tiempos, Dostoyevski se ha instalado en lo más alto».
Esto nos demuestra que incluso con el pasar del tiempo Fiódor Dostoyevski conseguía obtener un gran nivel de aceptación, creando una enorme influencia en los escritores Europeos.
Influencia
La impresionante trayectoria que poseen los libros de Fiódor Dostoyevski terminó afectando de una u otra forma a la literatura de la época moderna. Fueron multitud los autores que llegaron a reconocer a Dostoyevski, pudiendo mencionar a; «Jean Paul Sartre», «Henry Miller», «William Faulkner», «Franz Kafka» y muchos otros que poco a poco parecían adaptar sus estilos para obtener similitudes con él.
Rusia también se vio afectada de forma positiva, pues sus escritos no demostraban ningún favoritismo por la política o gobernante, tratando de parecer lo más imparcial posible y hablando con crudeza de las fallas o logros de los gobernantes relatados en sus textos.
Es cierto que en diversas ocasiones se vió obligado a camuflar sus quejas en personajes con alternativos o gobiernos representativos, ya que de otra forma pudo ser encarcelado o incluso asesinado por los altos cargos que tenían el poder. A pesar de lo mencionado anteriormente, mantuvo su postura de realismo incluso cuando era algo poco aconsejable en sus tiempos.
Crimen y Castigo Resumen
A partir de acá podrán encontrar un resumen completo de la obra de Fiódor Dostoyevski, Crimen y Castigo. Cabe resaltar que podrás encontrarte con fragmentos importantes para la trama, por lo cual si desea evitar los spoilers es recomendable continuar la lectura con cuidado. Sin más que agregar, le deseamos una feliz experiencia.
La vida de los Raskolnikov I
En el hogar de los Raskolnikov todo parece ser bastante tranquilo, si bien no gozan de una situación económica espléndida, los 2 padres hijos de la familia «Rodión Raskolnikov» y «Dunia Raskolnivov» fueron criados con el amor de su madre y recibieron una educación decente para las familia pobres de la Rusia Imperial.
Ambos chicos tenían grandes metas por cumplir, en especial Rodión quien soñaba en convertirse en un gran abogado y alcanzar una gloria equiparable a la de su héroe «Napoleón». Por el contrario Dunia era una chica más sumisa y calmada, quien disfrutaba de ayudar a su madre en los quehaceres del hogar.
Desde muy jóvenes «Pulqueria Raskolnikov», su madre una mujer muy cariñosa, tuvo que tomar las riendas del hogar. Su marido había fallecido cuando los niños eran muy pequeños, pero eso no fue suficiente para detenerla y permitir que ambos obtuvieran educación suficiente para ser alguien en la vida. Al final sus esfuerzos eran cada vez más duros, pero aún así se continuó luchando por los 2 niños.
Dunia al ver como su madre se sacrificaba por ambos, una vez termina sus estudios preparatorios decide comenzar a trabajar para una familia adinerada para ayudar con los gastos que tenían en el hogar. Pasan los años y Rodión decide que irá a la capital para estudiar la carrera de Derecho, convertirse en un gran abogado y sacar a su familia de la pobreza. Todo parecía plan perfecto, tanto su hermana como madre lo apoyaban y sin duda el joven muchacho era lo suficientemente inteligente para graduarse, una luz de esperanza existía en el futuro.
Los problemas se hacen visible nuevamente
Al llegar a la capital de la Antigua Rusia «San Petersburgo», el joven Rodión ve en primer plano la realidad que padecían aquellas personas que vivían en la pobreza. Dejando su casa donde se encontraba su familia y sus posesiones más preciadas, para comenzar a buscar desesperadamente algún lugar donde poder dormir que no supera el pequeño número de rupias que poseía.
Los primeros meses serían difíciles, pero con un poco de dinero que le enviaban su madre y hermana bastaba para pagar la universidad, la renta de un pequeño cuarto donde se quedaba y al menos 2 comidas al día. Poco a poco completaba su sueño con todas las dificultades del mundo, pero el joven Rodión siempre fue bastante testarudo y por más complejo que fuera el reto no parecía rendirse.
Como si de un gran golpe se tratara, en una de las cartas que recibe de parte de su madre, descubre que su hermana y ella han perdido el trabajo y que el dinero que solían enviar tendrá que disminuir en gran medida.
Rodión Raskolnikov intenta sustentar sus estudios con todo lo que posee, empeñando algunos objetos de poco valor que eran de su padre, pagando el arriendo en algunas ocasiones y la comida, pero era obvio que esto no duraría mucho, así que tarde o temprano tuvo que paralizar sus estudios. Aquellos años en Rusia Imperial no eran nada buenos y las rupias se habían devaluado demasiado.
Frustración, impotencia y un poco de alcohol II
El tiempo pasó y Rodión comenzó a deprimirse, en su mente le parecía injusto que la economía fuera tan horrible, pues mientras algunos tenían dinero para despilfarrar otros morían de hambre. Habían pasado ya varias semanas donde intentaba evitar a la arrendadora, pues no poseía dinero para pagar la renta. También se vio obligado a aguantar hambre en ciertos momentos ya que no tenía dinero ni para comprar un pan duro.
Cada segundo parecía otra deuda para el chico, pues tenía una gran cuenta con varios conocidos que le prestaron dinero para mantenerse. Ya casi no le quedaban objetos para vender y lo que recibía por el empeño en un negocio cercano era una miseria. La dueña de aquel local era conocida por ser avara, pero al ser la única interesada en comprar cachivaches viejos no le quedaban más opciones.
Una idea fugaz pasaba por su mente en esos momentos de gran necesidad, una pensamiento grotesco pero que podría acabar con todos sus problemas: <<Tal vez si asesino a esa vieja bruja… Tal vez pueda tomar un poco de su dinero, solo un poco de aquella estafadora y avara «Alena Ivanovna» sería suficiente>>. Sabía perfectamente que estaba mal, pero en varias ocasiones pensó esa solución como un escape más que viable.
Desde muy pequeño pensó que su destino era la grandeza y Alena Ivanovna parecía tener el dinero para cumplir sus metas. Robarla significaba terminar sus estudios, pagar deudas y ayudar a sy familia. Al fin y al cabo ¿Quien extrañaría a una mujer tan cruel y que nadie quería?.
Estrategia sucia
Rodión ya cansado de su situación decide ir a vender un viejo reloj que era posesión de su padre, estaba seguro que no recibiría mucho por aquella cosa tan vieja, pero sus planes eran otros. Su idea era conseguir los datos más importantes sobre la vieja Alena Ivanovna. Al llegar toca la puerta de su casa de empeño, a lo cual Ivanovna responde con amargura que puede pasar.
– Buenas tardes, vengo a empeñar este reloj que era de mi padre. Deseo pagar mi universidad con el pago – Dijo el joven Rodión mientras trataba de no ver a los ojos a la vieja.
– Es un objeto casi sin valor, no puedo darte más de unas pocas rupias, ¿las quieres o no? – Respondió Ivanovna con una voz cansada y que demostraba despreció.
– Deme – Le contestó sabiendo que era menos del pago debido.
– Quiero preguntarle algo señora Alena Ivanovna. ¿Usted vive con su hermana cierto, cuando estará sola? – Preguntó con un nerviosismo inmenso.
– Deja de ser tan metiche mocoso, toma las monedas y largo de acá – Gritó la vieja antes de cerrarle la puerta en la cara.
Un poco decepcionado por obtener tan poca información, comienza a entender que esa opción era un total locura. Esa anciana era una estafadora, arrogante y explotadora, pero sin duda intentar robarla y asesinarla era demasiado. Como si quiera pudo pensar en eso, Rodión estaba confuso y decide ir a un bar. El estudiante no acostumbraba beber, pero era una manera de olvidar los problemas y reírse de los borrachos en peor situación que la suya.
El pecado de un alcohólico
En la taberna apesta el olor a alcohol, pueden notarse varias personas en mal estado, pero todos intentaban lo mismo, olvidar. Cuando se sienta un hombre vestido con harapos le comienza a hablar, olían horrible y parecían que vestía con puros harapos, pero por alguna razón sus zapatos eran muy elegantes.
– ¿Chico, quieres oír una historia deplorable? Mi nombre es «Marmeladov» y hace algunos años fui un hombre bastante acomodado de San Petersburgo. Mi familia gozaba de lujos y jamás hubo problemas, y ahora acá estoy lleno de deudas y con un hogar donde reina el hambre. Los pequeños no tienen que comer, he perdido mi trabajo, mi mujer que trabaja como costurera gana un miseria e incluso mi hija mayor «Sonia» se ve obliga a prostituirse para traer alimentos a la casa. – Contaba el hombre envuelto en llanto.
– Yo tampoco gozó de una gran vida, pero la suya enserio es horrible – Dijo Rodión con un nudo en la garganta.
– ¿Sabes qué es lo peor muchacho? Aquí estoy yo bebiendo, con los últimos ahorros de mi hogar, los cuales le robé a mi esposa. Soy un monstruo, pero el alcohol es lo único que me libera momentáneamente de este infierno. Tengo miedo de volver, no le temo a los golpes de mi esposa, tengo miedo de regresar sabiendo que gaste el dinero para la comida de la semana, miedo de ver a mi familia a la cara. ¡Por favor acompáñame, no quiero ir solo! – Dijo aquel hombre arrodillándose ante el joven Rodión.
Con un poco de lastima Rodión decide llevar al hombre a su casa, presenciando cómo efectivamente su mujer lo golpea y lo insulta de diferentes maneras. Los niños lloran y preguntan por comida, mientras la discusión familiar continúa en la puerta. La mujer de aquel hombre le dice a Rodión que se vaya, lo cual él decide acatar sin decir una palabra. Ante todo esto, decide dejar las pocas rupias que tenía en sus bolsillos de forma disimulada en la ventana de la familia, una idea muy generosa pero impulsiva, ya que estas pagarían su propia comida.
Malas noticias III
Rodión volvía a casa angustiado por su acción, acaba de perder el poco dinero que le quedaba, pero esperaba que sus actos generosos le dieran un respiro. Tuvo que esconderse al llegar a su habitación, ya que debía mucho dinero por la renta, pero notó algo extraño al cruzar su puerta. Había una carta la cual poseía el sello que utilizaba su madre. En ese momento si pensarlo la beso y abrió de inmediato, deseando escuchar cómo se encontraba su familia.
Lamentablemente no se encontraban buenas noticias, pues hace poco su hermana Dunia había sido despedida del trabajo. Según su madre, Dunia trabajaba en la casa de «María Petrovna», una amiga de la familia que era bastante adinerada. Dunia tenía tiempo siendo acosada por el esposo de María, «Drigailov», pero esta lo rechazaba en varias ocasiones e ignoraba sus palabras.
Incluso un día Svidrigailov trato de obligar a Dunia a escapar con él, pero por suerte su mujer María Petrovna los descubrió y detuvo a su marido. En ese momento y con intenciones de alejar a su esposo de Dunia, decide presentarle a la joven muchacha un conocido de ella, un abogado bastante rico que hace poco se había divorciado, un gran hombre de negocios llamado «Piort Petrovich». Casi de forma instantánea, Piort quedó enamorado de Dunia y le pidió matrimonio, a lo cual la chica lo rechazó cordialmente.
En otra ocasión María encuentra nuevamente a su esposo tratando de seducir a Dunia, pero con un tono mucho más explícito. Al ver llegar a María, Drigailov negarlo todo y culpar a Dunia de todos los problemas extramaritales que existían. Sin ver otra solución a corto plazo, María Petrovna decide despedir a Dunia, de modo que su marido ya no se fije más en ella.
Soluciones desesperadas
El joven Rodión comenzaba a causarle temor continuar leyendo, porque sabía que su familia tendría una peor situación que antes. En ese momento llega al punto clave de la carta, donde dice que su hermana Dunia decide aceptar la propuesta de matrimonio de Piort Petrovich, ya que este hombre rico podría salvar a su familia de la pobreza. Rodión que siempre fue muy cercano a su hermana no podía creer esto y se negaba a aceptar que ella se casará con alguien que no amaba solo por ayudarle económicamente.
Alterado por todas las ideas, comienza a imaginar una vida donde roba a Alena Ivanovna, donde utiliza todo ese dinero para impedir la boda de su hermana, ayudar a su madre y completar sus estudios. Se repetía varias veces la misma frase <<Solo Hazlo, igual nadie la quiere>>. Al final decide salir a pensar un poco, tal vez se le ocurriría una forma de robarle sin necesidad de asesinarla.
Una mera prostituta
Mientras el joven distraído camina por la calle, observa como una chica que tiene toda su ropa en mal estado, camina como si estuviera extremadamente borracha. De pronto la muchacha se sienta en un banco y Rodión comprueba sus sospechas, está posiblemente drogada y alcoholizada, a lo que decide ignorarla e irse. Cuando está a punto de dejarla ahí, observa como un hombre se le acerca a la jovencita gritando y con intenciones de llevarla a otro sitio.
Casi por instinto Rodión detiene al hombre y le pide que la deje en paz, creando una discusión que muchos consideran innecesaria para proteger un desconocido. La pelea parecía inminente y cuando ambos estuvieron a punto de llegar a los golpes llega un «gendarme», un policía de la Rusia Imperial a detenerles. El gendarme parece estar del lado de Rodión Rakolnikov y decide espantar aquel hombre.
Sin pensarlo demasiado, Rodión le entrega un poco de dinero al gendarme, de modo que éste acompañe a la chica a casa. En el momento que se alejó de ambos, Rodión se percató que su generosidad llegaba a rozar la estupidez, ya que nuevamente le había dado dinero a 2 extraños, incluso cuando su situación económica era igual o peor. Cansado de perder el tiempo decide volver a casa, dormir tal vez le ayude a planear alguna forma de arreglar su desordenada vida.
La oportunidad perfecta
Mientras regresaba a casa, Rodión observa a la hermana menor de Alena Ivanovna hablando con unos mercaderes. Parecían cerrar un trato, pero lo interesante de la conversación era el hecho que tendría la obligación de salir en la noche dejando a su anciana hermana sola en casa. Según lo escuchado por Rodión, seria solo 1 hora en la noche, desde las 6 hasta las 7, pero sería tiempo más que suficiente si deseaba robarle.
No había nadie más en la casa de Alena Ivanovna, por lo cual sería una oportunidad perfecta. Lleno de inseguridades y temor por sus próximas acciones, Rodión Rakolnikov un joven estudiante comenzaba a recordar todos los problemas económicos que tenía y la gran cantidad de dinero que debía poseer la vieja Ivanovna. Dentro de su propia mente planeaba a detalle cómo sería el asesinato en caso de que fuera necesario, rogando a dios que fuera un simple robo sin la necesidad de la violencia.
La noche pasó y Rodión no podía conciliar el sueño, las dudas y el hambre tampoco contribuyen mucho. Algo era seguro, el día siguiente marcaría la vida de Rodión para bien o para mal. Al ser dueña de una casa de empeño debe poseer joyas, o al menos un poco de oro que pueda ser vendido, pero la pregunta era si podría cargar con el peso de sus acciones luego de cometerlas. Medito y decidió que mañana a las 6 entraría a robarle, su mente parecía preparada y su nerviosismo se disipaba cada vez que pensaba en lo injusta que era la vida por llevarlo a tomar tales decisiones.
Crimen IV
Rodión consiguió llegar a los departamentos donde vivía la vieja, el portero y los demás no se encontraban, ya que posiblemente estuvieran durmiendo o descansando en aquellas horas. Subió hasta el cuarto piso y con cuidado se acercó a la puerta de Alena Ivanovna. Muy despacio comenzó a tocar la puerta, había una campana, pero no deseaba realizar un gran ruido. La anciana algo sorprendida por su visita le pregunta la razón de venir, a lo cual Rodión le afirma que desea vender un objeto de mucho valor.
Rápidamente la vieja abre la puerta y lo hace pasar, afirmando que se encuentra molesta porque vino en la noche y no durante su horario de trabajo. Tratando de mantener la calma Rodión le entrega un pañuelo y le pide que lo examine, mientras empieza a revisar la casa con la mirada. Casi de inmediato observa un gran hacha cerca de la mesa, la cual posee un filo exageradamente brilloso.
La anciana molesta le comenta que el pañuelo no tiene ningún valor y le pide que se vaya, a lo cual Rodión le suplica que lo examine nuevamente. Sin opciones, camina despacio hacia y el hacha, posicionándose lentamente detrás de la anciana Ivanovna. El sudor corría por su rostro, alzando lentamente el hacha sobre la cabeza de la desprevenida vieja que seguía mirando el pañuelo.
Un segundo paso y con un fuerte golpe atacó a la anciana justo en las cien con el hacha. Aquel hachazo fue tan fuerte que derribó a la anciana casi de inmediato, arrojándola al piso en un horripilante charco rojo. Con miedo de que la vieja Alena Ivanovna gritase, golpeo 2 veces más en el mismo punto, utilizando toda la fuerza que tuviese. Era la primera vez que cometía tales actos, Rodión sintió náuseas, pero debía asegurarse que el trabajo fuese completado.
Por un poco de oro
Sabiendo que estaba a punto de presenciar algo horrible, Rodión se agacha para verificar que la anciana ya se encuentra muerta. La mirada de la vieja era espeluznante, demostrando un terror inmenso en sus ojos que parecían salir del cadáver, sangre y pedazos de cabello alrededor de la alfombra y un collar con forma de llave en su cuello. Era obvio que falleció, pero ese collar llamó la atención del nuevo asesino, quien con cuidado de no llenarse de sangre y sin tocar a la vieja lo arrancó de su cuerpo.
Inmediatamente se dirigió al cuarto de la anciana, buscando desesperadamente cualquier objeto que pudiera ser valioso. Era impresionante pero lo único que parecía destacar en la habitación era un enorme cofre que se encontraba en la esquina de la cama. Tenía un buen tamaño y poseía decoraciones de tela roja, Rodión inserto la llave que acaba de obtener y abrió el cofre.
Dentro de él había un gran número de posesiones, desde estuches con aretes, monedas, anillos y algunas joyas. También habían prendas con oro, las cuales estaban envueltas cuidadosamente en telas o papeles, atados con hermosos hilos de diferentes colores. No había tiempo para pensar cual podría valer, el joven realizo el asalto tan rápido que incluso se le olvido traer algún bolso para guardar lo robado. Intentó tomar todo lo que podía ver y meterlo en sus bolsillos, buscando principalmente los objetos que poseyeran mayor brillo.
Sin darse cuenta los minutos pasaban, mientras el chico comenzaba a registrar cada vez más la habitación. Todo lo que podía ser robado fue visto por el muchacho, pero no podía cargar más de una decena de objetos, ya que sus bolsillos estaban repletos. La angustia era tanta, que ni si quiera paso por su mente la idea de robar un bolso de la vieja para llevarse más cosas, todo fue demasiado rápido para su cerebro.
2 ancianas
Cuando estaba a punto de retirarse del lugar, escuchó unos pasos que parecían acercarse al departamento. Rodión no podía creerlo, no podía pagar por sus actos, debía escapar pasara lo que pasará. De pronto se abrió la puerta y un pequeño sollozo se dejó escuchar. El chico se acerco lentamente y pudo ver a la hermana menor de Alena, quien se encontraba petrificada del miedo una vez encontró el cuerpo de su hermana muerta.
Con la mente fría, Rodión tomó nuevamente el hacha y se acercó a la mujer, tratando de no mirarla a los ojos. Parecía que el impacto de aquellas imágenes le hicieron perder la conciencia, pues la mujer no reaccionaba ante el inminente peligro. Sin perder la oportunidad, utilizó el hacha para atacar directamente la cabeza de la mujer, acabado con su vida de un fatídico golpe en la cabeza. En tan solo 2 horas había tomado la vida de 2 mujeres, tenía que irse lo antes posible o no sabía qué otras cosas podría hacer, Rodión ya ni entendía sus razones, jamás esperó que fuera tan horrible causar la muerte.
Cargos de conciencia V
Apenas recuperó el aliento, el joven salió disparado de aquel apartamento, ignorando a todos los demás inquilinos que parecían verlo de forma extraña. Incluso se le cayó una pequeña prenda de oro en frente de la puerta de otro inquilino, pero debido al miedo decidió irse de todas formas sin recogerlo. Una vez estuvo fuera, trató de mezclarse lo antes posible entre los transeúntes, perdiéndose en un callejón oscuro y posteriormente corriendo hasta llegar a su propia casa.
El cargo psicológico fue inmenso, a lo cual Rodión cayó casi inconsciente sobre su cama, trancando con seguro y sin importarle estar lleno de sangre y con las prendas robadas aún en sus bolsillos. Una vez despertó su actitud era mucho más calmada, parecía que el Rodión infantil se quedó dormido para siempre, incluso estaba molesto consigo mismo al no ser más cuidadoso. Ya no le importaba haber matado a la anciana, parecía más enojado no haberse limpiado la sangre o haber escondido lo que robo.
Cuando todo parecía calmarse «Natacha», la criada de la casa donde se hospedaba llegó a tocar su puerta. Sin abrirle la puerta tienen una pequeña conversación, donde la chica le pasa una carta donde afirma que lo han citado a la comisaría de San Petersburgo. Al escuchar esto el dormido Rodión que padecía miedo despierta de golpe, creyendo casi al 100% que lo había descubierto.
Tan rápido como pudo se quitó aquella ropa, lavo su cara manos y lo que pudo de su cuerpo, escondió tanto sus prendas y objetos robados entre sus cosas y se dirigió hacia la comisaría. Aunque esto fuera lo que menos quería hacer, no tenía más opciones, pues si se quedaba en casa de seguro vendrían con él, encontrando más pistas para incriminarlo.
Citación de extrema gravedad
Mientras caminaba, sentía que se acercaba a su propia muerte. Los asesinos no eran nada bien vistos en la Rusia Imperial, una época donde los castigos y juicios eran mucho más severos que los actuales. Además, si tenía en cuenta que asesinó a 2 mujeres de avanzada edad, lo más probable es que fuera a tortura y una ejecución horrible. Su mente le jugaba toda clase de bromas, obligándolo a imaginar todas las formas posibles en las cuales podría acabar su vida.
Una vez llegó, le pareció sorprendente que no lo apresaran de una vez, de hecho lo trataban con amabilidad y lo hicieron pasar a una oficina común y corriente. Aquí se le comentó la necesidad de su visita, donde su patrona le había citado a la comisaría para que Rodión pagará la renta que debía de varias semanas. En ese momento Rodión lleno de felicidad comentó que pronto pagaría todo, firmando algunos papeles donde se comprometía a realizar el pago antes de final de mes.
Justo cuando pensaba que aquel crimen ya era parte del pasado, escucha como unos policías al final del pasillo comentan el brutal asesino que sufrieron las hermanas Ivanovna en su propia casa. El joven logró mantener la cordura hasta salir del lugar, para luego desplomarse en la calle debido a los nervios. Lleno de miedo, incluso pensó que podría estar registrando su casa ahora mismo, por lo cual corrió lo más rápido que pudo hasta su hogar.
Por suerte y como era de esperarse, todo se encontraba igual a la vez anterior a la que estuvo en su habitación. Ahora de verdad que el miedo lo corrompía, sabiendo que de alguna forma tenía que esconder mucho mejor todo aquello que acaba de robar. En ese momento no sabía cómo, pero debía hacerlo lo antes posible. Sentía que todos le veían, pero no podía hacer nada para quitarse este sentimiento, solo huir de un crimen que sólo él conocía.
Escóndelo todo
Una vez organiza sus ideas, decide esconder todo lo robado menos una cosa que utilizará para obtener dinero. Rodión toma todo en un bolso y comienza a caminar por la ciudad buscando un escondite para todo el botín y maldición que cargaba en sus manos. Sabía que aquello le traería problemas, así que lo mejor sería estar lejos de aquello hasta que pasara un tiempo y pudiera venderlo. Por suerte para el joven, observa un lugar desocupado entre 2 edificios y una pala muy fortuita para la ocasión. Rápidamente crea un agujero en el suelo y entierra cualquier rastro que pudiera incriminarlo.
Toda su mente estaba distorsionada y necesitaba hablar con alguien para calmarse y no morir de angustia. En ese momento decide visitar a su único amigo en la ciudad, otro joven llamado «Razumikin», conocido por tener cierto afán por los misterios. Una vez en su casa hablan un poco sobre los últimos días, a lo cual Razumikin le comenta que puede ayudarle con algunas rupias para sus gastos. Aquel chico consiguió un buen trabajo como traductor, por lo cual podía permitirse ayudar a Rodión.
Como solía pasar antes, Rodión aceptó el dinero y se marchó. Luego recordo que ya no necesitaba dinero y decide devolver el dinero a su amigo en menos 5 minutos, causando una pequeña discusión entre ambos. Hasta la fecha Rodión no había rechazado dinero cuando lo necesitara, dejando a Razumikin algo extrañado y molesto con su amigo por no confiar en él.
Cargos físicos VI
Al día siguiente del robo, Rodión Raskolnikov sufre una enfermedad repentina, causando una impresionante fiebre que lo postra en cama por algunos días. Cada noche sufría por diferentes alucinaciones, pesadillas donde podía observar a las 2 ancianas volviendo a buscar sus posesiones y culpando a Rodión por sus muertes. Sinceramente le era imposible saber cuánto tiempo tenía en cama, ya ni recordaba que había sucedido a su alrededor, hasta que logró reconocer unas figuras.
Junto a él se encontraba la criada Natacha, su buen amigo Razumikin, además de un extraño que jamás había visto en su vida. Aquel desconocido sujeto era un agente del gobierno, que venía de parte de su madre, con la intención de darle un poco de dinero a Rodión. Al escuchar esto intenta negarse, pero su amigo le convence a tomarlo ya que no tiene nada de dinero, Rodión cae en cuenta que de su situación ante del robo, así que para no causar sospechas decide tomarlo incluso si no lo necesita.
Cuando ambos amigos se quedan solos, Rodión comenta que durante sus alucinaciones recuerda haber visto a una 4ta persona, pero no logra reconocerla. Luego con un poco de euforía, su amigo le comenta que de seguro era «Zametov», un reciente amigo que también era el jefe de la policía de San Petersburgo. Según Razumikin, conoció a Zametov hace poco y que ambos intentan resolver un caso de doble asesinato, un brutal crimen en contra de las hermanas Ivanovna.
En ese momento su miedo alcanzó el máximo, preguntando si durante su inconsciencia llegó a decir algo extraño. Rzumikin con poco interés le comento sobre palabras sin sentido, anillos, relojes, joyas y monedas de oro. Para los demás esto no era nada importante y simples alucinaciones, pero Rodión sabía perfectamente de qué hablaba su amigo, aquellos objetos que robó en esa horrible noche.
De mal en peor
Cuando estaba a punto de irse, Razumikin le pide prestados 10 rupias a su amigo, aunque le promete que después verá el resultado de esta acción. Por otro lado Rodión decide dormir nuevamente, pues su cuerpo y mente jamás se había sentido tan agotados. Una vez despertó, pudo ver una gran sonrisa en su amigo Razumikin, quien traía con él un hermoso traje que de seguro costó más de 10 rupias. También le dijo otra buena noticia, pues hablo con su patrona que lo hospedaba, convenciéndola de olvidar la renta, al menos hasta que Rodión se recupere.
Luego de esto, llega a la casa el médico «Zosimov», quien mientras curá a Rodión con diversos brebajes, comenta junto a Razumikin el asesinato de las hermanas Ivanovna. No había muchas pistas sobre aquel crimen, pero hace poco descubrieron que un joven pintor era el principal sospechoso. Al parecer, aquel hombre poseía unos pendientes que pertenecían a Alena Ivanovna, los cuales según sus propias palabras, fueron encontrados en su puerta y los vendió sin saber que la mujer había muerto.
Mientras continuaban hablando, Razumikin afirma que desde hace una semana se encuentra trabajando junto al jefe de la policía Zametov, tratando de otorgarle la libertad a ese pintor. Las pistas para encarcelarlo eran mínimas, pero esa medida fue tomada ya que no habían otro indicio, la policía se encontraba perdida y probablemente jamás encontrarían al autor de aquel acto, pero según Razumikin, era horrible que ese pintor pagara por algo que no cometió.
Un abogado corrupto
Antes de que la conversación terminase, entra en la habitación alguien que hasta ahora se había mantenido casi en total secreto. Este hombre era Piort Petrovich, un abogado con una buena posición económica y fama de obtener beneficios con ciertas acciones poco licitas. La presciencia de Rodión y Petrovich parecían enfrentarse directamente y luego de una presentación poco amistosa Petrovich le dijo una noticia que era de esperarse.
Ese hombre, la señora Pulqueria y su hermana Dunia había llegado a San Petersburgo. Petrovich pago una habitación en un hotel cercano y pronto se reunirían para hablar sobre la futura boda. Rodión con obvia intenciones de comenzar una discusión, decide recriminar a Petrovich, afirmando que aquel hotel es conocido por ser bastante barato y que su familia jamás estaría cómoda allá.
Cada segundo que pasa la conversación se vuelve más tensa, a lo cual Rodión Raskolnikov le confiesa que en realidad su hermana no lo ama. Este comentario sería la goza que rebaso el vaso, haciendo que Petrovich lo insulte, además de asegurarle que sin importar el aprecio que le tenga a Dunia, jamás volverá a ver su cara y que hará su vida imposible.
Lleno de ira, Rodión echa de su casa a todos los presentes, incluyendo al médico que trataba su enfermedad y su amigo que lo ha estado apoyando desde que cayó en cama. Su cabeza le dolía, no deseaba saber más de su nuevo «familiar», así que decide que por los momentos no pensará en la boda de Dunia y que luego encontrará una solución.
Recuperando la dignidad VII
Poco a poco la conciencia de Rodión comenzaba a dañarle el juicio, recordando las palabras de su amigo, pensando todo el sufrimiento que padecía aquel pintor por crímenes que jamás cometió. Desde muy pequeño Rodión fue impulsivo y solía actuar sin pensar, pero nunca llego a ser malvado y trato de ayudar a los demás. Para él, el sentimiento de inculpar a alguien más por sus propios pecados era demasiado, no podía llevar un peso tan grande.
Con la idea de liberar un poco sus pensamientos decide salir con el traje nuevo que le había traído Razumikin, tal vez un café podría ayudarle a calmarse. Había pasado tanto tiempo desde que iba a una cafetería y podía gastar lo que quisiera, pero por cosas del destino ahí también se encontraba el jefe de la policía «Zametov». Sin pensarlo, aquel policía se acerco a Rodión para preguntarle sobre las hermanas Ivanovna. El chico le ignora y con una sonrisa fingida se comienza a reír del caso.
Una vez sale de la cafetería, observa a muchas personas reunidas en una calle y por curiosidad intenta observar que sucede. Lamentablemente un coche acaba de atropellar a un hombre, quien parecía un indigente. Al acercarse lo suficiente logra percatarse que ese hombre era en realidad «Marmeladov», el borracho que ayudo hace algún tiempo.
Caridad
Rodión le informa a los policía que estaban en el área donde vivía Marmeladov, pues por extraño que pareciera aquel hombre seguía vivo. Junto a la policía el joven lleva a Marmeladov a su casa, para que su familia se entere de lo sucedido y puedan despedirse. Su esposa les comenta a todos que Marmeladov no le queda mucho tiempo y que desea hablar en privado con su hija mayor Sonia.
En ese momento Marmeladov pidió disculpa a su hija, intentando demostrar que jamás deseo que nadie de su familia pasara por algo tan horrible. Llena de lagrimas la joven sale de la habitación después de escuchar las últimas palabras de su padre y verlo fallecer. Por haber presenciado aquella situación tan deplorable y teniendo en cuenta su nueva situación económica, Rodión Raskolnikov se compromete a pagar el entierro de Marmeladov y ayudar a su familia en lo posible
Sorprendida por tal acto de generosidad, Sonia le pide a uno de sus hermanos menores que siga a ese muchacho y que pregunte su nombre. A pesar de esto, Raskolnikov se marcha antes de poder ser alcanzado. Por primera vez después de la matanza que realizó, aquel muchacho sentía que su alma se encontraba limpia, los dolores de cabeza cesaron por un pequeño momento y supo que aún tenia salvación.
Rodión decide ir a su casa a descansar, pero se sorprende al encontrar a su hermana Dunia y su madre Pulqueria en su casa. Con gran emoción se recuentra la familia Raskolnikov, pero aquella felicidad se espuma rápidamente al hablar sobre el cuentro entre Rodión y el prometido de Dunia, el abogado Petrovich.
La verdad sobre Piort Petrovich
Cuando la discusión comienza a empeorar, tanto Pulqueria como Dunia deciden irse y dejar descansando a Rodión, a lo cual Razumikin se presenta y accede acompañarlas hasta su hotel donde las hospedo Petrovich. Con una aptitud muy amable, Razumikin deja a las 2 mujeres en su habitación, pero en el proceso logra notar a las condiciones que se encuentran sometidas.
La habitación se encuentra sucia, posee solo 1 cama y tampoco pareciera tener un baño si quiera. Todo esto era muy extraño para la supuesta cantidad de dinero que poseía aquel abogado, pero por los momentos prefirió olvidar el tema. Justo cuando estaba por irse, la señora Pulqueria le pide permiso para ser sincera, a lo cual Razumikin asiente. Con algo de miedo le muestra una carta, la cual le había escrito Petrovich hace unos días.
Toda la habitación quedo en silencio, pues aquella carta que parecía tan formal al principio comenzaba a distorsionarse. Petrovich comentaba la horrible aptitud del joven Rodión, afirmando que incluso si se encontraba enfermo aquella reacción era imperdonable. Las cosas empeoraban mientras más leía, pues aquel hombre aseguraba que, si en algún momento volvía a encontrar a Rodión cerca de ellas, detendría la boda y cualquier ayuda económica que estuviese proporcionando, además de amenazar de muerte a toda la familia.
Escoge solo a uno VIII
La desdichada señora trata de buscar consejo en el impactado Razumikin, quien solo puede decirles que Rodión no debería conocer la existencia de esa carta por ahora. En ese momento se marcha de la habitación de las mujeres para descansar, sin saber que ambas irían al día siguiente a la casa de Rodión incluso después de escuchar sus consejos.
Lleno de alegría Rodión recibe a sus familiares, pero casi de inmediato parece deprimirse por el suceso de Marmeladov, el cual les termina contando a su hermana y madre. Casi con verguenza, Rodión les dice que ha dejado prácticamente todo el dinero que le envíaron para poder pagar el entierro de aquel hombre, ya que su familia era realmente pobre. Al escuchar esto, su madre en vez de molestarse se alegra, ya que ha recordado los buenos actos de su hijo y le consuela por la muerte de Marmeladov.
Luego de un rato, Rodión habla acerca de su la boda de Dunia, afirmando que es imposible que se case con él. Dunia rechazando rápidamente estas palabras, afirma que la decisión es de ellas y que Rodión no puede inteferir. Como último recursos Rodión le pide que eliga entre su familia o este hombre, aumentando aún más el enojo de su hermana.
En ese momento ambos bajan la voz y Pulquiria le entrega una carta a Rodión. Aquí estaban los sentimientos de Petrovich y sus amenazas, y que Pulquria prefería proseguir con el matrimonio de Dunia incluso si Rodión se oponía. Sin más opciones, Rodión les deja la última palabra, afirmando que esas exigencias pueden ser peligrosas en el futuro.
Aquella chica
Esa misma tarde alguien toco a la puerta de Rodión. Ya habían pasado varias semanas desde el asesinato de las viejas Alena y Elena Ivanovna, pero todavía tenía miedo que un día la policía fuera a buscarlo. Con miedo abre la puerta lentamente, para darse cuenta que era Sonia, la hija de Marmeladov y que vestía con un hermoso vestido negro. La chica deseaba que él fuera al funeral de su padre, favor que no pudo negar Rodión.
Como era de esperarse el funeral estuvo lleno de una aura triste, donde la única que parecía calmada era Sonia. Al notar esto Rodión le pregunto porque se encontraba tan tranquila, a lo cual la chica soltó unas pocas lagrimas diciendo <<No lo estoy, pero supongo que alguien debe ser el fuerte en estos momentos jaja>>. Sorprendido por esas palabras, Rodión la invita a conocer a su familia, ya que por los momentos Sonia no quería estar en su propia casa.
Al llegar a su hogar, presenta a Sonia a su hermana y madre, quienes además habían invitado a comer a Razumikin. Todos disfrutaron el momento y por un breve periodo de tiempo Sonia olvido la muerte de su padre y la desdichada vida que tenía. Cuando la reunión estaba por terminar, Rodión se ofreció a llevarla a casa, pero la chica se negó pues quería pasar un poco de tiempo sola.
Una vez estuvieron solos Rodión y su amigo Razumikin, el chico le pregunta si por casualidad conoce al juez «Porfirio», ya que este es quien se encuentra manejando el caso de las ancianas Ivanovna. Para sorpresa de Rodión, su amigo conoce muy bien al juez Porfirio, pues de hecho son familiares. Según Razumikin, Porfirio esta esforzándose mucho en este caso, ya que poseía ciertos tratos con Ivanovna. Una vez escucha esto, Rodión muestra un particular interés por visitar a dicho juez, a lo Razumikin acepta.
Posible culpable IX
Apenas llegan a la enorme casa del juez, éste los invita a pasar muy amablemente y les aconseja tener cuidado cuando salga de noche, ya que todavía hay un asesino suelto. Luego de un rato el joven Rodión comente el hecho de que Alena Ivanovna le había regalado unos objetos de valor varios días antes de su muerte, pero que ahora tenía miedo de venderlos, sacando de su bolsillo un pequeño colgaste. De forma indirecta Porfirio intenta sacarle información del asesinato, ya que esto era bastante raro en la vieja Ivanovna.
Un pequeño debate sobre filosofía es realizado, pero debajo de todo eso había preguntas y respuestas relacionadas con aquel asesinato. Ya molesto por esa plática, Rodión decide marcharse, admitiendo delante de Razumikin su molestia debido a que sospecharon que él podría ser el asesino que atacó a Elena y Alena. Al notar que sus invitados se iban, Porfirio les pide disculpa por aquellas preguntas, pues según sus palabras solo hacía su trabajo.
Rodión termina despidiendose de su amigo, a lo cual va directamente a su casa para intentar buscar pistas que lo incriminen y borrarlas lo antes posible. La búsqueda parecía eterna, pero por suerte nunca encontró nada, hace tiempo se decido de la ropa manchada de sangre y los objetos robados, su casa estaba totalmente limpia de evidencias. Intentado descansar un poco se asoma por la venta, observando como de manera inusual un desconocido lo ve desde la lejanía.
Intrigado y algo molesto por tener un acosador, Rodión decide ir a buscarlo y preguntarle que hace, encontrando al extraño a punto de desaparecer en un callejón. El joven le pregunta con enfado sus intenciones, a lo cual aquel hombre dijo una sola palabra antes entrar al callejón y perderse de su vista <<¡Asesino!>>.
2 pretendientes
Escuchar estas palabras dejaron invadido de miedo a Rodión, quien inmediatamente corrió a su casa y cerro la puerta con seguro. Con un terror inmenso las cosas parecían distorsionarse en su mente, realizándose una sola pregunta <<¿Cómo lo sabe?>>. Después de un rato pensando, decide dormir para calmar su nervios. Lamentablemente esta no sería una buena idea, ya que las pesadillas y las visiones le atormentaban otra vez.
Su sueño duraría muy poco, ya que en su puerta se encontraría tocando el señor Ivanovich Svidrigailov, antiguo jefe de Dunia. Ivanovich afirma que su esposa ha muerto y que ahora desea casarse con Dunia, razón por la cual venía a Rodión para pedirle ayuda. En el pasado Ivanovich lo había intentado, pero Dunia siempre lo rechazaba, por lo cual sabía que necesitaba la ayuda de su hermano si quería tener éxito.
La última estrategia de Ivanovich consiste en pagarle 10.000 rupias a Rodión para que este le ayude, una suma muy alta en aquellos tiempos. Sin pensarlo Rodión se vuelve a negar, pues no esta dispuesto a vender a su hermana por ninguna cifra. Cansado ya de intentar convencer a Rodión, Ivanovich se marcha, diciéndole que su esposa le había dejado una herencia de 3.000 rupias a Dunia y que él pensaba ofrecerle sus 10.000 en persona a la chica.
Molesto por esas palabras, Rodión decide ir a contarle a su hermana antes de que Ivanovich llegue, por lo cual ambos comienzan a dirigirse rápidamente a la habitación donde se hospedaban Dunia y Pulqueria, encontrándose a su amigo Razumikin en el camino. Al llegar la situación que nadie esperaría estaba por ocurrir, ya que el actual prometido de Dunia, Petrovich estaba a punto de entrar. Los 3 hombres se fijan los unos a los otros, sabiendo que alguno de ellos podría salir victorioso.
El marido perfecto
La disputa por la boda de Dunia parecía estar por acabar, ya que la chica que había sido cortejada por años tenía a sus 2 principales pretendientes al lado de ella, además de su hermano que intentaba impedir la boda con cualquiera de los 2 hombres. Petrovich es el primero en hablar, mostrando un periódico donde afirman que Ivanovich asesino a su esposa y que ahora se encuentra prófugo.
Esta noticia fulmina completamente las posibilidades de Ivanovich, quien en profundo silencio se marcha antes que los demás puedan recriminarle. Rodión interviene para atacar a Petrovich, afirmando que Ivanovich venía a casarse con Dunia, pero además deseaba entregarle una herencia que dejo su difunta esposa. Aquel chico comenta que la primera intención no importa, pero que su esposa deseaba ayudar a Dunia ya que eran amigas, así que esos 3.000 rupias se las merece incluso si Ivanovich es culpable.
Cuando Petrovich nota que Dunia ya no necesita su dinero, inmediatamente toma la ofensiva contra Rodión, diciendo que el acuerdo era jamás volver a verlo y que el joven muchacho había aparecido delante de él incluso cuando lo había prohibido. En ese momento Razumikin quien había permanecido callado entra a la discusión, ya que Petrovich solo había insultado y amenazado a Rodión. Finalmente Dunia intercede, molesta con Petrovich y gritándole que se vaya por los momentos, ya que esta será una reunión familiar.
Razumikin les comenta una idea para utilizar aquel dinero, afirmando que podrían montar un negocio para la familia, donde él también podría ayudar con el capital. Ambas mujeres parecen encantadas y el mismo Rodión parecía feliz con la idea. Hasta ahora el joven parecía reacio a cualquier proposición de este estilo, pero sabiendo que su mejor amigo estaba detrás, estaba seguro que tanto su hermana como madre estarían en buenas manos.
Una cruz muy pesada
Cuando todo parecía brillante, Rodión les da consejos y luego afirma que debe irse. La sorpresa invadió a todos, los cuales preguntaban una y otra vez a donde iría el muchacho, teniendo tal oportunidad enfrente. El joven se negó a dar detalles, afirmando que Dunia y Pulqueria ahora tendrían la posibilidad de ser feliz, por lo cual tenían que alejarse de él, ya que ahora Rodión no era el mismo.
En ese momento se retira de la habitación, dejando extrañadas a su hermana y su madre, siendo Razumikin el único que se atreve a seguirle. Su amigo le pregunta sus intenciones, obteniendo únicamente palabras de aliento de Rodión y una petición que se veía venir, que Razumikin cuidará de su madre y hermana, sobre todo ahora que Rodión ya no estaría. Razumikin no parecía entender que pasaba, pero dejó ir a Rodión sospechando que algo estaba ocurriendo.
Cansado y con la mente poco estable, el joven una vez estudiante Rodión Raskolnikov decide visitar a Sonia, encontrandola en la puerta de su casa. Aquí comienza una conversación bastante controversial, ya que Rodión realiza preguntas muy crueles a Sonia, la cual parece entender que Rodión no esta en buen estado mental y trata de consolarlo incluso cuando este la ofende. Luego de un rato Rodión comienza a llorar afirmando que ha cortado cualquier relación con su amada familia y que ahora no tiene ninguna razón para seguir en San Petersburgo.
De pronto sufre un ataque de locura, pidiéndole a Sonia que abandone todo y que huya con él, que corte cualquier relación que tenga y que escapen juntos antes de que sean descubiertos. Sonia se niega pero entonces Rodión afirma que conoce al verdadero asesino de las hermanas Ivanovna, que él le contará todo a ella, pero debe esperar un poco más si desea conocer la verdad. Sin que Rodión pueda decir otra palabra, Sonia le pide que se vaya y que después hablen, pues según ella Rodión no está pensando con claridad.
La confesión del cupable
Rodión despierta en su propia casa sin saber cómo llego. Recuerda que debía hablar con el juez Porfirio, quien prometió ayudarlo con los objetos que le había «dejado» Alena Ivanovna. Al llegar a la casa del juez, para la sorpresa de Rodion encuentra al pintor Nikolai llorando delante del juez. Dentro de si mismo, Rodión no entendía estas imágenes, ya que estaba seguro que Porfirio sabía que él era el asesino y que Nikolai era un inocente con muy mala suerte.
El juez lo recibe con gran amabilidad afirmando que pronto terminará para poder ayudarle a vender aquellos objetos que había «heredado». Aún más sorprendido, ve como Nikolai confiesa que él fue quien cometió el crimen delante del Juez Porfirio, dejando con lujo de detalles como asesino a ambas hermanas y después robo su enorme baúl decorado con telas rojas. Aquello fue demasiado para Rodión, quien en un arranque de impulsos gritó que aquello era mentira y que no estaba de acuerdo con esa confesión tan falsa.
Entre risas Porfirio asiente, comentandole a Rodión que él sabe perfectamente que Nikolai era inocente y que solo quería experimentar algo. Con una sonrisa en el rostro, el astuto Porfirio le pide a Rodión que se vaya por los momentos, ya que no parece tener sus propias ideas claras. Al percatarse de su estupidez, Rodión se marcha de inmediato a su casa, con la cara envuelta en sudor mientras piensa en el rostro de Nikolai, aquel pintor inocente.
Una vez llega su poca cordura acaba, comenzando a reír y llorar al mismo tiempo, pensando en las razones de Nikolai para autoinculparse incluso siendo inocente. Parecía que ahora más personas sospechaban de Rodión, pero ya estaba cansado de seguir ocultando algo tan grande.
El primer testigo X
Al día siguiente Rodión va a visitar a Sonia, para enterarse que su madre Katerin se encuentra en mal estado y que incluso recibiendo una buena suma de dinero, no lo utilizo para intentar curar su enfermedad. Todo parecía apuntar que la señora gasto todo el dinero en el funeral de su marido Marmeladov, una costumbre que era conocida en sus tiempos como «Orgullo del pobre», donde se daban los lujos a los muertos, los cuales no pudieron gozar en vida.
Sonia invita a Rodión a su habitación para proseguir con la charla que dejaron a medias, donde el joven le pide que adivine quien asesinó a las hermanas Ivanovna. Poco a poco la chica comienza a creer que el culpable es Rodión, incluso si en primera instancia se negaba a creerlo, dándose cuenta cuando el chico le confirma que ha sido él quien robó y asesinó a ambas mujeres por su dinero.
Sorprendida por esta revelación, Sonia le dice a Rodión <<Parece que estás perdido, quién sabe qué pasará contigo ahora>>. Cuando todo iba a desmoronarse, la chica lo abraza y comienza a consolarlo, preguntando sus razones para tomar tales acciones. Rodión habla llorando sobre todo el crimen y los objetos robados, admitiendo que deseaba el dinero para cambiar la situación económica de su familia, pero que ahora ya no lo quiere y desea volver al pasado para asesinar a su viejo yo.
Rodión quiere irse, pero antes le pregunta a Sonia qué acciones tomará después de saber la verdad, a lo cual la chica le responde que quiere ayudarlo y que estará junto a él hasta se recupere. Desde la distancia Sonia ve a Rodión marcharse, sabiendo que ahora debe preocuparse por su madre enferma, la cual comienza a padecer alucinaciones por la edad y una enfermedad desconocida.
Encuentra la calma
Luego de dormir Sonia despierta y escucha a su madre muy alterada, gritando incoherencia además de insultar a su fallecido marido. En menos de un segundo la señora sale corriendo a la calle sin motivos, a lo cual Sonia se ve obligaba a perseguirla. Era sorprendente, pero de alguna forma aquella enferma señora pudo desvanecerse en frente de los ojos de su hija, escapando en la ciudad y sin tener ni un poco de cordura.
Por otro lado, Rodión estaba por llegar a su casa un poco más calmado, observando a su madre y hermana en su casa esperándolo. Su paraoia parecía activarse en cuestión de segundos, causandole terror el hecho de que Pulquería o Dunia pudieran enterarse de sus actos. Para su suerte, ambas mujeres solo venían a hablar con Rodión y comentarle que hasta ahora el negocio con Razumikin iba excelente, cosa que hizo a Rodión muy feliz.
Cuando Pulquería y Dunia se retiran de la casa de Rodión, llega Sonia desesperada y pidiéndole ayuda al joven, pues su madre había desaparecido sin dejar rastros. De forma inteligente Rodión aconseja buscarla en alguna comisaría para verificar si algún oficial la capturó por ir corriendo por las calles, acompañando a Sonia a revisar todos los centros policiales cercanos. Increíblemente Rodión tenía razón, un soldado la había retenido por gritar alocadamente en las calles, entregando a la señora delirante a la pobre Sonia.
Katerin se encontraba en un estado deplorable, la enfermedad parecía ser cada vez más fuerte y la medicina de esa época no podía combatir unos delirios tan potentes. Al final Sonia decide dejar a su madre en la habitación, para que fallezca cerca de sus hijos y no en un hospital como una enferma. La vida de la señora no aguanto mucho, muriendo a las pocas horas de llegar a su casa.
Un nuevo muerto y un nuevo asesino
A los pocos días se estaba planeando el funeral de Katerin, pero la familia no contaba con dinero para pagarlo y Rodión tampoco poseía el suficiente para contribuir otra vez. Extrañamente el vecino que vivía al lado llamado «Svidrigailov» decide cubrir todos los gastos afirmando que era muy amigo de Katerin y su fallecido esposo Marmeladov. Todo parecía normal, pero entonces Svidrigailov le susurra en el oído a Rodión <<Page el funeral de Katerin, ¿tu deberías pagar el de las Ivanovna verdad?. Mi cuarto queda al lado del de Sonia, así que suelo escuchar algunas cosas.>>
Rodión se asusta y le pregunta qué cosas sabe, a lo cual Svidrigailov confiesa que escuchó todo, así que tiene el poder para cambiar el curso de esta historia. En tan solo un día, un desconocido hasta la fecha podría arruinar toda la farsa que había creado Rodión, estaban cerca de descubrirlo y era cuestión de tiempo para que todos supieran la verdad.
El funeral prosigue tal cual como fue planeado, solo que Rodión prefiere no ir a la reunión para evitar encontrarse con Svudrigailov. Su mente estaba agotada y poco a poco la idea de confesarlo todo cobraba más sentido que nunca. Cada hora que pasaba era un martirio, encerrado en su casa y pensando el odio que deberían tenerle sus víctimas, especialmente al enterarse que ya no necesitaba su dinero y que todo había sido en vano.
Castigo XI
De pronto Razumikin llega a la casa de Rodión, bastante contento porque según él por fin se resolvió el caso de las Ivanovna, pues Nikolai va a ser arrestado dentro de poco y el juez Porfirio le pondrá fin a este caso. Cuando todo podía terminar, Rodión le pide a su amigo unos minutos ya que debe salir, dirigiéndose inmediatamente a la casa del juez Porfirio, para detener el encarcelamiento del pintor Nikolai.
Todo parecía fríamente calculado por el destino, ya que Porfirio parecía estar esperando a Rodión en la puerta de su casa, invitando a pasar con una voz más amigable de lo normal. El mundo parecía haberse trastornado, ahora el juez aseguraba delante de Rodión que por fin había capturado al asesino y que pronto terminaría en la cárcel. Entonces Rodión pregunta lo siguiente:
– ¿Ooh enserio lo han atrapado?. Es mejor que esto acabe pronto, aunque dudo que aquel pintor sea una mala persona. – Dijo Rodión sudando mientras el juez le veía directamente a los ojos.
– No niño te equivocas. El asesino no era el pintor Nikolai y hoy mismo se pudo demostrar una coartada donde se prueba su inocencia. El verdadero asesino es otro. – El juez parecía muy calmado mientras bebía té y daba sus declaraciones, pero jamás dejaba de ver a Rodión.
– A que se refiere… ¿Entonces quién podría ser el asesino?. – Dijo Rodión a punto de soltar sus lágrimas.
– Usted, Rodión Raskolnikov, estoy seguro de que usted es el asesino y ha logrado escapar hasta la fecha. – Comento el juez antes de sar un último sorbido a su té y ofrecerle una taza al joven Rodión.
Confiesa
Al comienzo Rodión intenta negar con todas sus fuerzas la culpa, pero de pronto se da cuenta que es imposible, las palabras «no fui yo» eran impronunciables para él en ese momento. Cada vez que intentaba esquivar la acusación termina callado, a lo cual Porfirio lo mira con lastima. El juez intenta ayudarlo y le pide amablemente que se entregue y que él puede otorgarle un reducción bastante considerable para su condena.
Por extraño que sonará, Porfirio parecía compadecerse de Rodión y le daba consejos más como un amigo que como juez, entendiendo que el joven estaba destruido mentalmente por sus actos. Cuando Porfirio noto la inestabilidad de Rodión Rakolnikov, le confiesa que no posee pruebas suficientes para realizar un juicio contra Rodión, pero que si él intenta huir su misma conciencia lo destruirá poco a poco.
Abatido y sin salida Rodión le pregunta al juez si va a arrestarlo justo ahora, a lo cual Porfirio le responde que no, ya que él mismo debe ser quien se entregue para mitigar su culpa. Luego de terminar de hablar Rodión abandona la casa del juez y comienza a caminar por todo San Petersburgo, sabiendo que tarde o temprano él mismo se va a obligar a confesarlo todo.
Mientras caminaba por un parque, Rodión se encuentra con la otra persona que sabe la verdad después de Porfirio y Sonia, el vecino Svidrigailov quien parecía bastante contento. En ese momento Svidrigailov le comenta a Rodión que pronto le dirá a su familia la verdad, a lo cual el muchacho lo amenaza, acto que hace reir a Svidrigailov, quien le responde <<¿Acaso de verdad quieres matar a alguien más?>>.
La verdad
Antes de irse Svidrigailov afirma que está contento por 2 cosas, porque se va a casar y que pronto Rodión pagará sus pecados. Lo que no sabía Rodión es que después de eso, Svidrigailov correría a casa de Dunia y Pulquería para contarles el crimen de Rodión, una acusación que se negaban a creer. El hombre amenaza a ambas mujeres para que estas no interfieran, ya que pronto Rodión tendría que decir la verdad, confesando todo tarde o temprano.
Rodión llega a las horas a la casa de su familia, para solo encontrar a su madre quien lo recibe con un gran abrazo. El muchacho pregunta qué ha pasado, a lo cual su madre le cuenta todo lo que ha dicho Svidrigailov. Al saber esto el chico desolado le pregunta si todavía podía querer a un hijo que había cometido tales actos, llorando desconsoladamente cerca de su madre. Pulqueria le limpia las lágrimas y le dice cuánto lo quiere, haciendo que Rodión recupere la determinación.
Luego de esto el muchacho sale a buscar a su hermana Dunia, ya que desea despedirse antes de ir a la justicia, encontrandola cerca de su propia casa. Su hermana parecía muy asustada, diciéndole que tenía miedo por la vida de Rodión, ya que pensó que el chico podría haberse suicidado. En ese momento le confirma que esa idea pasó por su mente, pero que no lo liberaría de sus penas, por lo cual jamás cometería suicidio.
Ese día sería último que la familia Raskolnikov estuvieran juntos, pasando la noche hablando sobre el futuro negocio y como Rodión formaría parte de él cual saliera de la cárcel. El chico había decidido entregarse, pero deseaba pasar un poco más de tiempo con su familia, comiendo y riendo con su hermana Dunia y su amable madre Pulqueria, una situación que no se presentaba hace años.
La salvación de un hombre XII
Al día siguiente Sonia fue a la casa de Rodión, para encontrar a la familia reunida y a punto de despedir al chico. En ese mismo momento Rodión le confiesa que le hubiera gustado salir con ella si las cosas terminaran de otra forma, admitiendo que ella es una de las razones por la cual desea entregarse, desea ser un hombre de bien otra vez. Sonia decide acompañar ella sola a Rodión a entregarse.
Justo como había predecido Porfirio, el muchacho llegó para entregarse a una de las comisaría, siendo acompañado por una hermosa chica y entrando a la sala de interrogatorios en solo. Entrando en llanto, el joven una vez puro confeso los 2 asesinatos y aseguraba que también robo varios objetos de valor de la casa de Ivanovna. Rodión no se contuvo en nada, explicando cada detalle de su asalto, motivaciones y errores que cometió durante el crimen.
Esa misma semana procedió el caso por el asesinato de las 2 ancianas, siendo el arma homicida un hacha, el lugar de los hechos su propia casa, la única pista una confesión y el asesino un joven muchacho que hace algunos meses estudiaba derecho. Porfirio fue el encargado de juzgar el crimen y como le había prometido a Rodión, logro reducir su condena lo máximo posible. La realidad era más que clara, sin la confesión de Rodión, puede que nunca fuera atrapado, por lo cual él mismo resolvió su propio crimen.
Cuando el juicio finaliza Rodión Raskolnikov es condenado a 8 años de prinsión en Sibería, una condena que parecía muy pequeña para la mayoría de personas en San Petersburgo. Era impresionante que solo obtuviera 8 años pro 2 asesinatos, pero aquella confesión que fue clave para su juicio logro reducir de forma enorme la pena.
Esperanza
El tiempo pasaba y los años transcurrían, avanzando en su historia cada persona por separado. Rodión continuaba preso en Siberia esperando algún día si libertad, pero era posiblemente el único convicto que no odiaba su condena, ya que estar en prisión le hacía sentir que pagaba por sus errores.
Por otro lado tenemos a Sonia, quien dejo la prostitución y comenzó a ejercer la profesión de costurera que realizaba su madre, logrando mantener a sus hermanos menores y esperando con ansias la salida de Rodión.
Pulqueria fue bastante afectada al comienzo por la condena de su hijo, pero con el pasar del tiempo decide olvidar todas esas malas acciones y recordar solo la generosidad que tanto caracterizaba a su hijo. Junto a ella viven Razumikin el mejor amigo de Rodión y su hermana Dunia, quienes al final se casaron y lograron crear un negocio prospero, pudiendo obtener la vida digna que Rodión siempre deseo para ellos.
Esperamos que el Resumen de Crimen y Castigo, escrito por Fiódor Dostoievski allá sido entretenido para ustedes. Si deseas conocer otros resúmenes de obras literarias, ¡sigue estos enlaces!