En las creencias africanas tradicionales son muchas las ceremonias y rituales que se llevan a cabo, en este artículo encontrará todo lo referente a una de las más importantes en el camino de Ifá, la Mano de Orula. No deje de leer este interesante artículo, se sorprenderá!!
¿Qué es la mano de Orula?
Toda religión tiene ciertos rituales, solemnidades y actos que te permiten formar parte de ella, confirmar tu fe o sencillamente brindar protección de algún mal.
En el caso de la ceremonia de la mano de Orula, esta te permite recibir al orichá del mismo nombre. como se le denomina en la creencia Yoruba, para comenzar como corresponde el camino de Ifá.
Este rito inicial se lleva a cabo a través de la llamada consagración de Ifá, donde se aplican las diferentes normativas religiosas, para que una persona pueda dedicarse y entregarse a la devoción y culto de esta deidad.
Es decir, quien se inicia realiza una especie de votos por respeto al santo, que le permite ser su devoto y recibir su sabiduría, protección y consejo.
Es un ritual muy serio y suele denominarse Ikofá para el sexo femenino o Awofakan para los iniciados de sexo masculino. Aquellas que han recibido Ikofá son consideradas Apetebís de Orunmila, siendo la máxima orden o cargo a la que aspira una mujer en esta religión.
Algunos hombres en cambio, después de recibida y si le es designado, pueden iniciarse plenamente como babalawos o sacerdotes de Ifá.
En este sistema de creencias que fue formado, organizado y que además se rige por la sabiduría y la inteligencia de Òrúnmìlà, el benefactor de la humanidad, indica que esta ceremonia conocida como la Mano de Orula debe estar precedida por dos sacerdotes o babalawos como mínimo.
Estos babalawos son quienes supervisan y dirigen gran parte de la ceremonia o por lo menos la de mayor peso espiritual. Este rito tiene una duración de tres días, indiferentemente si tiene influencia nigeriana o cubana.
Es una ceremonia compleja, donde también se suman los conocidos guerreros u Orisha Oddé, encargados de ofrecer la protección espiritual que necesita el iniciado. Estos son Eshu, Oggun, Oshosi y Osun, siendo responsabilidad del Babalawo otorgarlos.
Orula u Orúnmila es un orichá importante y es particular en varios sentidos, primero, porque los hombres y mujeres que se inician en Regla de Ocha o Santería nunca tienen a Orula sentado sobre su cabeza como un ángel guardián.
Esto porque el Orisha no hace santos y tampoco es ángel custodio para nadie, pues se considera una deidad imparcial encargada de asignar o determinar a cada ser humano su ángel guardián a través de su facultad adivinatoria, mientras exista el mundo.
Orula solo va a la cabeza de Babalawos, que deben ser ante todo de sexo masculino y heterosexuales, siendo además iniciados en la Regla de Ifá.
Ocha e Ifá son tradiciones que conviven de manera paralela en varios países del mundo, trabajando generalmente en la misma comunidad religiosa, con actividades particulares y específicas para cada una y por supuesto jugando papeles únicos, propios de sus reglas y religiosidad.
Dependiendo de la tradición del linaje de un hombre, es posible que no tenga que ser iniciado primero en Ocha para pasar a Ifá. Algunos hombres son llamados directamente a Ifá a través de la adivinación.
La mujer puede recibir la cofá o ikofá de Orula y cualquier hombre puede recibir la mano de Orula, que les brinda la protección de esta divinidad, pero que no los inicia completamente en Ifá o los convierte en Babalawo.
Orula, el adivino
Para los yoruba, Orula también denominado Orúnmila es un orichá de gran relevancia y se considera especial y único, tiene como habilidad innata la clarividencia y su poder radica sobre todo en el sapiencia, por lo que es considerado el maestro adivino.
El único observador de la obra de Olodumare, testigo silencioso de la creación del Universo y todo lo que vino a continuación, su sabiduría es grande y antigua como el mundo mismo, conoce la historia, el camino y el futuro de cada ser vivo producto del poder del Dios único y creador.
Orula en santería, llamado también Ọ̀rúnmìlà u Ọrúnla en yoruba, es sabio y tiene el don de la clarividencia y adivinación, un oráculo supremo, que hace el bien y presta ayuda a la humanidad.
Es el único Orichá que conoce el futuro de todos en la tierra y tiene el poder de influir en nuestro destino, él sabe cuándo cada uno de nosotros morirá y se asegura de que muramos en el momento correcto, de acuerdo con el destino que elegimos para nosotros en el cielo.
Aquellos que acuden a él, pueden conocer algunos aspectos de su futuro en este plano y en el inmaterial, esto en muchas ocasiones asoma al interesado las amenazas, peligros y dificultades que pueden tener lugar a lo largo de cierta etapa de su vida.
Además brinda consejos y posibles soluciones, según indican los conocedores, de cómo librarse de ellas o darles la solución más razonable posible.
Orula es aquel que sabe cómo podemos hallar la felicidad, la salud, la tranquilidad y el éxito, porque estuvo presente cuando llegamos al mundo y sabe qué futuro nos espera, brindando su ayuda para evitar los constantes errores y manteniéndonos en el sendero correcto.
Este sabio orichá es nombrado de diferentes formas por los practicantes de estas creencias, siendo muy común escuchar nombres como Orunmila, Orunla, Ifá, Eleri Ikpin Ode, entre otros.
Para la creencia yoruba, Orula se designa como la primera y única figura a quien el Dios supremo Olodumare dio la misión de controlar, examinar y acompañar el nacimiento de los seres vivos y seguir su desarrollo y tránsito por esta vida, hace unos cuatro mil años antes de la llegada de Cristo.
Sin embargo, fue una tarea que no realizó en solitario, le escoltaron los Meyis de Ifá, dieciséis espíritus ancestrales. Por esta razón se le considera la sabiduría y el conocimiento, adivino y por ende dueño de los Oráculos.
Orunla posee y encarna la sabiduría, pero también es un habilidoso y diestro sanador. Conoce y usa hojas, cortezas, semillas y raíces para curar y alentar a las personas. Sus colores son amarillo y verde o marrón y verde.
Se dice que la veneración y consagración a este orisha e interprete de Ifá, proviene de la milenaria ciudad Ilé Ifé actualmente en el estado de Osun, poblada desde el 500 antes de Cristo.
Esta comunidad yoruba, según las historias sagradas fue creada por Oduduwá, que bajo de los cielos, arrojó tierra en el océano y dejó sobre ella un gallo que la esparcirá hasta formar el territorio que ocupó esta ciudad sagrada.
Orula se comunica con los humanos a través de la adivinación y un Babalawo, quienes utilizan para esto:
- Un epuele conocida como cadena de adivinación.
- Los ikines las llamadas también nueces de cola.
- Un tablero de madera cubierto de polvo del árbol Iyosun o de harina de batata y cascarilla, que es el polvo de cáscara de huevo.
Es posible que emplee un trozo de cornamenta de un ciervo, útil para marcar ciertos odu o signos sagrados, en dicha bandeja. Es importante aclarar que los babalawos no usan dilogún o las conchas de cauri, que generalmente las emplean los Santeros.
El día de Orula
En la religión católica, está asociado a la imagen de San Francisco de Asís, cuyo día de fiesta es el 4 de octubre, por lo tanto, esta fecha es también el día de Orula, un evento importante y especial, donde los babalawos le dan obsequios y ofrendas, addimus, música y ceremonias.
Es un día donde se recomienda que todos los ahijados de un Babalawo le visiten y le ofrezcan algún tipo de derecho, sea dinero o algún obsequio, para honrar a Orula, en algunas casas el regalo tradicional es dos cocos y dos velas.
La celebración es además una manera de dar las gracias por las peticiones, bondades y favores que el orishá concedió ese año.
Muchas de las ofrendas comprenden elementos y cosas que agradan a la divinidad, tales como chivos, gallos y gallinas, frutas, flores, entre otras cosas. Además, se anima con un toque de tambor especialmente para Orula, que suele conocerse como oro seco.
Generalmente se lleva al padrino de Ifá, al segundo padrino y a su Oyugbona, ofrendas y presentes para Orula, tales como dos cocos, dos velas, aje, un derecho, frutas o dulces de su preferencia.
Es importante que el ahijado se ponga de rodillas frente al orisha y repita una plegaria de petición: “Orunmila igboru, Orunmila igboya, Orunmila igboshishe”.
Cuando concluya la oración debe decir al padrino: “Oluo igboru, Oluo igboya, Oluo igboshishe”, repetirlo al segundo y a su oyugbona, por supuesto modificando el término Oluo por Oyugbona, cuando corresponda. En el caso de haber babalawos en el lugar, se cambia por Bogbo awo.
En muchas casas de la religión se atiende y agasaja a Orunmila con diferentes addimus, que son ofrendas y presentes colocados a los pies del santo, tales como:
- Dulces que contengan almíbar
- Miel
- Flores
- Albahaca
- Velas y velones
- Cocos
- Aje o ñame
- Bolas de gofio de maíz con miel
- Camarones
- Langostas
- Carne de res
Es importante que no olvide que todo los presentes y ofrendas para el orishá se colocan en número par, además se sirven por mitad en platos diferentes, es decir una mitad en cada recipiente. Debe emplear platos blancos, limpios y en perfectas condiciones.
Cuando sirve los platillos, debe comer un pequeño bocado de cada uno, para que Orula este seguro que no es peligroso para él, que nada le causará daño. Además, debe colocar dos velas, colocadas cada una en platos distintos.
Generalmente la comida para Orunmilá, es un preparado de camarones y cuajada de almendra, auyama sancochada cortada en dos o cuatro trozos con oñi y pescado frito, almendra y aje cocido en agua. Estos platos pueden llevarse al río.
Es posible que en alguna oportunidad exista algún obstáculo económico o una mala situación que no le permita preparar los platillos para Orula como corresponden o asistir a la casa de su padrino con las ofrendas y el derecho.
En ese caso el santo lo comprenderá, porque es una causa real y con justificación, por lo que se recomienda postergar la celebración hasta tener los recursos que necesita para ella, pero esto por causas realmente válidas.
Recuerde que lo correcto es atender y agasajar a este Orisha, encargado de transmitir a través del oráculo cualquier conflicto, inconveniente y problema venidero.
Quien además da sus consejos y posibles soluciones, para que el creyente transite por sendas de bienestar, prosperidad, claridad, salud, estabilidad, abundancia y firmeza cada día de su vida en este mundo.
Aspectos a tomar en cuenta al atenderlo
Aquellos que hayan recibido cofá o mano de Orula deben asistir a Orula de manera formal una vez al mes, generalmente cuando la luna es nueva.
Se le ofrece aceite de palma roja, miel y se encienden dos velas en su honor mientras se recitan oraciones y peticiones especiales.
Pero en su fiesta, no olvide que debe ofrecer los presentes especiales para el, pero no basta solo con eso, existen ciertas recomendaciones que es necesario tomar en cuenta cuando atiende y agasaja al santo. Estas incluyen:
- Trate a Orula con mucho respeto, no pronuncie frases obscenas u ofensivas en su presencia.
- Evite estar sin ropa o mantener relaciones sexuales delante del orishá.
- La tinaja o vasija que contiene los ikines de la deidad debe estar junto a su bastón y no debe estar cerca de otro osha u orishá. En el hogar, Osún a menudo se mantiene junto a Orula como tutor.
- Ante el orishá puede exponer todos tus problemas y pedir que él les encuentre solución, evite pedirle algo malo para aquellos que le adversa, él sabrá como encargarse.
- En algunos linajes, el día de la semana de Orula es el domingo, pero en otras casas, todos los días de la semana son los de Orula.
- Cuando se presentan las ofrendas a Orula, usted debe estar limpio y no mantener relaciones sexuales el día anterior a esto.
Signos de Osha-Ifá
En el sistema adivinatorio de Ifá se emplean algunos signo o letras que permiten materializar y descifrar el mensaje de la divinidad, estas se les conoce como Odum y son la parte vital del mismo.
Consta de 256 partes, que a su vez se subdividen en versos conocidos como ese, de los que no se sabe con certeza el número exacto existente, calculándose unos ochocientos ese por odum.
Cada signo tiene una firma que determina el awo o babalawo, empleando una cadena de adivinación y nueces sacras. El ese es quizás la clave y parte más relevante en el sistema de adivinación Ifa y suelen ser recitados como un poema en una manera muy particular de canto.
Considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad el sistema adivinatorio es el mejor exponente del pasado, cultura, tradición, lenguaje y convicciones yorubas.
Es un asomo de la manera de ver el mundo que tiene esta cultura, desde tiempos remotos hasta la época actual, manteniendo siempre su esencia y conocimientos preservada en sus comunidades y transmitido entre la jerarquía sacerdotal.
El sistema de adivinación se divide además en sub-sistemas conocidos como Ifá, Dilogún y Obí. Cada uno de estos presenta forma y características propias y únicas, pero guardan relación, ya que proceden de la misma fuente que les permite predecir en base a los conocimientos revelados y reunidos de Osha-Ifá.
Es importante resaltar que a través de este se presentan y comunican Oshas, Orishas y Egun y que además de profetizar, vaticinar, y adivinar con su particular forma entre refranes, versos y decires, también se encargan de establecer la forma y complejidad de ciertos ritos a celebrarse.
En cada sub-sistema la unidad vital que lo conforma recibe un nombre diferente, en el caso del sistema orácular de Ifá, es el Odun, en el Dilogún es Letra y el de Biange y Aditoto se conoce como Signo.
Sin embargo, ya sea odum, letra o signo, la importancia es la misma aun cuando puedan tener aspectos diferentes, pues su contenido literario es tan rico, que abarca misticismo, historia, religión, referencia de lugares, seres y personas.
Tomando forma de relatos tradicionales que nos dejan ver la historia, realidad y la situación de estas comunidades en distintas etapas.
Siendo quizás uno de los aspectos más curiosos e interesantes, que esta información milenaria hace posible predecir sucesos aun en nuestros días. Su sabiduría aún basada en una mitología e ideología acumulada a través de los años, gracias a las historias, leyendas y mitos de Osha-Ifá, se mantiene hoy tan vigentes como ayer.
Los odum guardan la visión e interpretación que tiene y realiza Osha-Ifá sobre lo que conforma este mundo, la madre naturaleza y todos sus elementos, los seres vivos, las ideas y pensamientos, la organización social, entre otras cosas.
Aunado o íntimamente relacionado con la manera de ver, pensar, analizar, priorizar y explicar la existencia y la vida de los habitantes del al sur del desierto del Sahara, especialmente los Lucumí, a quienes se le integraron otras culturas y naciones.
El sistema adivinatorio funciona básicamente con la energía del individuo, es decir la Osha-Ifá afirma que cada individuo es poseedor de energía y esta es diferente y singular en cada uno, siendo esta la base sobre la que se establece la concordia, la paz y el equilibrio de cada ser.
Obviamente la energía propia afecta, influye y caracteriza las formas, modos, actitudes y proceder de cada ser humano, siendo por supuesto condicionada o afectada por el entorno donde hace vida.
Además, indican que el individuo según su energía tiene ciertos Oshas, Orishas, Egun y energías espirituales enlazados o unidos, tanto en el aspecto espiritual y material.
Todo esto permite que, al consultar el sistema de adivinación, se identifique o asocie con un Odun, Letra o Signo en particular y el contenido del mismo permita al Awo, Babalao o sacerdote realizar la predicción o vaticinio a quien consulta.
Cada símbolo es una misiva de los diferentes Oshas, Orishas y protectores espirituales, que se transmite por medio de la deidad propietaria de cada oráculo y que solo será interpretado, organizado y transmitido por la autoridad dedicada al sistema en particular que se está empleando, sea Ifá, Dilogún u Obí. Los sacerdotes o autoridades religiosas de cada subsistema adivinatorio se conocen como:
- Olúos y Babalao o Awo, para Ifá
- Oloshas, Babaloshas, Iyaloshas, Obases y Oriatés para el Dilogún.
- Sacerdotes de Ifá, Dilogún y quienes recibieron los Guerreros, por Osha o Ifá, para Biange y Aditoto
Los Meyis de Ifá
Los dieciséis Odduns de Ifa, quienes fueron los ancestros que acompañaron a Orula, son conocidos como los Meyis de Ifa y actualmente son en la religión, los signos o letras que integran el sistema de predicciones de Ifá, de los que se originan 256 odduns más. Estos son:
1- Eyiogbe
2- Oyekun
3- Iwori
4- Odi
5- Iroso
6- Ojuani
7- Obara
8- Okana
9- Ogunda
10- Osa
11- Ika
12- Otrupon
13- Otura
14- Irete
15- Oshe
16- Ofun
Ifá y su orden de sacerdotes
El sistema de creencias conocido como Ifá proveniente del continente africano, se basa y gira en torno a las enseñanzas de Orunmila u Orula, el maestro y señor de la adivinación, único testigo de la creación del mundo y el orishá de la sabiduría.
En este plano la responsabilidad de Ifá recae sobre sus sacerdotes, a quienes se le conoce como Babalawo, Babalao o Awo. Ellos son los encargados del sistema adivinatorio conocido como el sistema de Ifá o el Oráculo de Ifá
Los Awos se consideran los receptores y depositarios de la sabiduría que el orisha dejó en la tierra, a través de las sagradas escrituras de Ifá.
En esta secta o grupo desempeña las funciones principales en las ceremonias y rituales propias de la religión, además de actuar como guías y consultores espirituales de su comunidad de creyentes, siendo su misión primordial salvar y proteger vidas, guiado por el sistema de consulta y adivinación.
Algunas de los trabajos y funciones propias de esta jerarquía sacerdotal son:
- Iniciar en la religión yoruba a los interesados.
- La adivinación con el okuelé y el ikín
- Entrega de los santos guerreros: Eshu, Oggún, Ochosi y Ozun.
- Entrega de la Mano de Orula.
- Otorgar otras deidades: Orun, Ozain, Oduduwa, Olokun, Orichaoko, Inle, abata, entre otras.
- Consagración de otros sacerdotes de Ifá.
- Otorga eleke de Orunmila.
Existen ciertas atribuciones y funciones que solo un Babalao puede realizar dentro de la religión, como entregar la mano de Orula o consagrar babalaos, pero hay algunas cosas en las que no debe participar, pues no corresponde a su potestad.
Entre las actividades que un babalao no debe realizar y que quedan a bajo la responsabilidad de un santero o santera, están:
- No pueden entregar los llamados Orishas addimú.
- No emplean en su lectura el Diloggún
- No otorgan el inicio de Elekes.
- No inicia creyentes en el ritual de Kariocha.
El sistema de Ifá, es catalogado por muchos a través de la historia como una parte o fracción de la santería o Regla de Ifá u Ocha. pues corresponde a la parte de esta que gira en torno a la adivinación y el conocimiento Ifá y de Odu. Sin contar que su número de miembros dedicados a ésta es reducido.
Se requiere para esto ser heterosexual, una persona consciente de la gran responsabilidad que esto conlleva y estar decidido a vivir en consonancia con ella, siendo guía y líder espiritual respetable.
También debe estudiar y entrenar con suma dedicación, pues muchos de los iniciados de Ifá, requieren más de una década para ser considerados y estimados como un Awo o Babalao completo.
Además, ser Awo o Babalao, no es un destino para cualquiera, solo al que se le anuncia o designa que debe desempeñar este tipo de papel en la secta de Ifá.
Dejando claro que no todos pueden ser sacerdotes de Ifá, la información le es entregada al interesado mediante la lectura de la vida, al recibir la mano de Orula o la Kariocha.
Como ya se mencionó antes, esta jerarquía puede ser muy pequeña y limitada, pues existen exigencias y limitaciones para pertenecer a ella.
Algunas de las más inflexibles se aplican a las personas homosexuales o de sexo femenino, demostrando como otras religiones del mundo. que existen ciertas posiciones a las que una mujer no puede acceder
Es común ver casos de Aborisha que pasen a formar parte de los sacerdotes de Orula, generalmente iniciados como Olorisha para Elegguá, Ogún, Oshun y Yemaya.
Suelen ser llamados Oluwos u Oluos y desde el momento que forman parte de la secta de Ifá tienen prohibido cualquier rito, ceremonia o ritual que es oficio de un Olorisha, dedicando su vida desde entonces al sacerdocio de Ifá, las funciones propias de ellos y respetando las limitaciones impuestas a ellos.
Linajes de Ifá
Son muchos los practicantes y creyentes de las enseñanzas de Ifá en el mundo y aun cuando tiene su origen en la cultura yoruba y muchos aspectos en común son varios los linajes que practican esta religión de manera distinta.
Por lo tanto, para quienes quieren llevar su fe y sus estudios religiosos de manera seria, es importante tener conocimiento de cuál es el linaje que practica y conocerlo en profundidad. Generalmente la mayor relevancia histórica la tienen las comunidades de Ilé Ife y Oyo.
Existen muchos linajes espirituales que están relacionados con Ifá y que por ende incluyen la figura del Babalawo o que solicitan de su colaboración para ceremonias, consagraciones, etc.
Los casos comunes donde se solicita la guía de los Sacerdotes de Orunmila, es cuando se determina el orisha tutelar de algún practicante, siendo un tipo de consulta donde participan al menos tres Babalawos y valiéndose del ikin y el Opón Ifá.
El ritual solo se lleva a cabo cuando el individuo recibió la mano de Orula (Kofá o Awofakán). Regidos por Ifá, solo un Awo o Babalawos se encarga de identificar el Orisha tutelar de una persona, esto porque Orula fue el primero, el testigo de la creación y del desarrollo del destino de ese ser. Sin embargo, se contempla que también Eleggúa puede entregar esta información.
Los linajes con prácticas relacionadas con Ifá, requieren de los sacerdotes de Orunmila para dirigir y encargarse ritos de sacrificio en momentos puntuales, lectura de entrada, el Ebó Até en la lectura de la vida, entre otras.
Significado de la mano de Orula
Este ritual de iniciación, es una manera de aceptar y recibir a Orunmila, un importante orishá. Su nombre se origina del termino Owo Ifa kan, que se traduce como una mano de Ifa, representando la mano que apoya y ayuda a quienes le reciben y requiere auxilio y guía en su caminar.
Si bien el poder de todos los Orishas es legendario, no se debe iniciar en esta creencia por poder o por dinero. Las iniciaciones en la santería ayudan a la persona a avanzar en sus vidas, a menudo de maneras específicas e imparten el sentir y el poder espiritual de los Orishas en su vida.
Hay varios niveles de iniciación, y el conocimiento que obtienes se profundiza, así como el compromiso que los Orishas y tus Padrinos esperan de ti.
Para aclarar algunos aspectos es importante saber que una persona generalmente recibirá en la ceremonia de la mano de Orula, ante todo sus guerreros y/ o sus elekes o collares.
En la iniciación de los Guerreros recibe varios Orishas: Echu Elegguá, Ogún, Ochossi y Osun. Estos generalmente viven junto a su puerta de entrada y deberán ser atendidos todos los lunes, así como cuando pidan algo por adivinación. A medida que su conocimiento se profundice, más podrá trabajar con estos Orishas.
Cuando recibe los elekes o collares se pone bajo la protección y las bondades de los Orishas, de los padrinos y le hace parte de su Casa Ilé u Orisha.
Los elekes son sagrados y son los estandartes de los Orishas y actúan como un signo de la presencia y protección de estas deidades.
Los preparativos generalmente demoran entre varios días y una semana, ya que participan varias ceremonias complejas.
En muchos sentidos, esta ceremonia es equivalente a la ceremonia del bautismo practicada por algunas creencias, representando la entrada ceremonial a la religión y a una nueva vida como seguidor de los Orishas. Solo los santeros pueden realizar esta ceremonia, que se encuentra prohibida para los sacerdotes de Ifá (Babalawos).
Luego, pueden recibir La Mano de Orula o Mano de Orunmila, para recibir la protección de esta deidad.Cuando la persona está lista, puede pasar por el kari ocha o iniciación completa como santero si ese es su camino en la vida y finalmente, si el signo de la persona en su Mano de Orula lo requiere, pueden ser iniciados por completo como Babalawo y prestar el servicio como un sumo sacerdote en esta religión.
Las iniciaciones se recomiendan de acuerdo con las necesidades de la persona según lo determinen los propios Orishas a través de la adivinación.
¿Para que es útil?
La Mano de Orula es una iniciación en el mundo de Ifá, que hace al iniciado el protegido de Orunla, quien le brinda su cuidado y consejo desde ese momento, segùn dicen aquellos conocedores de la materia.
Durante esta ceremonia, la forma más profunda de adivinación se realiza utilizando la Tabla de Ifá y el Odum, símbolo que acompañará a esa persona durante toda su vida.
Revelando el camino de los iniciados y ofreciendo consejos, con los que pueden realizarse y evitar dificultades, permitiéndole recibir muchos beneficios tanto espirituales como y físicos.
Puede considerarse una especie de manual o guía individual para la vida, señalando algunos patrones, aspectos de su personalidad y eventos que seguramente influyen y afectan su existencia y vivencia en este plano.
Beneficios de esta iniciación
La mano de Orula brinda al individuo innumerables beneficios tanto en el aspecto físico, como en el espiritual en el transcurso de su existencia en este plano, pues como sabio, adivino y consejero Orunmila le da formas y oportunidades para su crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, debe tener presente que los cambios en su vida son una elección muy personal, si usted no comienza por plantearlos y actuar en consonancia con lo que quiere, no obtendrá resultados positivos.
La mano de Orula representa el cuidado y la protección de un Orishá sabio que puede, solo si usted se lo permite y se lo propone ayudarle a corregir aquellas cosas que deben ser modificadas en su vida.
Básicamente ese es el beneficio más grande de la mano de Orunla, pero, para detallar más en este aspecto, le enumero algunas de las ventajas y bondades de recibirla:
- Le permite saber quién es el ángel custodio personal o como se le conoce en la religión, el orichá regente.
- Recibir y consentir su nombre específico en presencia de los Orishas, que le permitirá ser reconocido por ellos.
- Tener noción y algunos conocimientos sobre su destino y el de su familia, que le pueden servir como referencia y orientación en su vida.
- Te permite descubrir tu lugar, respuestas a las preguntas y dudas referentes a tu vida.
- Aquellos que reciben la mano de Orula utilizan una pulsera muy simple elaborado con mastacillones amarillos y verdes en la mano siniestra. Se dice que ésta les protege de muertes prematuras, enfermedades mentales y la locura.
Ceremonia de la mano de Orula
La mano de Orula es una ceremonia trascendental para las personas interesadas en la religión y para quienes inician su camino en Osha.
Este ritual debe suceder o regirse por una serie de pasos, para que sea una iniciación apropiada en la religión de Ifá que le permita decidir cuál de las creencias africanas tradicionales es la que le interesa.
En el ifismo la mano de Orula es diferente para hombre y mujeres, en este caso ambas formas de la ceremonia se conocen como Owofákan e Ikofáfun.
Para llevar a cabo ambas ceremonias se requiere de la presencia y el trabajo de al menos cuatro Babaláwos, dependiendo claro está del número de iniciados que se consagran ese mismo día.
Esto tiene una razón que es muy importante de conocer, de un Ifá (padrino) nada más pueden originarse ocho manos de Ifá. En el caso de ser mas de ocho personas las que reciben la mano de Orula, debe haber más de un padrino.
Por lo tanto si en una ceremonia hay más de ocho iniciados y un solo Ifá, esto es incorrecto y fácilmente considerarse una estafa, pues como se mencionó anteriormente un Ifá, Òrúnmìlà o padrino, soporta única y exclusivamente ocho manos de Ifá.
Esta consagración fundamental en cada creyente de Osha, es el paso previo para acceder correctamente al Palo Monte (Mayombe) y la Regla de Osha (santería).
Intentaremos contarle de una forma general como es la ceremonia de la mano de Orula, sin embargo, debe tener presente que existe información que es confidencial y la religión no permite que sea divulgada.
Owofákan
El Owo Ifá Kan se traduce como Mano de Ifá y la recibe el hombre, representando para éste el primer paso en el ifismo o camino de Ifá.
Esto significa que, si Orula lo decide y lo muestra en su Itá, no hay impedimento para que éste iniciado pueda posteriormente hacer Ifá y convertirse en un Awo.
Si esto no está designado en su Itá de Owofákan, le servirá de orientación y guía en la mejor manera de proceder y actuar ante la vida, sus eventos importantes y contratiempos, que se fortalecerá si luego corona a su Ángel Guardián.
En este caso se entregan también diecinueve ikines, semillas de palma aceitera de África o en su defecto palma de corojo o palma de la isla de Cuba.
Un iddé o brazalete de Orula, que debe usarse a partir de entonces para no ser llevados por error por Ikú, que representa la muerte.
El iniciado en la ceremonia de la mano de Orula también recibe el eleke o collar de cuentas amarillas y verdes, colores propios de Orunla y los Ajagun, a quienes se conoce comúnmente como Guerreros, que son los orichás: Echu, Oggun, Ochosi y Ozun.
Ikofáfun
Ikofá es la consagración máxima en Ifá que alguien de sexo femenino puede obtener, se le considera el matrimonio con Orula, obteniendo el título de Apeterví de Orula o esposa del orishá, destinada a atenderlo.
Esta condición le autoriza a ser parte de algunas actividades en las ceremonias y ritos, dirigidas por su padrino u Oyugbona. Se otorga a la iniciada varios ikines, que generalmente no exceden los cinco.
Ritual de la mano de Orula
Como se mencionó anteriormente, esta celebración se efectúa en tres días, sin embargo, la preparación implica que se disponga de unos días más, que puede variar entre siete y dieciséis, pues existen tareas y encomiendas que debe realizar el padrino previo a la consagración.
El tiempo antes es decisión del Awo, según el tiempo que él considere va a invertir en los preparativos y rituales previos, ya que, para algunos, toma más tiempo que para otros.
Entre los encargos y preliminares a planificar antes de recibir a los iniciados para la ceremonia de la mano de Orula, están:
-Prepara las manos de Ifá.
-Someter a los ikines a los ritos necesarios para que sean el instrumento y voz de Orunla. Estos ikines serán adquiridos por el Awo y deben ser frescas, si es posible directo de los arboles.
-Elaborar el Èsù y el Osun de la persona a iniciarse, para esto el Bàbáláwo pide consejo a Ifá, pues solo él dice que camino corresponde al individuo. Ante de sellarlo es necesario revisar concienzudamente que su carga secreta esté correcta y no falte nada.
El Èsù debería ser elaborado de manera individual para cada persona, siendo tarea del Awo colocar en el uñas, cabellos, tierra o polvo de los zapatos, prendas íntimas, etc, propiedad de su ahijado. Además de granos de maíz, piedrilla, entre otras cosas.
Si el Awo encargado trabaja de manera correcta, nunca hará el Èsù en serie, pues Orunla siempre ofrece las especificaciones individuales para cada iniciado y esta información debería servir de referencia.
Día uno del ritual
El ritual da inicio cuando llegan los Awos encargados del mismo, tomando en cuenta que siempre será uno el que se encargue de dirigir y quien obviamente debería conocer todo lo relacionado con este, día tras día.
Se estima que la duración de los eventos de este primer día abarque unas seis horas, dependiendo claro está del estilo de quien la dirige.
En el día inicial se comienza simplemente presentando a los que se inician a los ancestros y difuntos, anunciando el paso que se piensa dar, esperando su permiso y autorización y realizando las respectivas ofrendas. Es lo que se conoce como dar atenciones a Egungun o darle coco a Egun,
Además, se realiza el baño de plantas y ramas, conocido como omiero de Osanyin, que será empleado por las personas a iniciarse para bañarse los tres días que dura la ceremonia de consagración y ademas para la limpieza de herramientas y utensilios a utilizar.
Para esto, los awo realizan ciertos ritos acompañados de los cantos correspondientes, en un cuarto cerrado, de cortinas blancas, conocido como cuarto de consagración y donde nadie debería entrar a ver.
En la ceremonia nacen los orishas, siendo el momento donde se realizan y ofrecen los sacrificios, que generalmente son chivos, palomas, gallos, etc.
Es el día donde se consagran las manos de Ifá, sobre una estera y un tablero donde se acomoda a Orunla y aderezado de cánticos y rezos que sean del agrado de la deidad.
No es posible ofrecer más detalles referentes a esta etapa del ritual de la mano de Orula, pues es una información que los religiosos consideran secreta. Terminada esta jornada, es momento de volver a sus casas, descansar y darse el baño con el omiero que le fue entregado.
Día dos o día del medio
El segundo día suele ser para descanso, donde lo único que suele realizarse es la limpieza de los fundamentos y preparación de los mismos.
El padrino y los demás sacerdotes se quedan en el sitio donde se efectuó la ceremonia, poniendo todo en orden y aseando los fundamentos que fueron alimentados con anterioridad, además de adelantar lo necesario para el último día de la jornada.
Se lleva a cabo el kaworí eledá o la rogación de cabeza y se recuerda que es imperativo mantener una actitud reflexiva y sobre todo de mucho recogimiento, porque el recién nacido Orunla está observado por primera vez a su descendiente.
Es necesario que para evitar disgustos y sobre todo una ofensa a Orula, se tome en cuenta ciertos aspectos y recomendaciones de la religión, para los que se están iniciando en esta ceremonia:
- Evite los centros de salud, como hospitales y clínicas.
- No visitar enfermos.
- No acuda a funerales y velorios
- La ingesta de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes quedan prohibidas.
- No debe mantener relaciones sexuales.
- Es importante que no forme parte, genere o incite discusiones, actos violentos y disputas.
- Procure mantener su actitud pacífica, tolerante y positiva, manteniéndose al margen de todo lo que pueda ejercer una influencia negativa en usted.
Es muy frecuente que este día las personas iniciadas, se mantengan tranquilas y se bañen con el omiero que se les entregó el día anterior, así estarán preparados como corresponde para el tercer dia de la ceremonia.
Día tres o día de Itá
El último día de la jornada, se conoce como día de Adivinación o del registro con Orula. Las actividades comienzan muy temprano e incluye a primera hora las ofrendas a los ancestros y astros, que suele ser una bebida conocida como Ñangareo, preparada principalmente con maíz, aguardiente, leche y miel.
Siendo este el momento propicio para solicitar e implorar bendiciones de los mayores de la religión, de sangre y de las deidades, especialmente la de Olorun.
Se desayuna, siendo un momento de compartir y socializar con aquellos que serán de aquí en adelante tu familia religiosa.
Luego se procede a presentarse e informar a Orunmila y a Eshu, Ogun, Oshosi y Ozuns, conocidos como los guerreros, que se inicia el Itá.
Ante todo se realiza la adivinación básica para los guerreros y Orunla, luego empleando los Ikines o semillas de Orula, que tienen un valor sagrado en esta creencia.
Todo esto permite básicamente, determinar y marcar el signo que rige al iniciado, los signos testigos, las predicciones y profecías, recomendar ciertas actitudes y acciones a ejecutar, entre otras cosas.
Además ocurre uno de los momentos más especiales del día, develar quien es el Orichá tutelar o ángel custodio. Se realiza además una limpieza astral básica, con el tablero de Ifá.
Al terminar la jornada del Itá, los Awos o Babaláwos, deben hacer entrega de los santos formalmente y los Aleyos indican quién será el Oyugbona. El tercer día de la ceremonia de la mano de Orula, termina oficialmente con una cena para los presentes.
Vestimenta apropiada
Esta ceremonia como cualquier otra, de esta y otras religiones requiere de una vestimenta propia para la ocasión, en este caso se aconseja ropa blanca, sencilla y reservada.
Cuando se indica ropa discreta o reservada, en el caso de las damas, es evitando el uso de escotes muy marcados y provocativos, camisas sin mangas o cortas en el torso, es importante que recuerde que sus franelas o camisas deben tener mangas, escotes pequeños y tapar su abdomen completamente.
Utilice faldas largas o media pierna, no se admite nada por encima de la rodilla y debe llevar por debajo medias blancas. La ropa no puede ser transparente o ajustada a su figura.
Es importante que utilice pañoleta y gorro en su cabeza, zapatos cerrados y cualquier otro accesorio sencillo requerido, igualmente en color blanco.
La obligatoriedad del blanco es porque dicho color es emblema de pureza, inocencia, limpieza, paz, bondad y amor, lo que da un aire de respeto al orishá que nace, por esto se recomienda para la ceremonia de la mano de Orula.
Es una vestimenta que no solo se va a lucir en esta ocasión, pues debe vestir igual cuando es momento de atender a sus guerreros protectores o cuando el padrino indique que debe utilizarla, ya sea para rituales, ceremonias, eventos o algún día de la semana en particular.
El idde de la mano de Orula
El iddé de la mano de Orula es una manilla o pulsera que se elabora con cuentas o mostacillones, alternando verde y amarilla. Se considera atributo de los hijos de Orunla la divinidad yoruba que tiene acceso al destino del ser humano.
El idde de Orunla es un símbolo o atributo propio de la religión que dista mucho de ser un simple accesorio. Esta se recibe con el collar o eleke, en la ceremonia de la mano de Orula.
El uso del idde es obligatorio una vez recibido en la ceremonia de la mano de Orula, ya que le permite distinguir a Ikú quien es un iniciado y quien no, evitando de este modo una muerte prematura, locura o enfermedades de la mente.
Esto no significa que evita la muerte, solo aquella a destiempo y que Ikú cumpla su misión cuando sea por mandato de Ifá, en el día correspondiente. Cuando Orula indica el uso de la pulsera, es para hacer notar a Ikú que esa persona está bajo su protección.
Si la muerte desea llevar a un ser humano, ella lo notifica a Orunmila y se dice que la forma de hacerlo es cuando se rompe el idde en alguna situación extraña o fuera de lo normal. Esa es la única fusión que tiene esta pulsera, por lo tanto, las siguientes afirmaciones representan un mito:
- Rehuir la mala fortuna o la mala suerte.
- Es un amuleto contra el mal de ojo, la hechicería, la magia o la brujería.
- Protege a cualquiera del peligro.
- Atrae riqueza o poder espiritual.
- Accesorio para identificarlo y diferenciarlo de otras creencias.
- Símbolo de algún rango, categoría o estatus dentro de la religión.
Actualmente es muy común ver iddé muy diferentes unos de otros, sin embargo, es importante apegarse al modelo simple que indica la religión. Los iddé demasiados elaborados, con cuentas y fibras gruesas, no permiten cumplir la función para la que está destinado.
Iddé de pelo de elefante
Dicen algunos relatos que en los primeros tiempos muchas divinidades bajaron del cielo o espacio místico y habitaron en la tierra.
Ellos utilizaban un pelo de elefante amarrado en la muñeca, el primer y verdadero iddé, para que Ikú los reconociera del resto de los mortales.
La razón de emplear justo un pelo de elefante, es quizás la creencia de muchas culturas ancestrales, de que los majestuosos paquidermos son un ser vivo que puede enlazar el cielo y la tierra, pues se comunica con ambas y en sus ojos puedes ver la sabiduría del mundo.
Sin embargo, después de tanto tiempo en la tierra y dedicado al trabajo de la tierra, Orula el orishá adivino, estaba tostado por el sol y había engordado algunos kilos, tenía una abundante cabellera y una barba que poco dejaba ver de us rostro, difícil de reconocer a simple vista.
Aun cuando portaba su iddé, el pelo de elefante era tan oscuro como su piel y ante una apariencia física tan distinta, Ikú que paso por la tierra, no distingue quién es e intentó apropiarse de su cuerpo, sin embargo, Orula le venció y le mostró quién era realmente.
Entonces quedó pactado que cuando Ikú quisiera llevarse uno de los hijos de Orula rompería el Iddé como una manera de informar y esperar si era designio del supremo que se lo llevara o no.
Actualmente el iddefá de pelo de elefante solo está destinado para Babalawos, Apetevises y Omoifá dueños del Odu Ogunda Meyi, es decir es exclusivo de estas personas y se prohíbe para religiosos regidos por otros Odu.
Los Iddefá pueden ser diferentes en los materiales y el modelo, sin embargo, esto lo determinará el Odu o Letra de Ifá, que rige al iniciado, para la Mano de Orula. Los signos que tiene variaciones son:
- Oggunda Meyi, utiliza pelo de elefante sin ningún tipo de cuenta.
- Baba Eyiogbe, cuentas verdes, amarillas e hilo de plata.
- Ogbe Sa, se le suma a un ideffá tradicional un cascabel.
- Regidos por Edigbere, utilizan un iddé con la misma cantidad de hilos que de hijos tiene.
El eleke y el idde son entregados por las propias manos del Awo o babalawo en el rito de la mano de Orula y deben ser verde y amarillo o verde y café, según se indique.
Pero, sin importar el color estos símbolos religiosos, son el recordatorio del trato entre Orunla y la muerte, garantizando que ella no llevará a sus hijos, antes del tiempo correspondiente.
Es importante tener presente que cuando alguno de ellos se rompe, es importante y apremiante contactar con su padrino de Ifá, pues se considera que está en una situación de peligro grave.
Sin embargo, en el momento que el collar o pulsera se reviente, se debe recoger con la diestra y repetir las siguientes palabras: AGO OKAN TUTU ORÍ. Luego se pasa a la zurda y lo besa.
No deje de avisar a su padrino sobre lo ocurrido, es algo que debe tener muy presente, ya que él será el encargado de consultar qué hay detrás de la ruptura de iddé o eleke y si amerita algún tipo de remedio.
Muchas veces una carga energética negativa muy agresiva puede causar la ruptura, sin considerarse mortal, pero es algo que se debe verificar y tomar las medidas pertinentes cuanto antes.
Es bueno aclarar que un collar o una pulsera se puede reventar por una causa natural, como el desgaste por el tiempo, cuando se engancha o atasca, entre otras cosas, sin representar esto un mal presagio.
Cualquiera sea el caso, informar al padrino es la norma, quien lo consultará y le especificara los pasos que debe seguir, que por supuesto deben acatarse sin demora.
Los Ikines
Se llama de esta manera a las semillas de la palma africana conocida como Opelodu, que no se emplean para elaborar ningún tipo de alimento, porque no son comestibles.
Es muy apreciada en la religión de Ifá, pues al ser consagradas por el Awo o Babalao, representan el oráculo mayor de la misma, parte de su sistema de predicciones.
Son empleadas sólo por los sacerdotes de Orunmila, para establecer comunicación con él y a través de ellas el orishá revela su sabiduría, permitiendo así designar por ejemplo: el orisha tutelar del iniciado, la letra del año, entre otras cosas.
El uso y aprecio hacia estas semillas tiene una historia en la creencia yoruba, que incluye a Orula y sus descendientes, explicando el valor de los Ikines desde tiempos remotos:
Solicitó Orula la presencia de sus hijos, quienes acudieron sin demora, al llegar a las estancias de su padre, le saludaron con la habitual y respetuosa reverencia, una señal de deferencia para el orisha. Sin embargo, el último de sus hijos, solo realizó un gesto vago y despectivo.
Orula observando tal falta de interés y respeto, pidió una explicación. Para su asombro y desilusión el hijo respondió que no tenía por qué saludar, pues para el ambos eran iguales:
Llevo Irofa, Iruke y sandalias, todo igual que tú, por esta razón no tengo que saludar.
Orula indignado y muy ofendido decidió regresar a las alturas trepando por una gran palma africana. Él tenía otros hijos que le rogaron que regresara, porque no sabían enfrentar las penurias y adversidades de la vida sin sus sabios consejos.
Orunla compadeciéndose de ellos, pero sin la menor intención de regresar les hizo llegar unas semillas de la palma, los conocidos Ikines y les dijo:
Estas semillas serán portadoras de mi espíritu y mi voz, a través de ellas podrán escucharme y podré revelar el presente, el pasado y el futuro. Consérvenlas y sean portadores dignos de ellas y de su corona.
Orula no dijo más y desapareció, dejando en las manos de sus descendientes un preciado legado que prevalece hasta nuestros días, los poderosos ikines de Ifa.
En la actualidad, la figura de los ocho descendientes de ifa de este cuento se asocian con las conchas del Ocuele y la cantidad de saques que se realiza con las semillas para conformar el odun de ifa, el mensaje de Orula que será interpretado por el Awo.
La mano de Orula y Ajagun
Los santos guerreros o Ajagun se otorgan en la ceremonia de la mano de Orula, fundamentalmente porque al ser el rito que le inicia en la religión, son las primeras deidades que todo iniciado debe recibir.
Este grupo de orishas considerados los grandes guerreros de esta creencia, son los encargados de abrir el paso al iniciado sin experiencia, darle resguardo, fuerza, entereza y carácter.
El grupo integrado por varios Orishas: Echu, Ogún, Oshosi y Osun, sientan las bases de la religión en el debutante y le dan el coraje para vivir de acuerdo a lo que escogió.
Como deidades independientes están llenos de bondades, poderes y virtudes, pero al trabajar en conjunto, se consideran una fuerza imparable, letal y feroz, que guía victorioso al iniciado, aún por las sendas más difíciles.
Los santos guerreros se colocan en la entrada de tu casa, se atienden los días lunes o en su defecto cuando lo soliciten ellos mismos, a través de una predicción.
Es trascendental profundizar sus conocimientos en la religión para que logre trabajar correctamente con estos Orishas y con el tiempo se le enseñará cómo darles obí o coco, para hacerles preguntas simples, de sí o no.
Cada uno tiene carácter y gustos bastante particulares, que no pueden dejarse de lado aun cuando funcionen en grupo:
Elegguá: es el mensajero de todos los Orishas y es el dueño de todas las puertas, senderos y caminos, tiene más de cien con diferentes especialidades para cada uno. Es el apropiado y encargado de abrirle paso en la vida y cerrar las puertas a todas las fuerzas que puedan dañarte.
Elegguá se puede recibir tanto de santeros como de babalawos. Si lo entrega un Babalawo, se hace una consulta para identificar cuál de todos estos caminos de Echu te acompaña y los secretos con los que está preparado, son diferentes para cada camino.
En el caso de recibir los Guerreros de un Santero, el camino no se determina hasta que seas iniciado como uno, si ese es tu verdadero objetivo en la vida.
Ogún: es un espíritu de la guerra y herrero de las otras divinidades. Cuando Elegguá abre su camino, Ogún lo despeja de obstrucciones y le brinda las herramientas requeridas para construir una vida mejor. También es un poderoso defensor, siempre listo y dispuesto a enfrentarse a todos los que vienen.
Oshosi: el cazador, esta figura es la justicia divina en este mundo. Él te ayuda a buscar las cosas buenas de la vida, a evitar las trampas y sobre todo asegurarte de que nunca te extravíes del sendero correcto.
Él también viene en la ayuda del iniciado asegurándose de que se haga justicia cuando le ocasionan un daño y defendiéndose cuando se le acusa falsamente.
Osun: representa el bienestar y el equilibrio, protege y vigila de cerca la cabeza del iniciado, además es el apoyo de Orunla cuando se trata de la adivinación. Solo los Awo, tienen el conocimiento necesario para preparar esta deidad de la manera adecuada.
Como es de esperarse los Guerreros requieren de atención y asistencia, pero no de cualquier manera, existen ciertas recomendaciones al momento de atenderlos que es aconsejable no olvidar.
Generalmente Eshu, Ogun y Oshosi se les deja en el piso, de preferencia en la entrada del hogar, ya sea muy cercano de la puerta de acceso o detrás de la misma. Suelen mojarse con aguardiente, embadurnar con manteca de corojo y prender una veladora blanca.
Toda oración o plegaria dirigida a ellos se hacen de pie, mirándolos de frente y jamás de rodillas, no es de su agrado. En el caso de Osun, puede colocarse con los demás guerreros y luego cambiarlo, justo al lado de Orunla, alternando.
Esta deidad es conocido como el apoyo o bastón de Orula, pero no se puede olvidar que nace con los otros tres orishás guerreros en el suelo, por lo que también debe estar cerca de ellos. Se puede embadurnar con manteca de cacao y espolvorear en él la cascarilla.
Si Osun se cae puede que se interprete como algún mal presagio o advertencia, por lo tanto, se debe contactar al padrino, quien le consultará al pie de Orula, con Osun como testigo, por lo que debe llevarlo ese día.
También tienen cierta predilección por algunas ofrendas, sin embargo, recuerde que los santos guerreros pueden pedir otro tipo de cosas en la consulta:
- Eshu lo más recomendable es ofrecer dulces, coco acaramelado, golosinas, frutas como guayaba que no esté madura, confites, tabaco, tapas de coco con miel, caramelos y pequeños juguetes.
- Ogun se le puede agasajar con manteca de cacao y de palma africana, peces ahumados, tabaco, bebidas alcohólicas, carne de res, maíz preferiblemente tostado y molido, aje cocido, alubias blancas, alpiste, entre otras cosas.
- Oshosi le agrada la patilla y la ciruela, sin embargo, puede colocar otros tipos de frutas, legumbres, carne de ave, aguardiente, yuca, etc.
- Osun es importante obsequiarle el aceite de julri, cascarilla y aguardiente.
Atención semanal a Orunmila
Orunmila debe ser atendido con cierta frecuencia como ya le indicarán, es bastante sencillo pero debe ser respetuoso y realizado de la forma adecuada para que el se sienta complacido.
Se requiere estar vestido totalmente de blanco. Las mujeres deben lucir falda por debajo de la rodilla y medias, ademas necesitará: estera, dos velas blancas, manteca de corojo y dos platos blancos.
Se sitúa la estera en el suelo, para tomar asiento encima y de frente a Orunla, que debe ser colocado también sobre la misma. Esta no debe pisarse con los zapatos, pues es un lugar para descansar, ingerir alimentos y recitar plegarias.
Al colocar la sopera del santo sobre la estera, esta puede ser destapada y se procede a encender las velas a cada lado de la misma, fuera de la esterilla, mencionado la siguiente oración:
Orumila, hoy me presento ante ti, soy yo, tu hijo (decir nombre completo, signo de Ikofá o Awofaka y Alaleyó o Ángel Custodio) en este momento y en este día rindiéndole Moforibale, dándole también gracias por lo bueno que usted me hace entrega, por sus consejos y lecciones que me permiten evolucionar en esta vida espiritual y material.
Colóquese manteca de corojo en las manos, toma a Orunla y lo retira de su sopera, friccionando suavemente la manteca cerca de la boca y se le habla, agradeciendo, contando tristezas, preocupaciones, aspiraciones y todos sus planes.
Se le solicita además consejo y sabiduría para la resolución de cuanto debe ser resuelto en su vida, orientación sobre su salud y como mejorarla o preservarla y la mejor manera de llevar sus planes y proyecto a buen término.
Tome entre las manos los ikines que debe también frotar y pasar por la cabeza tres veces desde su frente hacia atrás, pidiendo mientras lo realiza que el espíritu y la voz de Orula aleje la negatividad, aparte obstáculos y limpie sus senderos.
Terminado este pequeño rito coloque a Orunmila en su sopera y tápelo nuevamente. Evite que se caiga algún ikin, pero si esto ocurre tómelo con la boca y déjelo caer en la sopera, demostrando con esto que no tenía intención de arrojarlo al piso.
Luego se repite la frase: Òrúnmìlà iboru Òrúnmìlà iboya Òrúnmìlà ibochiche. Colocándose de rodillas, bese la estera y póngase de pie. Espere a que las velas se acaben para tomar la sopera y regresar a su puesto en la casa, lo que dará por concluida la atención.
Tratado de la mano de Orula
Es una guía o manual muy detallado y concreto, que le da a conocer toda la ceremonia de la mano de Orula, que específicamente incluye:
- Ritual, con todos los pasos y procesos desde el inicio hasta el fin.
- Instrucciones e indicaciones para el Awo.
- Manera de realizar y desarrollar todos los procesos.
- Rezos, oraciones, cantos y suyeres (cantos en honor a un Orisha específico) y manera de hacerlo correctamente.
Esto permite afinar todos los detalles y aspectos de la ceremonia por muy simples que parezcan, pero que al final son cruciales para su desarrollo y buen término, tomando en cuenta que es una experiencia que no se repite, por lo tanto única y especial para cada iniciado.
Algunas de las cosas que más se consultan por ejemplo, es como y donde iniciar las plegarias y rezos, la duración de los cantos, el encendido de las velas, en que momento del ritual se inicia un baile, entre otras cosas que son trascendentales y que el manual resume apropiadamente.
Puede encontrar el paso inicial de esta ceremonia, como es el conocimiento de Eggun y toda la planificación de la misma, la decoración, donde y cuales flores colocar, que presentes y ofrendas entregar, las plegarias y velas.
Es muy frecuente encontrar las explicaciones de las diferentes etapas del ritual, desde la presentación de los presentes a Eggun, la purificación de los iniciados, los sacrificios, la ubicación de los santos, las plantas a utilizar, el momento en que el iniciado se convierte oficialmente en parte de la religión, etc.
El tratado es extenso, hace énfasis en los detalles de cada actividad, por ejemplo, la invocación a Elegua, sus canciones, oraciones y plegarias, ofrendas y presentes.
Además, especifica el rol de la mujer y el trato que se le da en estas ceremonias y consagraciones. Permite conocer el guión para las féminas, sureyes, rezos, presentes, vestimenta y la atención a los santos guerreros con lujo de detalles.
El tratado de la mano de Orula hace un énfasis especial en la importancia del iddé y el eleke, cómo se entregan y colocan, destacando que no es un momento relevante dentro de la iniciación.
Entre las pagina finales de este valioso contenido religioso, se explica al lector el peso e importancia de este evento, siendo un momento de completo enlace y comunicación con el poder y esencia de la deidad.
Resaltando además, la importancia de que estos momentos sean reforzados por los sureyes a las deidades. Cantos y rezos que están acompañando todas las etapas y momentos de la jornada de tres días.
Los suyeres
La música se conecta con los sentimientos, siendo esto una característica muy propia de esta expresión cultural que le permite estar presente en cualquier momento o ámbito.
Para los practicantes de las religiones africanas tradicionales la música y la danza es un aspecto importante de su creencia, le da energía y fuerza, les acompaña en cada rito, consagración y ceremonia.
Sus cantos le permiten conectarse con el poder de sus deidades, siendo una forma muy empleada para venerar, honrar y celebrar estas figuras, protagonistas y centro de su culto.
Los orishas no son indiferentes a la música y el canto, por eso todos los guías espirituales, practicantes y aquellos que se inician deben saber cómo acercarse a ellos a través de la música.
A esta forma particular de rezos y cantos se les conoce como suyeres. Existe una gran variedad y cantidad de ellos, cada uno para un propósito y una finalidad distinta: para cada divinidad, para los sacrificios, etc.
Describir con palabras lo que puede transmitir un suyere, es muy complicado, por no decir imposible, porque apartando el valor religioso que tienen, es una muestra fascinante de la cultura del inexplorado y misterioso continente africano, cuna de la humanidad.
Por esta razón, le invito a escuchar en el siguiente video los suyeres de Orula, empleados en muchos ritos, tales como la mano de Orula y así juzgue usted mismo lo que afirmo en el párrafo anterior:
Recomendaciones para los iniciados
La mano de Orula es un ritual de inicio, es decir quien la recibe apenas está comenzando su camino en esta religión dependiendo de sus aspiraciones personales, por lo tanto, el objetivo es seguir avanzando.
Cultivarse, descubrir y desarrollar sus destrezas y potenciales, utilizar debidamente la manilla y el collar, entre otras cosas, nos permitirán mantenernos en el camino correcto para obtener lo que deseamos.
Recuerde que nadie puede solo recibir y disfrutar, siempre de aportar y dar algo a cambio, es por eso que en esta etapa se hace énfasis en la importancia del Ebo.
Un Ebo es lo que se conoce como una obra o un sacrificio. Generalmente requiere del uso de recursos y materiales que son importantes y necesarios para poder sobrevivir en este plano, tales como hojas, semillas, raíces, animales, alimentos, dinero, entre otras cosas.
El Ebo es la manera de calmar y equilibrar las fuerzas naturales, generalmente representadas en los orishás y además es una manera de agradecerles y honrarles, tanto a ellas como a los antepasados.
Los consagrados deben cumplir con los sacrificios que le fueron indicados, evitando así las adversidades y obstáculos que pudieron evitarse y abriéndose a los beneficios y las cosas positivas que anhelamos.
Es necesario hacer un sacrificio en particular para el Odù Ifá, ya que sus poderes benefician en muchos aspectos de su vida personal: salud, longevidad, pareja, hijos, etc. Sin embargo, cada Odu tiene sus particularidades y exigencias, por lo que el Awo debe informarle del suyo, cuando le sea anunciado.
En muchos casos el ebo, solo se realiza una vez y sus efectos quedan para el resto de sus días en este plano. El Ebo viene de Ifa y fue la manera que él nos dejó para solucionar y librarnos de las trabas e inconvenientes que encontraremos a lo largo de nuestra vida, ayudándonos a mantenernos alineados y centrados, en equilibrio con el propio destino. Se renuncia a algo, para ganar algo mejor.
Es recomendable realizar el Ebo de inmediato, sin perder tiempo después de la adivinación, para bloquear y apartar la energía negativa que fueron advertidas en la consulta a Ifá y sobre todo para gozar de las bendiciones dispuestas para usted.
Debe entender que usted debería realizar Ebo para su propio beneficio, pero nada le obliga a llevarlo a cabo. Por lo tanto, si deja de cumplir con los sacrificios indicados tenga presente que, puede estorbar o bloquear su éxito y por ende su propio progreso y bienestar.
No olvide profundizar su fe, tome como costumbre saludar y encomendarse a Orunla con una oración o rezo al iniciar el día, memorizar no solo esa plegaria sino algunas otras: Èşù, Ògún, Orí y otros relacionados con su Odù Ifá.
Recuerde que mientras más aprende y mejor comunicación establece con estas entidades, le pueden ser otorgados otros Orishás que se relacionen con su Odù Ifá, hacerse el Santo o inclusive iniciar su camino como Awo.
Patakies de Orunla
Se denomina Patakies a los relatos y leyendas que se consideran divinas en la religión Lucumí, estas normalmente cuentan de dónde provienen los Orishas, cual ha sido su papel y actuación desde la creación y todas las aventuras, desventuras y relaciones a lo largo del tiempo.
Estas historias suelen dejar alguna enseñanza o mensaje, con la idea de educar y aleccionar mediante ejemplos sencillos a quienes los escuchan.
Existen muchos patakis, pero en este caso le presento aquellos donde Orula es el centro del mismo y que generalmente ofrecen varias versiones del origen del iddefá. Entre los más conocidos y populares están:
El pacto de Orula e Ikú
Desde los primeros días de la creación, Ikú paseaba por la tierra llevándose a los seres vivos que encontraba. En uno de esos recorridos, llegó a la aldea de Orunla, pero no se encontró con el adivino, en ese entonces vio al hijo de éste, a quien tomó para llevarlo consigo a su escondite.
Cuando el orisha fue informado, no tardó en acudir a la guarida de la muerte para buscar a su primogénito. No hay que decir la clase de enfrentamiento que ocurrió entre estos seres sobrenaturales por la tenencia del muchacho. Fue una lucha encarnizada, peligrosa y muy larga, pero Orula pudo vencer por fin a Ikú.
La muerte iracunda alegó que su labor por disposición de Olofin, era llevarse a los seres vivos, sobre todo a los humanos y que esa era su forma de vivir. En su defensa le recalcó a Orunla que ella no sabía quiénes eran sus hijos y que era posible equivocarse y capturarlos.
La explicación de Iku tenía mucha lógica y Orunla aceptó que tenía razón, por lo tanto, propuso realizar un trato para evitar futuras confrontaciones entre ellos.
Orunla colocaría a sus descendientes una manilla verde y amarilla en la muñeca de la mano izquierda, para que Ikú pudiera reconocerlos cuando paseara por la tierra. De esta forma ella respetaría sus vidas, hasta que su hora final llegara y tuvieran que dejar este plano terrenal, siendo entregados por su propio padre.
Si a Ikú le pareció bien el trato es imposible saberlo, pero igual lo aceptó, pues otro enfrentamiento con Orunla no estaba en sus planes, después de ser derrotada la primera vez.
Oyekun meyi
Hubo una época donde Ikú actuando por cuenta propia se apoderó de muchas personas y se las llevó sin haber cumplido sus días en la tierra, desafiando las órdenes iniciales que le fueron asignadas: esperar a que los seres humanos vivieran el tiempo predestinado y los recogiera.
Todo ser vivo sentía su sombra muy cerca, hombres y orishas estaban inquietos y comenzaba a surgir el temor, la tristeza, el disgusto y sobre todo la confusión. Percibiendo estas terribles emociones en el ambiente Orunla decidió intervenir.
Sabio y habilidoso, tomó el mazo de Ikú, sin que esta se diera cuenta. Sin embargo, por ser la herramienta que le acompañaba en sus andares, pronto notó su falta y sin tardanza fue a la casa de Orunla, exigiendo que le regresara su propiedad.
La respuesta fue un rotundo no, pues no estaba cumpliendo con la misión que le fue encomendada por el creador. “Oloddumare te escogió para recoger y llevar a los seres humanos cuando su tiempo en la tierra concluye, sin embargo, has matado a las personas y te los ha llevado por cuenta propia, desobedeciendo abiertamente”.
Ikú que siempre tenía una respuesta, le refutó al orisha: El hombre no puede vivir para siempre, porque la tierra no podrá alimentarlos a todos y será ella la que morirá”
No puedes tomar los seres que quieras y llevarlos antes de que finalicen sus días correspondiente en la tierra, respondió Orunlá, no sin descartar del todo el razonamiento bastante lógico de la muerte.
La idea quedó en la mente de Orunla y mientras más pensaba, menos descabellada le parecía las razones de Ikú. Entonces decidió pactar con ella, para asegurar la vida de sus descendientes.
Ikú, te devuelvo tu mazo, pero si juras que dejaras a mis hijos cumplir su tiempo en la tierra y jamás intentarás llevarlos antes del plazo, fueron las palabras del orisha adivino.
Marcaré a mis hijos con un iddefá sagrado, que tú reconocerás por sus colores verde y amarillo, entonces les respetaras y seguirás tu camino, a menos que sea realmente su hora.
El acuerdo entre ambas partes fue cerrado y desde entonces la muerte no se lleva a los hijos de Orunla que tienen el iddefá sagrado, hasta que realmente sea el día de su partida.
Orula se convirtió en un adivino
Orula en la tierra se considera hijo de Obatalá y Yemú y el hermano de Eleguá, Changó y Ogún, pero las relaciones familiares no siempre han sido pacíficas. Hace ya algún tiempo Ogún perdió su honra y la estima de Obatalá al intentar tener sexo con Yemú, su madre.
La furia de Obatalá fue incalculable y nunca antes vista, tanto que dio la orden de asesinar a todos sus hijos varones, sin importar la edad. Aquellos que eran adultos pudieron marcharse lejos, pero los que no podían sobrevivir solos, perecieron.
Ogún y Eleguá, por supuesto se fueron de casa, sin embargo, Eleguá, siempre vigilaba con mucho cuidado la casa paterna, nada se escapaba a sus ojos en la casa de Obatalá.
El día que nació Changó, su hermano Eleguá sabía cuál sería su destino si Obatalá descubrió que era un varón. Por esta razón lo recogió antes que su padre y lo llevó al hogar de Dadá, su hermana mayor, que lo cuidó y protegió.
Pasado el tiempo, nació Orula y Eleguá llegó a la casa paterna, tomó al bebé y huyó rápidamente. Pero esta vez no tenía a quien llevárselo y al no saber qué hacer con él, lo sembró a los pies de un gran árbol, una Ceiba. Nunca le abandonó, le llevo comida cada día para evitar que muriera de hambre.
Un día Eleguá se enteró que Obatalá enfermó gravemente y requería de atención. Entonces pensó en Changó, que se había convertido en un gran sanador y fue a buscarlo para que ayudara a Obatalá y este se restablece.
Changó fue muy diligente, obró lo mejor que pudo y logró que Obatalá sanará de su mal. Entonces Eleguá que temía por sus hermanos, pensó que sería la oportunidad apropiada para pedirle un favor a su padre. Como pueden imaginar, lo que Eleguá necesitaba era que Obatalá perdonara la vida de Orula.
Obatalá no se negó a la petición y como celebración Changó cortó el árbol de Ceiba y talló una hermosa bandeja con esa madera, que le dio a Orula junto con el don de la adivinación. Desde entonces Orula es dueño del até, como le llamaron a la bandeja de adivinación que Changó fabricó, siendo el único de las divinidades que domina el oráculo de Ifá.
Es por eso que no debe parecer extraño que Orula, Changó y Eleguá, sean además de hermanos, los mejores amigos y se les vea mucho juntos.
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