Las Intermitencias de la Muerte hace referencia a una novela escrita por el autor portugués José Saramago, quien fue el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1998. Esta novela se publicó en el año 2005. Esta obra literaria pareciera orientada hacia la reflexión sobre el miedo a morir. Pero también «sirve de pretexto para desenmascarar a la sociedad moderna [···] de incontables formalismos y actitudes hipócritas».
Las Intermitencias de la Muerte, información
Autor: José Saramago
Género: Novelas / Ficción y Literatura
Año de publicación: 2005
Idioma: Español / Idioma Original: Portugués
Resumen
Las Intermitencias de la Muerte transcurre en un país cuyo nombre nunca es mencionado, se produce algo nunca visto desde el inicio de los tiempos: la muerte decide suspender la ejecución de su trabajo letal, las personas dejan de morir. La alegría colectiva se desata, pero muy pronto dará lugar a la desesperación y al caos.
Los motivos para ello existen de sobra. Si bien es cierto que las personas ya van a morir, también resulta ser cierto que el tiempo no va a dejar de transcurrir. Por ello, el destino de los humanos será sufrir una vejez eterna.
Se implementarán maneras de tratar de obligar a la muerte a matar, aunque no lo quiera, se ve como se corrompen las conciencias en los «acuerdos de caballeros» explícitos o tácitos que se realizan entre el poder político, las mafias y las familias; los ancianos serán odiados por haberse convertido en estorbos que resultan ser irreversibles. Hasta el día en que la muerte decide regresar.
Iniciando su obra de nuevo desde una proposición contraria a la evidencia de los hechos normales, en Las Intermitencias de la Muerte, el Premio Nobel de Literatura José Saramago, nacido en Azinhaga, Portugal, en el año 1922, desarrolla una narrativa de gran elocuencia literaria, social y filosófica, que coloca en su centro a la perplejidad del hombre, frente a la impostergable terminación de su existencia.
La obra es una parábola de la pequeña distancia que separa lo efímero de lo eterno, Las intermitencias de la muerte muy bien podría concluir tal como empieza: «Al día siguiente no murió nadie».
Está ambientada en un país anónimo y en una fecha que se desconoce, el libro narra cómo a partir de la medianoche del 1 de enero nadie muere. En principio, la gente celebra su victoria sobre la muerte. Entre tanto, las autoridades religiosas, los filósofos y los eruditos investigan sin tener éxito, cuál es la razón por la que la gente ya no muere.
La Iglesia católica comienza a sentirse amenazada por este evento, ya que pone en tela de juicio uno de los principales fundamentos de su dogma: la muerte y resurrección de Jesucristo. Asimismo, los ciudadanos comienzan a disfrutar de su nuevo estado de inmortalidad.
Las consecuencias
Pero esta celebración dura poco, ya que al no ocurrir más muertes, nacen varios problemas relacionados con temas financieros y demográficos. Por una parte, los encargados de la salud pública sienten temor de que el sistema se quiebre por razón del incremento del número de personas incapacitadas y agonizantes que llenan los asilos y hospitales sin poder morir. Por la otra, los dueños de funerarias temen que no tendrán más trabajo y tienen que cambiar su orientación laboral hacia el entierro de animales.
Dando una solución para poder hacer desaparecer a las personas al borde del fallecimiento, pero que no finalizan su ciclo vital, porque no pueden morir, nace un grupo conocido como la maphia (usando la «ph» es para evitar confusión con la Mafia), que se encarga de llevar a los moribundos al otro lado de la frontera del país, lugar en el que mueren instantáneamente, debido a que la muerte continúa su labor en el resto del mundo.
El negocio de la maphia se incrementa de forma tan vertiginosa que incluso el gobierno se asocia con los maphiosos, llegando casi a la guerra con sus países vecinos.
La Muerte
Pero la muerte emerge poco después, como una mujer llamada muerte (el nombre en minúscula es para diferenciarla de la Muerte, la cual terminará con todo el universo). Ella les anuncia, por medio de un escrito que envía en una modalidad de transmisión a los medios de comunicación, que su experimento ha terminado y que las personas volverán a morir.
Sin embargo, en un intento de suavizar la noticia de la muerte de las personas, promete remitir una carta a aquellos que vayan a morir, con una semana de anticipación para que hagan los preparativos y arreglos necesarios antes de su final. Éstas cartas generan el caos en el país, en el que las personas deben enfrentar un destino inevitable.
Luego de este punto, la novela se centra en la relación de la muerte con un violonchelista que no muere. En cada oportunidad en que la muerte le envía su carta, ésta regresa a la morada de la muerte inmediatamente.
La muerte descubre que, sin ninguna razón aparente, este hombre no murió cuando debería haber ocurrido. Aunque en principio no le dio tanta importancia es este misterioso caso, de forma progresiva la muerte se obsesiona con él, hasta el punto de decidirse a tomar una forma humana, sólo para conocerlo.
Luego de visitarlo, la muerte planea entregarle la epístola. Pero se enamora del violonchelista y, al hacerlo, se convierte en un ser humano. Por ello, al día siguiente, nadie muere.
Interpretación
La muerte es un personaje más que va haciendo evolución a medida que transcurre la trama de la novela. Su apariencia física es la de una entrada en carnes y atractiva que va vestida de negro, al contrario de la imagen común conocida de un esqueleto que porta una guadaña. En la primera parte de la narración, el rol que desempeña queda bien establecido y es incuestionable. Es decir, ella conoce cuál es su tarea y no duda en realizarla como se debe, sin que pueda haber lugar a errores.
Pero el punto de inflexión de este personaje aparece en la segunda parte de la novela, cuando una de sus misivas le es devuelta. Este hecho hace que se rompa el orden natural que la mujer conoce y le hace tener dudas, por lo que toma la decisión de convertirse en humana y empieza a experimentar una serie de sensaciones que hasta ese momento no había sido capaz de sentir.
Este proceso de humanización de la Muerte es a causa del amor que comienza a sentir hacia el músico a quien estaba dirigida la carta que no llegó a su destino. Los sentimientos que experimenta la muerte son absolutamente nuevos para ella. Ante ella se abre un mundo que no conoce, y con este, surge la duda.
Igual experiencia le ocurre con la música. Tanto el arte como el enamoramiento dan inicio al proceso de humanización. Lo que se confirma cuando, en vez de dejar sencillamente la carta al violonchelista mientras dormía, la muerte toma la decisión de quemarla con un fósforo en vez de con sus dedos, y luego vuelve al lado del músico para descansar, porque siente, por primera vez, la necesidad de dormir.
Ninguno de los personajes que son los protagonistas tiene un nombre propio. Tanto en la primera parte de la novela como en la segunda, los personajes que aparecen son llamados en función de la profesión que desempeñan. Esta obra narrativa coloca a la muerte y a los humanos en un mismo plano a los ojos del lector, con lo que es más sencillo identificar a los personajes como “seres humanos”.
En el caso de la Muerte, debido a que su función es interrumpida debido a su transformación en humana, el narrador utiliza dos términos para hacer referencia a ella: Muerte y mujer, debido a que sigue siendo la Muerte, pero también se transforma en una mujer más en ese país.
Acerca del autor
José Saramago fue escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. También fue uno de los novelistas más importantes de la literatura contemporánea. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1998.
Obras
José Saramago fue el autor de las siguientes obras:
- Claraboya
- El Evangelio Según Jesucristo.
- El Viaje del Elefante
- Ensayo sobre la Ceguera
- Ensayo sobre la Lucidez
- La Balsa de Piedra
- La Caverna
- La Flor más Grande del Mundo
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