En esta oportunidad conoceremos acerca del libro La culpa es de la Vaca, una obra en conjunto por una pareja colombiana que ha tenido especial éxito en Latinoamerica. Continua leyendo y aprende todo lo que necesites; desde un resumen, análisis y una biografía de ambos autores, no te lo pierdas.
La culpa es de la Vaca
La culpa es de la Vaca es una obra literaria que recopila otras historias o relatos cortos, uniéndolos en un solo libro. Seremos capaces de obtener un gran número de cuentos diferentes, los cuales son narrados de formas variadas, para que el lector sienta y encuentre nuevas sensaciones en cada pasaje. Existen parábolas, fábulas, narraciones, cuentos, mitos y historias culturales dentro del Libro La culpa es de la Vaca.
Dicho texto puede parecer simple visto por encima, ya que muchos relatos parecen infantiles, pero la realidad es que estos son aptos para cualquier público. Cada una de las historias posee una enseñanza única, una moraleja que funciona muy bien para educar a los pequeños, pero también es muy útil para aclarar la moralidad y el humanismo que tengan los adultos. Sin duda una obra realiza expresamente para motivar la buena aptitud en todos los lectores.
En el caso de que se tuviera que destacar una característica general, sería «La necesidad de cambio», pues en la lectura podemos apreciar como los lectores y protagonistas de la historia necesitan mejorar. La realidad es que nadie ni nada es perfecto, por lo cual siempre será posible mejorar o pulir una característica de nosotros mismos, por lo cual alguno de los relatos estará relacionado con esa debilidad que posees y te enseñará a superarla.
Cabe destacar que las situaciones y el entorno también son afectadas por los cambios, obligándonos a adaptarnos. Aquí es donde nosotros demostraremos nuestra inteligencia, pues según nuestras propias virtudes podemos optar por una solución más beneficiosa para nosotros y los demás. Llegados a este punto es donde conseguiremos el mayor beneficio, pues desde el comienzo de la lectura estaremos aprendiendo sobre la tolerancia, el respeto, la solidaridad y muchos otros valores que nos permiten crecer como personas.
Nombre
Algo bastante llamativo desde que empezamos a leer la obra es el nombre de la misma, uno bastante diferente al promedio. Acá debemos mencionar un pensamiento de los autores <<Las personas somos lo que pensamos…>>, dándonos a entender que, si deseamos cambiar algo de nosotros, necesitamos comenzar por nuestra mente. Esta es la razón del libro, pues cada historia trata de mostrar una perspectiva saludable para situaciones que normalmente no nos agradan, soluciones que pueden ayudarnos en un futuro.
¿Pero que tiene que ver esto con el título?, la verdad es que es bastante simple, prácticamente todos los humanos actuamos igual que el nombre del libro. Estamos acostumbrados a buscar un culpable en aquellas situaciones donde no somos capaces de encontrar uno, por lo cual nos predisponemos a crear uno. Si lo pensamos bien, hay muchas personas que culpan al destino, suerte y casi cualquier cosa que exista, con tal de no pensar más allá de sus problemas. Debido a esto, cuando no puedes aceptar la culpa, esta termina siendo de la vaca.
Suele darse el caso donde decidimos cambiar, pero no por solucionar nuestros problemas, si no con la intención de agradar a los demás. El libro esta orientado a solucionar este problema, enseñándote a dejar de buscar un culpable y solucionarlo tu mismo, ya sea verdaderamente tu culpa o no. Sin importar los resultados, la enseñanza es que lo intentes y aprendas de ello.
Autores
El libro La culpa es de la Vaca es un trabajo conjunto, realizado por una pareja colombiana que proviene del estado de Medellin.
Jaime Lopera Gutiérrez es el hombre de la relación, quien ha trabajado como escritor, periodista, columnista y consultor de empresas durante la mayor parte de su vida. Nació en Calarcá en Colombia a principios del año 1936 y desde bastante joven se encontraba trabajando en la Revista Pluma y diferentes periódicos de su localidad.
En la actualidad ha realizado 2 obras literarias individuales, los cuales son 2 libros orientados a pequeñas historias; «La perorata» y «Minotauro insólito, 2 trabajos que le ayudaron a ser conocido en su ciudad y gran parte de Colombia. Posteriormente se casaría con Marta Inés Bernal, una escritora que lo motivaría a escribir en conjunto varios libros relacionados con la auto-ayuda, donde se encontraría La culpa es de la Vaca.
Marta Inés Bernal nació en la ciudad de Medellín en Colombia, destacando por trabajar para la «Universidad Pontificia Bolivariana», donde también habría estudiado y especializado en Gerencia de Recursos Humanos, comenzando su vida profesional.
Posteriormente se dedicaría también al mundo de la escritura junto a su marido, creando obras como La culpa es de la Vaca, La vaca sin Culpa, Saque al tiburón de su pecera, entre otras obras individuales más pequeñas.
Historias y cuentos
A partir de acá hemos recopilado algunos de los relatos que se encuentran en el Libro la culpa es de la Vaca, orientando cada una de las historias a una virtud y problema distinto.
Asamblea en la Carpintería
En una carpintería bastante especial, ocurrió una reunión que sorprendería a todos, pues las herramientas se acercaron con la intención de arreglar los problemas entre ellos. Cuando comienza el debate, el Gran martillo fue el primer postulante para ejercer la presidencia en dicha reunión, pero al poco tiempo un gran número de votantes deciden quitarle dicho puesto, ya que él realizaba un ruido ensordecedor, además que solo sabía golpear.
De inmediato el Gran martillo admitió su errores, aunque exigía que el Tornillo también renunciara a sus cargos; puesto a la enorme cantidad de vuelta que daba para ser útil. Sin poner quejas el Tornillo decide aceptar la renuncia, pero enseguida culpo a la Lija, afirmando que esta era demasiado rustica con los otros. Nuevamente la Lija también admitió sus errores, pidiendo que también fuera expulsado el Metro, comentando su afición por medir a todos, dándose un aire de superioridad.
De pronto llega el carpintero, acabando la reunión y comenzando su trabajo usando cada una de las herramientas para una tarea diferente. Cuando por fin termino su jornada de trabajo, entre todos convirtieron un pedazo de madera en un increíble mueble, el cual fue retirado por el carpintero. Una vez quedo sola la carpintería, el Serrucho tomo la palabra y dijo <<Ha sido demostrado señores, cada uno de nosotros posee sus propios defectos y virtudes, lo que permite al carpintero obtener los mejores beneficios de cada herramienta>>.
A partir de ahí cada reunión nueva era realizada para alagar las cualidades individuales y conjuntas de cada herramientas. Ya ninguna se molestaba en buscar errores en los demás, ya que las fortalezas grupales eran superiores. El Gran Martillo destacaba por su fuerza para ayudar a los demás, el Tornillo tenía la capacidad de mantener unidos a todos y darles resistencia donde más la necesitaban, la Lija se encargaría de destruir aquellas asperezas dentro del equipo y el Metro podría asegurar la exactitud del trabajo. En conjunto, el equipo era perfecto.
Enseñanza
Al leer este cuento de La culpa es de la Vaca se encuentra presente en todo momento. Si prestamos atención, notaremos que ninguno acepta completamente sus errores y prefieren atacar a alguien externo en vez de potenciar sus propias fortalezas. En algunas ocasiones parece más fácil ver las debilidades de otros en vez de las nuestras.
La moraleja nos enseña que, no sirve de nada criticar los problemas de los demás. A largo plazo, es mucho más sencillo y útil trabajar en equipo para arreglar aquellos problemas que nos aquejan a todos. También es muy beneficioso ser una persona como el carpintero, capaz de explotar las mejores cualidades de cada persona, demostrando las virtudes de cada uno.
El Juicio
Según los mitos más viejos que podían ser escuchados durante la edad media, en cierto reino un gran hombre, honesto, inteligente y muy amable terminó siendo acusado por un crimen que no cometió. Se le consideraba a un asesino, aunque el verdadero criminal era en realidad otra persona. Lamentablemente aquel malvado hombre poseía una gran fortuna y pudo encubrirse del delito, utilizando su influencia para dañar a los inocentes.
Como era de esperarse, el hombre virtuoso terminó siendo llevado a juicio, admirando las mínimas posibilidades de demostrar su inocencia. En esos tiempos su castigo sería la horca, por lo cual este caso terminaría en la muerte de un inocente. Por si lo anterior fuera poco, el juez fue sobornado para estar en su contra, pero incluso con esto, fue imposible inculparlo de manera normal. Todo parecía haberse solucionado, para aquel hombre virtuoso solo por su suerte.
En el momento de dejarlo libre, el juez recurrió a un último recurso para juzgarlo. Con una mirada llena de odio le exclamó lo siguiente: <<Debido a las falta de pistas tanto a favor como en contra, he decidido dejar este caso a las manos de dios. Escribiré 2 papelillos, uno con la palabra inocente y otro con la palabra culpable. Tendrás que elegir uno de ellos y según tu resultado, ese será el veredicto>>. Obviamente el juez no dejaría aquello a la suerte, preparando la respuesta «culpable» en ambos papelillos. El hombre virtuoso noto la trampa gracias a la oscura sonrisa del juez.
Había algo que, sin importar el que escogiera terminaría culpable, solo su propio ingenio lo salvaría de esa situación tan desfavorable. En ese momento el chico respiro hondo y sin pensarlo 2 veces tomo un papelillo y se lo comió de un bocado. Todos se quedaron impactados, preguntando con gran molestia sobre el desconocido resultado. Fue entonces cuando el hombre dijo <<Es fácil conocer la verdad, ahora solo debemos ver que dice el papelillo restante y sabremos qué decía el que me comí>>.
Enseñanza
Increíblemente ese hombre logro destruir un sistema corrupto y con si propio ingenio solucionar una situación que parecía imposible. Al comerse un papelillo y sin mostrar el resultado, la lógica indica que debe ser la respuesta contraria al otro papelillo.
La enseñanza en este caso se encuentra un poco escondida, pero ese es el chiste. Sin importar lo complicado de los problemas y todas las injusticias que existan, por ninguna razón debemos de rendirnos. De nosotros depende continuar buscando la salida y luchar hasta el final. También nos enseña que, a veces la imaginación y la astucia puede superar un gran plan.
La pregunta más importante
En una universidad de renombre, donde los estudiantes solían graduarse con calificaciones excelentes, un profesor bastante interesante decide realizar un examen sorpresa. Esto era una novedad, ya que aquel docente no acostumbraba realizar este tipo de evaluaciones, además que las pruebas sorpresas solían ser bastante complicadas. Por suerte, parecía que la suerte sería más de razonamiento que de conocimiento.
Cada uno de los estudiantes respondían sus preguntas sin la necesidad de esforzarse ni un poco, todos eran muy inteligentes y esas preguntas tan sencillas no parecían incomodarlos. Entonces todos llegaron a la última pregunta, donde cada uno tuvo que detenerse por un segundo para leerla 2 veces: <<¿Cual es el nombre del hombre que limpia las aulas?>>. Por extraño que pareciera en una clase de genios, todos quedaron petrificados.
Termino el examen y un gran número de estudiantes tuvieron la necesidad de dejar aquella pregunta en blanco, pues la realidad era que ninguno lo sabia. Con una gran duda en la mente, uno de los jóvenes decide preguntarle a su profesor la importancia en las calificaciones que tendrá la última pregunta. El profesor afirma que esa es tan importante como cualquiera de las otras, diciendo que será valida para evaluar.
Al notar la molestia de sus estudiantes, el profesor les dijo: <<Mientras ustedes continúen estudiando e inclusive cuando empiecen a ejercer su carrera, todos conocerán un gran número de personas. Sin importar que, todas son igual de importantes, cada una de ellas merecen su respeto y atención, no importa su trabajo, dinero o cualquier otra característica, todos valemos lo mismo.
Enseñanza
En este caso la moraleja es bastante evidente, pero no por ello no significa que aún haya sido aprendida. Aunque suene horrible, todos nosotros prestamos más atención a esas personas que consideramos más «importantes», ignorando a los menos destacados. Lo cierto es que todavía nos falta mucho por aprender y un paso necesario será entender que todos valemos lo mismo.
Ahora yo le pregunto, ¿Usted sabe el nombre de la persona que limpia donde trabaja o estudia?. Si lo sabes es una excelente noticia, y en el caso que aún no lo sepas, pregúntaselo lo antes posible.
Esperamos que el artículo sobre la obra literaria «La culpa es de la Vaca haya sido de su agrado. Si deseas continuar leyendo más reseñas y resúmenes de otros libros, ¡sigue estos enlaces y continúa aprendiendo junto a nosotros!.